Las Tortugas También Vuelan
(Lakposhta Parvaz Mikonand)
Miércoles 9/Jueves 10-Noviembre 2005
Sala Avenida/Jaraíz
21:00 Horas
DIRECTOR
Bahman Ghobadi
GUIÓN: Bahman Ghobadi
MÚSICA: Housein Alizadeh
FOTOGRAFÍA: Shahriar Assadi
REPARTO: Avaz Latif, Soran Ebrahim, Hirsh Feyssal, Saddam Hossein Feysal, Abdol Rahman Karim
GÉNERO: Drama | Pobreza. Discapacidad. Drama social. Infancia
DURACIÓN: 95 Min.
PAÍS: Irán
SINOPSIS
Los habitantes de un campo de refugiados del Kurdistán iraquí buscan
desesperadamente una antena parabólica para poder estar informados del
inminente ataque americano contra Irak. Los niños del campamento,
liderados por un chico al que llaman "Satélite", se dedican a la
recogida y venta de minas antipersona. Nuevos refugiados llegan al
lugar: un joven mutilado, su hermana y un niño pequeño. Satélite quedará
prendado de la triste belleza de la joven.
¿Quién es quién?
Bahman Ghobadi (Baneh-1969) es un director de cine, guionista, productor, director artístico, actor y diseñador de producción kurdo iraní.
Nació en Baneh, un pueblo del Kurdistán iraní cerca de la frontera con Irak. Tras concluir sus estudios secundarios, empezó su carrera artística como fotógrafo industrial y estudió en el Iranian Broadcasting College de Teherán, pero no terminó la carrera y optó por dedicarse a rodar cortometrajes documentales en 8 mm. Tras el éxitó alcanzado por su corto Life in a Fog en 1999, realizó su primer largometraje, A Time for Drunken Horses, que ganó la Cámara de Oro del Festival de Cannes en 2000. Esta película y las que siguieron fueron aclamadas por la crítica y premiadas en festivales internacionales, pero apenas pudieron ser vistas en su país de origen.
En el año 2000, fundó la productora Mij Film, dedicada a producir y apoyar el cine kurdo. La palabra mij significa «niebla» en kurdo.
Su tercer filme, Las tortugas también vuelan, fue Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián,
Bahman Ghobadi es el principal portavoz del cine kurdo. Su película Time for Drunken Horses, es la primera película que haya sido rodada en idioma kurdo y se desarrolla en las montañas del Kurdistán que separan Irán e Irak. Ghobadi ayuda y promociona las producciones del joven cine kurdo que hasta el estreno de esa película en el año 2000 no existía.
Nació en Baneh, un pueblo del Kurdistán iraní cerca de la frontera con Irak. Tras concluir sus estudios secundarios, empezó su carrera artística como fotógrafo industrial y estudió en el Iranian Broadcasting College de Teherán, pero no terminó la carrera y optó por dedicarse a rodar cortometrajes documentales en 8 mm. Tras el éxitó alcanzado por su corto Life in a Fog en 1999, realizó su primer largometraje, A Time for Drunken Horses, que ganó la Cámara de Oro del Festival de Cannes en 2000. Esta película y las que siguieron fueron aclamadas por la crítica y premiadas en festivales internacionales, pero apenas pudieron ser vistas en su país de origen.
En el año 2000, fundó la productora Mij Film, dedicada a producir y apoyar el cine kurdo. La palabra mij significa «niebla» en kurdo.
Su tercer filme, Las tortugas también vuelan, fue Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián,
Bahman Ghobadi es el principal portavoz del cine kurdo. Su película Time for Drunken Horses, es la primera película que haya sido rodada en idioma kurdo y se desarrolla en las montañas del Kurdistán que separan Irán e Irak. Ghobadi ayuda y promociona las producciones del joven cine kurdo que hasta el estreno de esa película en el año 2000 no existía.
Y me parece a mi
Dios no existe
Nunca había visto tanta pregunta sin
respuesta. Los que cuestionan no articulan palabras, sólo miran, juegan,
sobreviven...Nunca había visto niños tan vivos floreciendo en medio de
eriales, hierros oxidados y campos de minas. Otra vez Los Olvidados y
otra vez Buñuel reencarnado en un hombre del Kurdistán (Bahman Ghobadi).
El infante más viejo, el que desactiva bombas con la boca, el que huye horrorizado hacia ninguna parte es el personaje cinematográfico de mirada más triste con el que yo me haya topado. Su soledad incurable, su niñez perdida, su convencimiento de que lo peor está por llegar, su mutilación física y espiritual, su desamparo....¡tantas cosas!, que de no ser ciertas nadie, ni el mejor actor del mundo sería capaz de interpretar, ni de transmitir.
Ver Las tortugas también vuelan es imprescindible para quienes crean: que la realidad nunca será superada por la ficción y que desfilan más monstruos delante de nuestros ojos abiertos que tras las cortinas de nuestros párpados.
El infante más viejo, el que desactiva bombas con la boca, el que huye horrorizado hacia ninguna parte es el personaje cinematográfico de mirada más triste con el que yo me haya topado. Su soledad incurable, su niñez perdida, su convencimiento de que lo peor está por llegar, su mutilación física y espiritual, su desamparo....¡tantas cosas!, que de no ser ciertas nadie, ni el mejor actor del mundo sería capaz de interpretar, ni de transmitir.
Ver Las tortugas también vuelan es imprescindible para quienes crean: que la realidad nunca será superada por la ficción y que desfilan más monstruos delante de nuestros ojos abiertos que tras las cortinas de nuestros párpados.
Jaht
Tal como éramos
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