Austria, siglo XVIII. Pueblos rodeados de profundos bosques. En lo alto de una colina, una mujer ha sido ejecutada y expuesta a la vista de todos tras matar a un bebé. Como prueba. Como advertencia. ¿Como un presagio? Agnes, profundamente religiosa y muy sensible, se casa con su amado Wolf y se prepara cándidamente para una vida de esposa. Poco después, su cabeza y su corazón empiezan a sentirse pesados. Día tras día, se ve cada vez más atrapada en un camino turbio y solitario que la conducen a los malos pensamientos. Quizá... no sólo pensamientos.
¿Quién es quién?
Veronika Franz (nacida en 1965) y Severin Fiala (nacido en 1985) son un dúo de cineastas austríacos. Franz es pareja del director Ulrich Seidl y Fiala es sobrino del cineasta.
Franz, ex periodista de cine, comenzó su carrera cinematográfica coescribiendo con Seidl. Veronika y Severin comenzaron su asociación creativa escribiendo y dirigiendo Kern (2012), un documental sobre el actor Peter Kern. Luego ganaron reconocimiento internacional por su debut en largometrajes, la película de terror psicológico en alemán Goodnight Mommy (2014), que fue seleccionada como la entrada austriaca a la Mejor Película en Lengua Extranjera en la 88.ª edición de los Premios Óscar.
En 2019 escribieron y dirigieron, bajo bandera inglesa, Lodge (La cabaña siniestra).
Y me parece a mi
La religión como parte del problema
Las razones por las que las personas pasan de estar entre nubes de algodón (alegría) a caer en los pozos más profundos y hediondos (depresión), aunque tienen también componentes circunstanciales, son motivaciones alejadas del simple entendimiento humano, aún en nuestros días, doscientos cincuenta años después de que Agnes se viera inmersa sorpresivamente en el terrible baño del diablo.
En el siglo XVIII, en algún lugar de Austria, entre bosques y oscuras aldehuelas los seres humanos intentaban encontrar el unicornio, que algunos decían haber visto, de la felicidad. Y se agarraban, como tabla de salvación, a lo que sus instintos, sus tradiciones, su cortedad empírica y las tediosas e incongruentes recomendaciones eclesiásticas les señalaban. Escaso bagaje para tan duro camino.
Que sepáis que el período en el que transcurre la historia cierta de esta víctima propiciatoria, coincide con el final de la Edad Moderna, que va desde el llamado Descubrimiento a la Revolución Francesa; eso lo señalo para que tomen nota quienes consideran lo moderno como sinónimo de progreso y mayor bienestar. Pues bien, al margen de otras cuestiones siempre impregnadas por el dogmatismo de las diferentes sectas de engañabobos (iglesias); como podrían ser la homosexualidad (que en el relato aparece muy tímidamente), el miedo atroz a la muerte sin confesión o sentirse diferente al resto de la piara...; nuestros bichos raros, los más sensibles, cualquiera que se atreviera a cuestionar algunos preceptos, estaban condenados a la incomprensión y soledades más profundas.
En ese estadio se hallaba nuestra recién casada (casta y pura muy a su pesar) que llega a la conclusión de que se acabó el líquido del pozo de las ilusiones. De que solo en el más allá encontrará alivio, pero necesitará hacer las cosas bien para obtener confesión y tierra cristianizada.
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