París, Texas
Jueves 29 de Mayo/2025
Sala Avenida/Jaraíz
21:00 Horas
SINOPSIS
¿Quién es quién?
Cuarta entrega para El Gallinero del gran Wilhelm Ernst Wenders (Düsseldorf-1945), conocido como Wim Wenders: guionista, productor, actor y director de cine alemán que también ha trabajado en los Estados Unidos. En nuestro albergue ya dejó tres huevos que nos reconfortaron y nos mejoraron como individuos: The Soul of a Man, La Sal de la Tierra (un recuerdo para el gran humanista, recién fallecido, Sebastiao Salgado) y Perfect Days canto laudatorio de las pequeñas cosas, que disfrutamos la temporada pasada, nos llega todo un clásico inmortal para cerrar esta fructífera campaña de buen cine. París, Texas es un clásico piadoso, de esos que golpean el corazón con alas de mariposa, produciendo desazón; y que despierta ternura por la vulnerabilidad inmisericorde de los seres humanos cuando nos convertimos en insignificantes e inútiles ante la inmensidad del amor.Por si alguien aún dice no conocer el gran valor de este alemán estudioso y enamorado del cine, le recordamos algún otro título: Alicia en las ciudades (1974), El amigo americano (1977), El cielo sobre Berlín (1987), ¡Tan lejos, tan cerca! (1993), Historias de Lisboa (1994), Buena Vista Social Club (1999), Pina (2011)...
Samuel «Sam» Shepard Rogers III (Fort Sheridan, Illinois--Midway, Kentucky, 27 de julio de 2017) fue un dramaturgo, guionista y actor estadounidense, ganador del Premio Pulitzer en 1979 por su drama "Buried Child". Como actor ha aparecido en películas como Elegidos para la gloria, Magnolias de acero, El informe Pelícano, Black Hawk Down o Don't come knocking. Fue guionista de la aclamada película de Wim Wenders, Paris, Texas. En nuestro Cineclub protagonizó el western de Mateo Gil: Blackthorn. Sin destino.
Harry Dean Stanton (West Irvine, Kentucky 1926-Los Ángeles 2017) fue un actor estadounidense. Se hizo conocido por su papel protagonista en Paris, Texas (1984) y por distintos papeles secundarios en películas de renombre, como In the Heat of the Night (1967), La leyenda del indomable (1967), Pat Garrett y Billy the Kid (1973), Alien, el octavo pasajero (1979), Escape from New York (1981), Repo Man (1984), La última tentación de Cristo (1988), Corazón salvaje (1990), Twin Peaks: Fuego camina conmigo (1992), The Straight Story (1999), The Green Mile (1999) o Inland Empire (2006), así como en las series Big Love (2006-2010) y Twin Peaks (2017).
Nastassja Aglaia Nakszyński (Berlín Oeste-1961), conocida artísticamente como Nastassja Kinski, es una actriz alemana radicada en los Estados Unidos que ha trabajado en más de sesenta películas.
Hija del actor alemán Klaus Kinski y de su segunda esposa, la actriz Ruth Brigitte Tocki, Nastassja creció en un ambiente hostil, en medio de una pobreza itinerante mientras duró el matrimonio, hasta que en 1967 sus padres se separaron. Tras la ruptura matrimonial de sus progenitores, Nastassja apenas volvería a tener contacto con su padre, que las había abandonado y dejado a ella y a su madre en una penosa situación económica.
Tess, El beso de la pantera, Corazonada, ¡Tan lejos, tan cerca!, El perdón y Inland Empire son algunos de los films más exitosos en los que ha colaborado, aunque sin duda todo queda eclipsado ante su deslumbrante prestación en París, Texas.
Un hombre camina solo, por inercia, mecánicamente, sin rumbo; anda ligero porque está vacío. Únicamente viaja con él una foto vieja, un punto, una referencia, un lugar donde hace mucho tiempo pensaba enterrar una semilla. Este hombre, sabremos más tarde, chocó brutalmente con la vida, el desamor y las preguntas existencialistas. El miedo le hizo enloquecer y huyó buscando la puerta de salida o la palanca que para el mundo.
¿Pero quién es este zombie que atraviesa desiertos y fronteras? Es simplemente una persona, como tú y como yo, que amó tan fogosamente que salió ardiendo y el pánico quiso apagarlo con alcohol y con el aire frío de la huida. Se ahogó en los excesos y en la responsabilidad de ser padre y hombre enamorado. Nada que no suceda todos los días a miles de seres en cualquier parte del mundo.
Y es esta proximidad la que resulta aterradora. El saber que tras los días de vino y de rosas, mañana mismo, puede aparecer la implacable garra del desánimo y la heladora brisa del desafecto.
Es una historia, esta de Wim Wenders, muy corriente, muy bien contada y vestida con una banda sonora, ya clásica, de Ry Cooder que se pega a la película como una segunda piel. Los colores saturados, típicos del director alemán, acompañados de atmósferas limpias y transparentes son el contrapunto del estado de ánimo de los protagonistas. Posiblemente una de sus tres mejores obras, junto a Buena Vista Social Club y el Cielo sobre Berlín. Imprescindible.