lunes, 6 de mayo de 2024

Película 700 # Año XXI

 El Mal No Existe

Aku Wa Sonzai Shinai 

(Evil Does Not Exist) 

Jueves 9 de Mayo/2024

Sala Avenida/Jaraíz

21 Horas


 
DIRECTOR

Ryûsuke Hamaguchi

GUION: Ryûsuke Hamaguchi

MÚSICA: Eiko Ishibashi

FOTOGRAFÍA: Yoshio Kitagawa

REPARTO:  Hitoshi Omika, Ryo Nishikawa, Ryuji Kosaka, Ayaka Shibutani, Hazuki Kikuchi, Hiroyuki Miura

GÉNERO:  Drama | Naturaleza. Vida rural 

DURACIÓN: 106 Min.

PAÍS: Japón
 


SINOPSIS

Takumi y su hija, Hana, viven en un pueblo cercano a Tokyo. Su vida se verá profundamente afectada cuando descubren que cerca de su casa se va a construir un glamouroso camping para que los habitantes de la ciudad hagan escapadas cómodas a la naturaleza. Cuando dos representantes de una empresa de Tokio llegan al pueblo para celebrar una reunión, queda claro que el proyecto tendrá un impacto negativo en el suministro de agua local y provocará problemas. Las intenciones de la agencia ponen en peligro tanto el equilibrio ecológico de la meseta como su forma de vida, con consecuencias que afectan profundamente la vida de Takumi. 


¿Quién es quién?

Ryūsuke Hamaguchi (濱口 竜介 Hamaguchi Ryūsuke?, Kanagawa -1978) es un guionista y director japonés, que vino al mundo, entre otras cosas, para torturar a Carlos Boyero, que se nos está haciendo muy mayor. Visita, por vez terciaria, el Cineclub El Gallinero; al que vino a mostrar las herramientas que utiliza para desmembrar a los críticos cinematográficos poseedores de la verdad absoluta; y, ¡oye!, no nos pareció tan cruel. Nos trajo: La Ruleta de la Fortuna y la Fantasía y Drive My Car. ¿Le quemamos o no?


 

El cine de Japón tiene una historia que abarca más de 100 años. La importación desde Francia de un cinematógrafo de los hermanos Lumière en 1897 marcó los albores del cine en Japón.

Japón tiene una de las industrias cinematográficas más antiguas y más grandes del mundo; en 2010, fue el cuarto más grande productor de largometrajes a nivel mundial.​ Japón ha ganado cinco veces el Premio Óscar a la mejor película de habla no inglesa, más que cualquier otro país asiático.

Sé que poco aporto relatando a los seguidores del Cineclub, al menos a los más pertinaces, la importancia de cineastas como Yasujiro Ozu (Cuentos de Tokio, Primavera tardía, Buenos días...), Kenji Mizoguchi (Las hermanas de Gion, La historia del último crisantemo, Cuentos de la luna pálida, El intendente Sansho... ), Akira Kurosawa (Los siete samurais, Rashomon, Ran, Yohimbo, Kagemusha, Vivir...), Masaki Kobayashi  (Harakiri Seppuku, Trilogía de la condición humana...),  Kon Ichikawa (El arpa birmana), Ishiro Honda (Godzilla) ...; o gente de la nueva ola como Shohei Imamura (La balada de Narayama, Lluvia negra, La anguila...) o Nagisa Oshima (El rebelde, El ahorcamiento, El imperio de los sentidos...)..., o del inmenso maestro del anime Hayao Miyazaki ( La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro, El castillo ambulante...)... Pero, por si hay algún despistadillo que no recuerde ni un título japonés, le recomiendo se ponga al día de estos artistas del celuloide.



Lo cierto es que bueno sería recuperar estos clásicos, referentes de la historia universal del cine; que nos cuentan que, a lo largo de cien años, algunas cosas no han cambiado nada; algunas han mejorado; y en otro tipo de valores (sobre todo los espirituales) vamos de puto culo.

Toda esta excusa de leve oratoria para deciros que llevamos programadas 15 películas japonesas en nuestra efeméride, la que habla de que en un pueblo de Extremadura, tras más de 21 años, sigue existiendo un sitio donde ponen cine de autor un día a la semana, hasta cumplimentar la número 700, en esta hermosa primavera del 2024.

Además del realizador, del que hoy nos ocupamos, todos conocéis nuestra debilidad por Hirokazu Koreeda, del que hemos proyectado nueve films (Nadie sabe, Still Walking, Un asunto de familia, Broker...). Y aunque ser directora en Japón sea casi un acto rebelde, nosotros no olvidamos a Naomi Kawase (Aguas tranquilas, Una pastelería en Tokio, Hacia la luz...)

 

Como lágrimas en la lluvia

Quienes tenéis la buena costumbre de visitar el blog, habréis reparado esta semana que el rotulito verde, el que titula la entrada, ha saltado al número 700. Eso quiere decir que si el 14 de Marzo del 2002, cuando la antigua Ossa de 35 milímetros puso en marcha el Cineclub El Gallinero, con La cuadrilla (Ken Loach), nos hubiéramos quedado a vivir en la Sala Avenida, sin hacer otra cosa más que mirar la pantalla, hubiéramos necesitado dos meses (12 películas por día) para visionar todo lo que se ha proyectado hasta el momento final de El mal no existe (Ryûsuke Hamaguchi).
 
Aproximadamente: 130.000.000 de fotogramas, 2.800 kilómetros de la antigua película de acetato, cerca de 3000.000 euros de gastos, 35.000 espectadores...

Fríos números, incapaces de trasladar tantas emociones, expectativas, esperanzas, sorpresas, descubrimientos, risas y llantos... Caja mágica de valores que no cotizan en los mercados, aunque el cine sea una industria y el rodillo de la dolarización, y la propaganda, estén trabajando en su reconversión partidista. Por suerte, el arte es un caballo de difícil doma y mientras haya cineastas irreductibles y espectadores militantes y agradecidos el CINE vencerá.

¡ Enhorabuena. Larga vida al Cineclub !

Jaht

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