Grand Tour
Miguel Gomes
Miguel Gomes
3 de Abril
Sala Avenida - Jaraíz
21:00 hrs
Dirección: Miguel Gomes
Título original:Grand Tour
Año: 2024
Duración: 129 min.
País: Portugal
Guion: Telmo Churro, Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes, Mariana Ricardo
Fotografía: Gui Liang, Sayombhu Mukdeeprom, Rui Poças
La primera peli portuguesa que engalanará la hemeroteca gallinar marca un hito doblemente condecorativo, pues será Miguel Gomes, director de la mítica Tabú , el encargado de hacer los honores con una formidable aventura que nos sumerge en un viaje de arrebatadora belleza, humor y tristeza más allá del tiempo.
👁️ Jueves 3, ⚠️21:00⚠️
Drama | 129 min. | Portugal | #743
GRAND TOUR fue vista por 50 espectadores
La NOTA media a pie de sala fue de 7,1
Sinopsis
Rangún, Birmania, 1917. Edward, funcionario del Imperio Británico, huye de su prometida Molly el día que ésta llega para casarse. Durante su viaje, sin embargo, el pánico da paso a la melancolía. Contemplando el vacío de su existencia, el cobarde Edward se pregunta qué habrá sido de Molly... Decidida a casarse y divertida por la jugada de Edward, Molly le sigue la pista a través de Asia.
🏅
2024: Festival de Cannes: Mejor dirección. 2 nominaciones
2024: Festival de Valladolid - Seminci: Mejor montaje. 2 nominaciones
2025: Premios Platino del Cine Iberoamericano: Nominada a Mejor película Iberoamericana.
2025: Premios Sophia: 11 nominaciones
✏️
"Una película mayor esencialmente romántica; una película que arrastra consigo el tamaño desmesurado de (...) la pasión sin límite y la tristeza que no acaba por infinita. (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)"
Luis Martínez: Diario El Mundo
"Formidable aventura (...) tan enrevesada de explicar cómo sencilla de admirar. (...) Gomes nos sumerge en un viaje más allá del tiempo cuya arrebatada belleza, su humor y tristeza, conforman un emocionante lugar propio."
Elsa Fernández-Santos: Diario El País
"La aparición redundante de marionetas orientales con su propia historia que recrea la que cuenta Miguel Gomes sugiere esa textura de fábula que embellece la obra (...) Con un pequeño 'clic' es muy agradable de ver y muy difícil de olvidar. (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)"
Oti Rodríguez Marchante: Diario ABC
"Un melodrama exótico, tan romántico como distanciado, en el que Miguel Gomes evoca con más melancolía que ironía la ‘saudade’ de cierta literatura colonial. (...) Puntuación: ★★★★★ (sobre 5)"
Sergi Sánchez: Diario La Razón
"Abandonarse a los misterios y los ritmos embriagadores de ‘Grand Tour’ es la mejor manera de disfrutar su esplendidez. (...) Puntuación: ★★★★★ (sobre 5)"
Nando Salvá: Diario El Periódico
"Un gran viaje por Asia teñido de romanticismo y poesía, cuyas imágenes fascinantes son algo parecido a la deconstrucción del melodrama de aventuras exóticas de Von Sternberg y otros maestros del viejo Hollywood (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)"
Jordi Batlle Caminal: Diario La Vanguardia
"'Grand Tour' [es] una de las experiencias más bellas y gozosas de este Festival de Cannes."
Pepa Blanes: Cadena SER
♒︎
Lo que dice Jaht
https://cineclubgallinero.blogspot.com/.../pelicula-742...
Trailer
https://www.dailymotion.com/video/x9fppy6
Calificación: NR -12
Y me parece a mi
La gata enamorada del roedor
Siguiendo la tónica general del cine luso que, milagrosamente, consiste en que el director es el absoluto patrón de la obra y, por tanto, no tiene que hacer concesiones bajo ningún concepto; Miguel Gomes se embarca en un larguísimo viaje, jugando al ratón y al gato, por parte del continente asiático, en los albores del siglo XX, para contarnos los avatares de Edward y Molly, que arrancan de Rangun (Birmania, hoy Myanmar).
Es una pareja singular la que forman, en la distancia, el funcionario británico y su prometida, ansiosa por ser desposada y, enamorada hasta las trancas de un hombre miedoso y dubitativo; que prefiere salir a la carrera antes que afrontar un cambio fundamental en su rutinaria vida.
Esta relación dispersa y ambulante servirá para que el realizador portugués exponga sus puntos de vista sobre la existencia y su contenido; las lacras del colonialismo; los convencionalismos sociales (un siglo atrás); el bullir hipnotizador de etnias, culturas y religiones; el exotismo de los paisajes y la imparable fuerza de la naturaleza... Todo ello fotografiado en un descriptivo y granuloso blanco y negro que se desborda en explosiva paleta de color cada vez que aspectos importantes de la vida, según el autor, aparecen en pantalla: la diversión inocente (el tiovivo, los títeres), el juego, el espectáculo y la danza, el luminoso y prometedor Año Nuevo, la luz comiéndose a las tinieblas...; escapatorias imprescindibles de la grisura de la vida, y de los malos sueños.
Toda esta espontaneidad intimista, hermosa y reflexiva, que emana de Grand Tour, se la debemos a la independencia de los cineastas vecinos, que no plantean sus creaciones para agradar ni al gran público ni a los que invierten en arte para especular; aquellos que no consideran que la inspiración nace muerta si no tiene libertad.
Estos valientes proyectos que fluyen con parsimonia y nos permiten zambullirnos dentro de los planos, y que tan nerviosos ponen a los espectadores impacientes, son balsámicos en los estúpidos días que estamos padeciendo, los del: "lo quiero todo, y lo quiero ya"
Siguiendo la tónica general del cine luso que, milagrosamente, consiste en que el director es el absoluto patrón de la obra y, por tanto, no tiene que hacer concesiones bajo ningún concepto; Miguel Gomes se embarca en un larguísimo viaje, jugando al ratón y al gato, por parte del continente asiático, en los albores del siglo XX, para contarnos los avatares de Edward y Molly, que arrancan de Rangun (Birmania, hoy Myanmar).
Es una pareja singular la que forman, en la distancia, el funcionario británico y su prometida, ansiosa por ser desposada y, enamorada hasta las trancas de un hombre miedoso y dubitativo; que prefiere salir a la carrera antes que afrontar un cambio fundamental en su rutinaria vida.
Esta relación dispersa y ambulante servirá para que el realizador portugués exponga sus puntos de vista sobre la existencia y su contenido; las lacras del colonialismo; los convencionalismos sociales (un siglo atrás); el bullir hipnotizador de etnias, culturas y religiones; el exotismo de los paisajes y la imparable fuerza de la naturaleza... Todo ello fotografiado en un descriptivo y granuloso blanco y negro que se desborda en explosiva paleta de color cada vez que aspectos importantes de la vida, según el autor, aparecen en pantalla: la diversión inocente (el tiovivo, los títeres), el juego, el espectáculo y la danza, el luminoso y prometedor Año Nuevo, la luz comiéndose a las tinieblas...; escapatorias imprescindibles de la grisura de la vida, y de los malos sueños.
Toda esta espontaneidad intimista, hermosa y reflexiva, que emana de Grand Tour, se la debemos a la independencia de los cineastas vecinos, que no plantean sus creaciones para agradar ni al gran público ni a los que invierten en arte para especular; aquellos que no consideran que la inspiración nace muerta si no tiene libertad.
Estos valientes proyectos que fluyen con parsimonia y nos permiten zambullirnos dentro de los planos, y que tan nerviosos ponen a los espectadores impacientes, son balsámicos en los estúpidos días que estamos padeciendo, los del: "lo quiero todo, y lo quiero ya"
Jaht





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