Mounia Meddour
GUIÓN: Fadette Drouard, Mounia Meddour
MÚSICA: Rob
FOTOGRAFÍA: Léo Lefèvre
REPARTO: Marwan Zeghbib, Lyna Khoudri, Shirine Boutella, Amira Hilda Douaouda, Yasin Houicha, Zahra Manel Doumandji, Aida Ghechoud, Nadia Kaci, Meriem Medjkrane, Samir El Hakim, Khaled Benaissa, Abderrahmane Boudia, Malek Ghellamat, Ahmed Benaïssa, Amine Mentseur
GÉNERO: Drama | Religión. Moda. Años 90. Feminismo
DURACIÓN: 106 Min. PAÍS: Argelia
SINOPSIS
Argelia, años 90. Nedjma, de 18 años, estudiante alojada en la ciudad universitaria de Argel, sueña con convertirse en estilista y se niega a que los trágicos sucesos de la guerra civil argelina le impidan llevar una vida normal y salir por la noche con su amiga Wassila. Al caer la noche, se escurre entre las redes del alambrado de la ciudad con sus mejores amigas para acudir a la discoteca donde vende sus creaciones a las ‘papichas’, las jóvenes argelinas. La situación política y social del país no deja de empeorar. Nedjma se niega a aceptar las prohibiciones de los radicales y decide luchar por su libertad e independencia organizando un desfile de moda.
En esta irrespirable atmósfera se desarrolla la vida de Nedjma y sus amigas, universitarias irreductibles, porque contra el miedo el único arma eficaz es la huida hacia adelante.
Cada metro de conquista ha supuesto para las mujeres muchos años de lucha y sacrificio, como para dejar que en nombre de una religión se las niegue la toma de decisiones. Nuestra joven argelina (papicha) se niega a las castrantes imposiciones de los intérpretes radicales del Corán, que intentan sembrar el terror para conseguir sus objetivos. A pesar de su corta edad sabe que para combatir el horror, que algunos ven inevitable e invencible, hay que actuar como si nada estuviera pasando. Eso es lo que ellos quieren, piensa, que nos quedemos paralizadas, y decide ignorar a los ideólogos represores y a sus cobardes secuaces, enfureciéndolos hasta el paroxismo; y sigue bailando, riendo y ocupándose de lo que más le apasiona: diseñar vestidos, vertiendo en ellos toda la imaginación.
Como no podía ser de otra manera es una mujer (Mounia Meddour), directora novel, la que comanda este proyecto reivindicativo y esperanzador, con valentía y convencimiento y es tan respetable este empeño que analizar otros aspectos cinematográficos, aquí y ahora, estaría fuera de lugar. Lo que importa es el mensaje.
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