Caché (Escondido)
Miércoles 17 y Jueves 18 de Mayo (2006)
Sala Avenida -Jaraíz-
21:30 Horas
Michael Haneke
GUIÓN: Michael Haneke
MÚSICA: Varios
FOTOGRAFÍA: Christian Berger
REPARTO: Daniel Auteuil, Juliette Binoche, Maurice Bénichou, Annie Girardot, Lester Makedonsky, Bernard Le Coq, Walid Afkir, Daniel Duval, Aïssa Maïga
GÉNERO: Intriga. Drama | Drama psicológico
DURACIÓN: 117 Min.
PAÍS: Francia
SINOPSIS
Georges es el típico burgués: presenta un programa literario en
televisión y lleva una vida acomodada con su mujer y su hijo
adolescente. Pero, de repente, empieza a recibir unos paquetes anónimos
que contienen cintas de vídeo, grabadas desde la calle, y unos dibujos
inquietantes cuyo significado es un misterio. No sabe quién se los
envía; pero las secuencias que aparecen en las cintas son cada vez más
personales, lo que parece indicar que el remitente lo conoce desde hace
tiempo. Georges siente que una amenaza se cierne sobre él y su familia,
pero, como no hay evidencias de delito alguno, la policía se niega a
ayudarlo.
Y me parece a mi
Liberté, Egalité et Fraternité
La segunda vez que ves Caché te parece una película más ágil y más reveladora. Superado el impacto inicial y paralizante de las historias de Haneke puedes dedicarte a extraer el tuétano, a acompañar a la cámara y a eliminar aspectos que en el primer visionado habías considerado importantes y que ahora quedan en un segundo plano.
El realizador austríaco, como si de un perverso y cáustico Chabrol se tratara, escudriña una vez más las vísceras de la clase social alta y deja entrever que algunos están donde están, tal vez, no por su preparación y educación exquisitas sino por su falta de escrúpulos y su capacidad innata de pisar seres humanos con la misma elegancia que el cesped de los campos de golf.
Esta película, en la que el misterio y el ritmo de thriller son sólo la excusa para hablarnos de lo que se esconde en el alma de algunos burgueses "progresistas", arranca todas las capas que revisten la hermosa cebolla de la hipocresía y muestra la podredumbre que enmascaran los perfumes y el éxito.
Os aseguro que esta vez, esta otra vez, he perdido todo el interés por averiguar quién manda los inquietantes vídeos y las sangrientas postales, preocupado por el tufo que desprenden las supuestas víctimas: los ciudadanos libres de toda sospecha.
Y en estos días de expulsión de gitanos pobres de la Francia de las Libertades, este guión (casualmente francés) de Michael Haneke recobra una actualidad inusitada y se convertirá, por su verdad, en imperecedero.
Cacareos
Aquella luminosa primavera avanzada, 53 espectadores pasaron por la Sala Avenida (46 socios, 5 no socios y 2 jóvenes) la recaudación ascendió a 285,70 € de la época y la pérdida (sin contar la colaboración adelantada de los socios) la ciframos en 114 euros. Hay que reseñar que aquella tercera temporada el Ayuntamiento nos obligó a proyectar Miércoles y Jueves.
Difícil olvidar la reacción intempestiva de un espectador (no socio, y garganteño por más señas) que al terminar la proyección interpeló en voz alta desde el pasillo, cuando se dirigía a la salida: ¿quién ha traído esta puta mierda?
Caché fue vista por 53 espectadores
Estaba pasando
Liberté, Egalité et Fraternité
La segunda vez que ves Caché te parece una película más ágil y más reveladora. Superado el impacto inicial y paralizante de las historias de Haneke puedes dedicarte a extraer el tuétano, a acompañar a la cámara y a eliminar aspectos que en el primer visionado habías considerado importantes y que ahora quedan en un segundo plano.
El realizador austríaco, como si de un perverso y cáustico Chabrol se tratara, escudriña una vez más las vísceras de la clase social alta y deja entrever que algunos están donde están, tal vez, no por su preparación y educación exquisitas sino por su falta de escrúpulos y su capacidad innata de pisar seres humanos con la misma elegancia que el cesped de los campos de golf.
Esta película, en la que el misterio y el ritmo de thriller son sólo la excusa para hablarnos de lo que se esconde en el alma de algunos burgueses "progresistas", arranca todas las capas que revisten la hermosa cebolla de la hipocresía y muestra la podredumbre que enmascaran los perfumes y el éxito.
Os aseguro que esta vez, esta otra vez, he perdido todo el interés por averiguar quién manda los inquietantes vídeos y las sangrientas postales, preocupado por el tufo que desprenden las supuestas víctimas: los ciudadanos libres de toda sospecha.
Y en estos días de expulsión de gitanos pobres de la Francia de las Libertades, este guión (casualmente francés) de Michael Haneke recobra una actualidad inusitada y se convertirá, por su verdad, en imperecedero.
Jaht
Tal como éramos
Cacareos
Aquella luminosa primavera avanzada, 53 espectadores pasaron por la Sala Avenida (46 socios, 5 no socios y 2 jóvenes) la recaudación ascendió a 285,70 € de la época y la pérdida (sin contar la colaboración adelantada de los socios) la ciframos en 114 euros. Hay que reseñar que aquella tercera temporada el Ayuntamiento nos obligó a proyectar Miércoles y Jueves.
Difícil olvidar la reacción intempestiva de un espectador (no socio, y garganteño por más señas) que al terminar la proyección interpeló en voz alta desde el pasillo, cuando se dirigía a la salida: ¿quién ha traído esta puta mierda?
Caché fue vista por 53 espectadores
Estaba pasando
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