miércoles, 5 de diciembre de 2007

Película 124 # Año V

 Conversaciones con mi Jardinero

(Dialogue avec mon jardinier)

 Miércoles 5/Jueves 6-Diciembre/2007 

Sala Avenida/Jaraíz

21:00 Horas

 


DIRECTOR
Jean Becker
 
GUION: Jean Becker, Jean Cosmos, Jacques Monnet. Novela: Henri Cueco
 
FOTOGRAFÍA: Jean-Marie Dreujou
 
REPARTO: Daniel Auteuil, Jean-Pierre Darroussin, Fanny Cottençon, Alexia Barlier, Hiam Abbass, Élodie Navarre 
 
 GÉNERO:  Drama. Comedia | Amistad 
 
DURACIÓN: 104 Min.
 
PAÍS: Francia





SINOPSIS

Después de haberse dado a conocer en París, un pintor regresa a su pueblo natal en pleno campo. La casa en la que pasó su infancia cuenta con un espléndido jardín, pero él ni sabe ni le apetece cuidarlo. Por eso pone un anuncio en el periódico local solicitando los servicios de un jardinero. El primer y último candidato es un compañero al que no veía desde los tiempos de la escuela. En su contacto diario con él, el pintor descubre a un hombre que le intriga y le asombra por su franqueza y por su elemental visión del mundo: no conoce la amargura ni la envidia, y su sistema de valores se basa en el uso del sentido común para juzgar cosas y personas; todo ello le proporciona una felicidad sin sobresaltos. 
 

 ¿Quién es quién?
    Jean Becker (París-1933) es un director, actor y guionista de cine francés. Es hijo del director Jacques Becker y hermano del director de fotografía Étienne Becker. 
Comienza su carrera como ayudante de dirección de su padre en No toquéis la pasta (Touchez pas au grisbi, 1953), Los amantes de Montparnasse (Montparnasse 19, 1958) y La evasión (Le Trou, 1959).
 

Tras el fallecimiento de su padre, al finalizar La evasión, Jean se lanza a la aventura de la dirección con Un tal La Rocca (Un nommé La Rocca, 1961) con Jean-Paul Belmondo, al que vuelve a dirigir en A escape libre (Echappement libre, 1964) y Dulce gamberro (Tendre voyou, 1966), películas que obtendrán una buena acogida entre el público. 
 
Tras la gran acogida  de Elisa (1995), con Vanessa Paradis y Gérard Depardieu, Becker realiza tres filmes rodados en torno los mismos actores, entre los que se encuentran Jacques Villeret, Suzanne Flon y André Dussollier : la aclamada La fortuna de vivir (Les Enfants du marais, 1998), Un crimen en el paraíso (Un crime au paradis, 2000), inspirada en la obra de Sacha Guitry La Poison (1951), y Los jardines de la memoria (Effroyables jardins, 2003) a partir del libro homónimo de Michel Quint. 

Daniel Auteuil (Argel, Argelia francesa-1950).
Hijo de cantantes de ópera, empezó en la comedia musical, y viajó a París a los 20 años para estudiar arte dramático con François Florent. Desde finales de los ochenta, su popularidad se disparó, y ha venido siendo, desde entonces, uno de los rostros más frecuentes y más laureados del cine francés, gozando del reconocimiento de la crítica internacional. Siempre en busca de papeles exigentes y complicados, y con una variedad de registros más que notable. El Cineclub le recuerda por su papel protagonista en Caché (Escondido), la obra (2005) de Michael Haneke

Jean-Pierre Darroussin (1953) es un actor y realizador francés.

Nació en Courbevoie, en las afueras de París, en una familia de clase obrera. Después de terminar sus estudios secundarios, se formó como actor en el Cours Florent y en el Conservatorio nacional de arte dramático donde coincidió con Catherine Frot y Ariane Ascaride. De 1978 a 1986, se dedicó al teatro sin abandonar el cine en el que debutó en 1979 con Jean-Jacques Annaud. En 1985, inició una larga colaboración con Robert Guédiguian convirtiéndose en uno de sus actores favoritos.​

En 1997, recibe el premio César al mejor actor secundario por su actuación en la película Un air de famille de Cédric Klapisch, y en 2018 su papel en la obra de teatro Arte, de Yasmina Reza, le valdrá el premio César al mejor actor de teatro privado. Su primer largometraje, Le pressentiment, ganó el premio Louis Delluc a la mejor ópera prima en 2006. 


Tal como éramos
 




Y me parece a mi
 
Lo difícil es saber hacer lo fácil

El hortelano, antiguo compañero del afamado pintor, sin formación académica, sin vida social parisina, tiene más cosas que enseñar, mayor currículum vitae (en el amplio sentido del término); que el retornado "triunfante" que viene a recuperar las señas de identidad que extravió entre el ruido y la impostura urbana.

¿Quién es realmente el artista?: ¿el que aprende fuera y vuelve renegado a buscar las esencias; o el que, sin salir del pueblo, ha establecido un diálogo constructivo con el transcurso natural de las cosas?; ¿quién será más trascendente?

El filósofo, o sea, el jardinero, uno de nuestros referentes tras ver la película, viene a decir a su antiguo amigo y a los del patio de butacas, que la vida es eso que pasa mientras perdemos el tiempo en "asuntos importantes" que son tan solo la antesala de los preparativos de nuestro funeral... (tempus fugit).

Jean Becker (imposible no recordar al gran Jacques, su padre) se deja impregnar de la sencillez cristalina del floricultor, para adaptar esta novela de Henri Cueco, que pone en escena una profunda reflexión existencialista y la sempiterna pregunta del por qué la civilización se empeña en elegir el falso camino, el que queda a espaldas de la felicidad.
Jaht


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