¡Bienvenid@s a nuestra vigésimo primera temporada!
¡Folk! Una mirada a la música tradicional
Miércoles 27 de Septiembre/2023
Sala Avenida/Jaraíz
20:00 Horas
DIRECTOR
Pablo García Sanz
GUION: Pablo García Sanz
FOTOGRAFÍA: Víctor Hugo Martín Caballero
REPARTO: Documental
GÉNERO: Documental | Documental sobre música
DURACIÓN: 77 Min.
PAÍS: España
SINOPSIS
La música tradicional forma parte de nuestra cultura, una cultura rica que nos ayuda a identificarnos como individuos dentro de una sociedad. Pero, ¿qué ocurre cuando los medios tradicionales de difusión desaparecen? ¿Es la evolución de la música tradicional algo necesario para llegar a nuevos públicos? ¿Hasta dónde se puede llegar a la hora de "modificar" una canción?
"¡Folk! Una mirada a la música tradicional" explora, a través de las palabras de sus protagonistas, todas estas cuestiones y nos encamina a buscar nuestra propia identidad dentro de una sociedad globalizada.
"¡Folk! Una mirada a la música tradicional" explora, a través de las palabras de sus protagonistas, todas estas cuestiones y nos encamina a buscar nuestra propia identidad dentro de una sociedad globalizada.
¿Quién es quién?
Pablo García Sanz, nacido en Valladolid y Licenciado en Comunicación Audiovisual por la UEMC. Ha dirigido múltiples cortometrajes hasta el año 2018 que estrenó su primer largometraje documental “¡Folk! Una mirada a la música tradicional” que obtuvo, entre otros reconocimientos, el Premio Espiello Choven al mejor documental en el Festival Internacional de Cine Etnográfico de Sobrarbe en 2019. En el año 2022 estrenó su segundo largometraje documental “Comuneros”. Alterna su labor de dirección, con el de dirección de fotografía con largometrajes como “Eigteam” del director Juan Rodriguez Briso. Desde el año 2020 es miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
Ha dedicado su vida a trabajos de interpretación, investigación y divulgación de la cultura tradicional y folklore que dio a conocer con la publicación de libros y grabación de discos cuyos temas versan sobre romances, canciones, dichos populares, cuentos legendarios y leyendas de difusión oral. Fue el creador del Centro Etnográfico de Urueña, proyecto que culminó en junio de 1994 con la Fundación Joaquín Díaz.
Y me parece a mi
El folk calienta la memoria
¿Desde cuándo el término folklórico comenzó a ser una coletilla peyorativa? Las músicas han acompañado al ser humano desde sus inicios, formando parte de su acervo cultural; y siempre nos han arropado, como los amigos, como la familia, en los momentos más significativos (tanto buenos, como malos) de nuestras vidas. ¿A qué viene entonces el desapego y desafecto, sin más miramiento?
En lo que se refiere a la música tradicional española, y más concretamente a la de Castilla-León, que es de lo que va este antropológico documental de Pablo García Sanz, es cierto que hubo un uso exagerado, manipulado e interesado, por parte del régimen franquista, de la faceta más facilona y menos reivindicativa de los bailes, canciones y costumbres, sin afán alguno de evolucionar y cuestionar, que es como avanzan las civilizaciones que tienen curiosidad y apuestan por el progreso.También es cierto, no obstante, que algunos estudiosos de lo popular tuvieron problemas con la dictadura por querer mantener unos criterios diferenciadores de la banalidad oficial.
Algunos de nuestros prohombres de la cultura tradicional de raíz (Agapito, Joaquín Díaz, Eliseo Parra...), desfilan por este interesante discurso sobre lo conveniente de no olvidar de dónde venimos y lo que se puede aportar, y aprender, de las nuevas músicas. Da gusto escuchar a quienes con argumentos consistentes, defienden algo que ellos aprecian tanto y que tan injustamente ha sido tratado.
Quienes fuimos niños entre calderos, tajuelas, zambombas, almireces, embudos trompeteros..., y alguna vihuela; la rítmica y trovadoresca tradición también nos huele a humo de chimenea, a chispa de herradura sobre las piedras del suelo, a naturaleza, a pan de tahona, a cabras perfumadas de tomillo y a tantas cosas que merecen la pena haberlas vivido y que servirán a otros si se las contamos, o cantamos.
¿Desde cuándo el término folklórico comenzó a ser una coletilla peyorativa? Las músicas han acompañado al ser humano desde sus inicios, formando parte de su acervo cultural; y siempre nos han arropado, como los amigos, como la familia, en los momentos más significativos (tanto buenos, como malos) de nuestras vidas. ¿A qué viene entonces el desapego y desafecto, sin más miramiento?
En lo que se refiere a la música tradicional española, y más concretamente a la de Castilla-León, que es de lo que va este antropológico documental de Pablo García Sanz, es cierto que hubo un uso exagerado, manipulado e interesado, por parte del régimen franquista, de la faceta más facilona y menos reivindicativa de los bailes, canciones y costumbres, sin afán alguno de evolucionar y cuestionar, que es como avanzan las civilizaciones que tienen curiosidad y apuestan por el progreso.También es cierto, no obstante, que algunos estudiosos de lo popular tuvieron problemas con la dictadura por querer mantener unos criterios diferenciadores de la banalidad oficial.
Algunos de nuestros prohombres de la cultura tradicional de raíz (Agapito, Joaquín Díaz, Eliseo Parra...), desfilan por este interesante discurso sobre lo conveniente de no olvidar de dónde venimos y lo que se puede aportar, y aprender, de las nuevas músicas. Da gusto escuchar a quienes con argumentos consistentes, defienden algo que ellos aprecian tanto y que tan injustamente ha sido tratado.
Quienes fuimos niños entre calderos, tajuelas, zambombas, almireces, embudos trompeteros..., y alguna vihuela; la rítmica y trovadoresca tradición también nos huele a humo de chimenea, a chispa de herradura sobre las piedras del suelo, a naturaleza, a pan de tahona, a cabras perfumadas de tomillo y a tantas cosas que merecen la pena haberlas vivido y que servirán a otros si se las contamos, o cantamos.
Jaht
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