El Faro
The Lighthouse
Jueves 27 de Febrero
Sala Avenida/Jaraíz
20:30 Horas
DIRECTOR
Robert Eggers
GUIÓN: Robert Eggers, Max Eggers
MÚSICA: Mark Korven
FOTOGRAFÍA: Jarin Blaschke (B&W)
REPARTO: Willem Dafoe, Robert Pattinson
GÉNERO: Drama. Fantástico. Terror | Siglo XIX. Drama psicológico
DURACIÓN: 110 Min.
PAÍS: U.S.A.
SINOPSIS
Una remota y misteriosa isla de Nueva Inglaterra en la década de 1890. El veterano farero Thomas Wake (Willem Dafoe) y su joven ayudante Ephraim Winslow (Robert Pattinson) deberán convivir durante cuatro semanas. Su objetivo será mantener el faro en buenas condiciones hasta que llegue el relevo que les permita volver a tierra. Pero las cosas se complicarán cuando surjan conflictos por jerarquías de poder entre ambos.
¿Quién es quién?
Robert Neil Eggers (nacido en Lee, New Hampshire - USA -1983) es director de cine, guionista y diseñador de producción. Es conocido por sus aclamadas películas de terror The Witch (2015) y The Lighthouse (2019).
Eggers comenzó su carrera como diseñador y director de producciones teatrales en Nueva York antes de pasar a trabajar en cine. Su hermano Max es el co-guionista de la obra que os presentamos hoy, con la que debuta en el Cineclub.
Quien seguramente os resultará más reconocible es uno de los protagonistas de El Faro: William James "Willem" Dafoe (Appleton, Wisconsin-1955), actor de cine y teatro, coproductor y miembro fundador de la compañía teatral The Wooster Group.
Nominado al premio Oscar una vez como mejor actor: At Eternity's Gate (2018), dando vida a Van Gogh, y en tres ocasiones como mejor actor de reparto: Platoon (1986), La sombra del vampiro (2000) y The Florida Project (2017). Ha tenido papeles también en películas como To Live and Die in L.A., Nacido el 4 de julio, La última tentación de Cristo, Mississippi Burning, Wild at Heart, The Boondock Saints, El paciente inglés, Inside Man, The Life Aquatic with Steve Zissou, Spider-Man, El aviador, American Psycho..
Es un actor que ha aparecido, al menos, en 120 filmes; y en El Gallinero todos le recordaréis, sus películas no han sido menores, por sus apariciones en: Manderlay, Anticristo y Nymphomaniac (Vol 2), de Lars von Trier; El Gran Hotel Budapest (Wes Anderson) y The Florida Project (Sean Baker).
Y me parece a mi
La luz del faro no calienta
Colocar una etiqueta nunca fue tarea
fácil, menos si la obra está llena de pasillos y recovecos interiores o
de incómodas y cortantes aristas en el exterior. Corresponde al
espectador, más que al exhibidor, ponerla en el lugar del estante que
considere. El faro, está plagada también de referencias que nosotros
encontramos y que es posible, al menos en parte, que Robert Eggers, y su
hermano, nunca las tuvieran en cuenta. Ya sabéis: Poe, Bergman, el
expresionismo pictórico alemán, Tarkovski, Lynch...
Este encontronazo en medio del océano de dos personajes tan complejos, como cualquier ser individualizado y escudriñado con detenimiento; aunque en este caso, en ocasiones, se trate más de una autopsia del alma y la mente; decía, que estos lobos de mar, o aspirantes a ello, están condenados a enfrentarse con fiereza en un minúsculo e inhóspito islote que parece sufrir una eterna oscuridad que, saliendo de sus ojos, cubre como espesa niebla, aguas, tierras y cielo.
Lo que queda, tras acompañarles en sus corrosivas soledades, son cajones de dudas y preguntas, y un sobrecito con amargas certezas sobre la condición humana.
El espectáculo que ambienta este, nos atrevemos a llamar, thriller sicológico, es digno de ver: amenazante oleaje, nubes de plomo que empujan hacia abajo, blanco y negro descriptivo que nos hace viajar al principio de los tiempos (cuando el "Gran Hacedor" aún no había puesto color en su paleta), rostros que llevan tatuadas sus propias calaveras... Repito, digno de verlo, haciendo votos por no vivirlo nunca y a sabiendas de que fuera, en la calle, seguirán estando el cálido sol, una luna maternal y hasta es posible que unos gramos de amor y un puñado de amistad.
Este encontronazo en medio del océano de dos personajes tan complejos, como cualquier ser individualizado y escudriñado con detenimiento; aunque en este caso, en ocasiones, se trate más de una autopsia del alma y la mente; decía, que estos lobos de mar, o aspirantes a ello, están condenados a enfrentarse con fiereza en un minúsculo e inhóspito islote que parece sufrir una eterna oscuridad que, saliendo de sus ojos, cubre como espesa niebla, aguas, tierras y cielo.
Lo que queda, tras acompañarles en sus corrosivas soledades, son cajones de dudas y preguntas, y un sobrecito con amargas certezas sobre la condición humana.
El espectáculo que ambienta este, nos atrevemos a llamar, thriller sicológico, es digno de ver: amenazante oleaje, nubes de plomo que empujan hacia abajo, blanco y negro descriptivo que nos hace viajar al principio de los tiempos (cuando el "Gran Hacedor" aún no había puesto color en su paleta), rostros que llevan tatuadas sus propias calaveras... Repito, digno de verlo, haciendo votos por no vivirlo nunca y a sabiendas de que fuera, en la calle, seguirán estando el cálido sol, una luna maternal y hasta es posible que unos gramos de amor y un puñado de amistad.
Jaht
51 Espectadores / 8,3 Puntuación Obtenida
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