martes, 2 de noviembre de 2021

Película 561 # Año XIX

 Un Segundo

(Yi miao zhong)

Miércoles 3 de Noviembre/2021

Sala Avenida/Jaraíz

20:30 Horas 


DIRECTOR

Zhag Yimou

GUIÓN: Zhang Yimou, Jingzhi Zou. Novela: Yan Geling

MÚSICA: Lao Zai
 
FOTOGRAFÍA: Zhao Xiaoding
 
REPARTO: Yi Zhang, Fan Wei, Li Xiaochuan, Yu Ailei, Yan Li, Liu Yunlong
 
GÉNERO: Drama | Revolución cultural china. Histórico   
DURACIÓN: 104 Min.
 
PAÍS: China 
 
 

 

SINOPSIS

Un convicto es enviado a un campo de trabajo en el desolado noroeste de China durante la Revolución Cultural del país. Utilizando su ingenio, y con el único fin de ver a su hija, quien ha sido filmada en una película, logra escapar y huye en dirección al cine de un pueblo cercano. Allí espera encontrar esa cinta de película y hacerse con ella. Sin embargo, en dicho lugar se cruza con una vagabunda desesperada por conseguir el mismo carrete de película y que logra robarlo. Curiosamente, este enigmático objeto, que ambos anhelan por motivos muy distintos, se convertirá en la raíz de una inesperada amistad.

¿Quién es quién?

Zhang Yimou
(1951) es un director de cine chino de gran proyección internacional. 
Durante la Revolución Cultural (1966-1978), abandonó sus estudios y se integró en una granja de trabajo, donde, durante diez años, trabajó como operario textil. Acabada esta etapa, en 1978, con 28 años, retomó sus estudios e ingresó en la Academia de Cine de Pekín, logrando finalmente graduarse en 1982. Tras graduarse, empezó a trabajar como fotógrafo y dibujante. 
 
Debutó como director con Sorgo rojo (1987) y, al ganar el Oso de oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 1988, pasó a ser mundialmente conocido. En Sorgo rojo, Zhang coincide por primera vez con la que será su primera musa Gong Li, por entonces una actriz debutante. Ambos compartieron una relación más que profesional que incluye Ju Dou (1990), La linterna roja (1991), Qiu Ju, una mujer china (1992), ¡Vivir! (1994) y La joya de Shangai (1995), con la que su relación terminó, poniendo fin a una de las etapas más prolíficas del cine chino moderno. Después, en El camino a casa (1999), Zhang encontró a una nueva musa en la joven actriz china Zhang Ziyi, con la que inauguró una nueva etapa de cine de artes marciales que le dio una aún mayor fama internacional: Hero (2002), La casa de las dagas voladoras (2004) y La maldición de la flor dorada (2006), en la que se reunió de nuevo con Gong Li.


 
Zhang forma parte de lo que se conoce como la quinta generación del cine chino, que está integrada por aquellos directores (Wu Tianming, Chen Kaige...) que, como él, comenzaron su carrera tras la Revolución Cultural a finales de los años 1970.

Su cine se caracteriza por una cuidada y estudiada fotografía, lo que no es de extrañar, pues inició su carrera precisamente como director de fotografía. Dos de sus películas serían incluso nominadas al Oscar a Mejor fotografía.
No obstante la repercusión internacional del director, varias de sus películas fueron prohibidas en China: Semilla de crisantemo (Ju Dou, 1990) y La linterna roja (Da hong Deng long Gao gao Gua, 1991). Su obra maestra ¡Vivir! (1994) fue censurada en China pese a alzarse con el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes. En 2008, Zhang Yimou, junto con el coreógrafo Zhang Jigang, dirigió la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. 
  
 
 Para el Cineclub El Gallinero es un grandísimo honor contar de nuevo con uno de nuestros directores favoritos. Cuatro de las diez películas chinas que se han proyectado llevan su firma: Happy Times, la pusimos en el 2003, aunque Zhang la había presentado en el 2000; los canales de distribución de la República Popular suelen estar acenagados y su cine solo llega a través de los Festivales de Cine. En el 2011 nos llegó: Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos, el homenaje que hizo a los Hnos Coen y a su primera película, Sangre fácil.
 Hace nueve años y a través del canal Seminci se posó en nuestro corral la poética : Amor bajo el espino blanco, también sobre el tema que tanto ha obsesionado a Yimou a lo largo de su carrera (la década larga de la Revolución Cultural).
 
Fan Wei (1962), uno de los intérpretes os resultará familiar por haber intervenido también en Ciudad de vida y muerte


 Y me parece a mi
 

Ese escaso margen de tiempo (un segundo) puede eternizarse, adquirir la importancia vital que marque toda una existencia, sobre todo si está contenido en unos fotogramas que puestos en bucle nos hagan revivir algo muy querido. Zhang Yimou, capaz de la máxima espectacularidad en sus encuadres coloristas, encuentra la poesía en los rincones más inhóspitos, en los hechos más cotidianos, en las personas más insensibles...

El hombre rudo y, en apariencia,desalmado; la chica sobreviviente y terca; el metódico y competente proyeccionista; los habitantes de la aldea, ávidos de imágenes en movimiento...; todos ellos, víctimas de un destino incierto e inquietante, se necesitan más de lo que pueda parecer a primera vista y comparten un nexo común, que se encuentra dentro de la cabina, en la atestada sala, en la enorme sábana palpitante, en la limpieza de la cinta que transporta fotografía y sonido.

El misterio de la lata nº6, así como la vida de quienes, como polillas enamoradas revolotean a su alrededor, se va desgranando conforme avanza la acción cinematográfica. Por un lado nuestro proyector digital, por el otro los motores que arrastran hacia el foco de luz las imágenes impresas en el celuloide. La liturgia se repite y nosotros, los extremeños de ahora asistiendo a una sesión del Cineclub Gallinero; y ellos, los chinos de ayer, los de la Revolución Cultural; somos testigos de lo que ocultaba y oculta la linterna mágica, sea haciendo girar bobinas de celuloide o acoplando el cartucho DCP.

Sentido homenaje del enorme realizador chino, de una generación (la 5ª) más crítica con el estado y más defensora del individuo.
Jaht
 

 
 
 
 
 

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