GÉNERO: Romance. Drama | Drama romántico. Adolescencia
DURACIÓN: 117 Min.
PAÍS:Francia
SINOPSIS
En un suburbio de París con viviendas de protección oficial, la cámara
de Kechiche sigue a un grupo de chicos que viven las batallas típicas de
la edad. Se trata de una mirada nueva y fresca de los suburbios
franceses que han protagonizado recientemente unas violentas revueltas
que han puesto en jaque a la sociedad francesa.
¿Quién es quién?
Abdellatif Kechiche (Túnez, 17 de diciembre de 1960) es un actor, director de cine y guionista franco-tunecino. Su ópera prima como director fue La culpa la tiene Voltaire (La Faute à Voltaire), del 2000. También ha dirigido La escurridiza (L'Esquive), que obtuvo los premios César al mejor director y al mejor filme.
Sara Forestier (nacida el 4 de octubre de 1986) es una actriz, directora de cine y guionista francesa, de origen danés (Copenhague), que se estrenó con esta película, consiguiendo el César 2004 a la actriz más prometedora.
Y me parece a mi
Otros Romeos y otras Julietas
En una comunidad de barrios parisinos con
olor a cuscús y legumbres, alejados del "Chanel" y los "Louis Vuitton",
un grupo de adolescentes viven sus días más inciertos y dubitativos con
el amor de fondo y el teatro de excusa.
El tunecino Abdel Kechiche se introduce por las grietas suburbiales para
presenciar en primera fila el deambular de los jóvenes residentes,
escupidos a la calle por la poca confortabilidad de sus pisos-jaula y
por la escasa relación familiar (separaciones, horarios de trabajo...).
Interesante el planteamiento del director al colocar el amor, como si de
un pañuelo rojo se tratase, en el centro de la soga de la que tironean
los dos jóvenes protagonistas. El objetivo de él es aprehenderlo, como
única solución, para rellenar su vacío existencial; el de ella es
considerarlo un objeto valioso, atractivo, pero más peligroso que
eficiente y, sin duda, un freno para sus futuras libertades.
Krimo es instinto y corazón. Lydia, una elegante y reflexiva gacela.
REPARTO: Viggo Mortensen, Elena Anaya, Unax Ugalde, Eduard Fernández, Enrico Lo Verso, Eduardo Noriega, Juan Echanove, Ariadna Gil, Antonio Dechent, Javier Cámara, Blanca Portillo, Pilar López de Ayala, Pilar Bardem, Cristina Marcos, Francesc Garrido, Nadia de Santiago, Álex O'Dogherty, Carlos Bardem, Nicolás Belmonte, Nacho Pérez, Paco Tous
GÉNERO:Aventuras. Acción. Drama | Histórico. Siglo XVII. Capa y espada
DURACIÓN: 140 Min.PAÍS:España
SINOPSIS
España Imperial, siglo XVII. Diego Alatriste, valeroso soldado al
servicio de su majestad, combate en la guerra de Flandes. En una
emboscada de los holandeses, Balboa, su amigo y compañero de armas, cae
herido de muerte y le hace una petición que Alatriste promete cumplir:
cuidar de su hijo Íñigo y alejarlo del oficio de las armas.
Posteriormente, Alatriste, que malvive alquilando su espada, es
contratado junto a otro mercenario, el italiano Gualterio Malatesta,
para dar muerte a dos misteriosos personajes que viajan de incógnito a
Madrid.
¿Quién es quién?
Agustín Díaz Yanes (Madrid-1950) es un director de cine, guionista y novelista español.
Su reputación como guionista y las amistades que cultivó le permitieron rodar la película Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto en 1995, que le valió dos Premios Goya: por el guion y la dirección. Después del éxito de su primera película preparó el guion de Madrid Sur, un filme de ciencia-ficción que no pudo ser rodado por falta de financiación.
En 2001 juntó a Penélope Cruz y a Victoria Abril en su película Sin noticias de Dios, que fue nominada a once Goyas.
Y me parece a mi
Mejor Don Diego que Don Arturo
Posiblemente, los mismos que consideran
que compendiar cinco tomos (ya son ocho) en 140 minutos es misión
imposible, hubieran pedido un esfuerzo mayor de concreción a Díaz Yanes
si hubiera decidido contar la historia del capitán en dos o tres
entregas, argumentando que se servía de la paja para rellenar, y que
buscaba el fácil negocio de las sagas. Es cierto que nos volvemos muy
exquisitos, en este país, cuando el proyecto cinematográfico es obra de
los nuestros; y yo, que estoy muy a favor de la autocrítica, también veo
que apuntamos toda la fusilería a un solo lugar, dejando desguarnecidos
tantos flancos que nos interesaría más apuntalar: mayor apoyo a la
cultura, desde todos los ámbitos; menos veneno socio-político (ahora lo
denominan crispación) contra quienes se resisten al pensamiento único y
piensan diferente; cultivar más la benevolencia y menos el
convencimiento de que hay intencionalidades malévolas tras cualquier
intento de libre expresión...
Esta reflexión, que no es la primera vez que hago en voz alta, viene
tras leer un gran número de críticas vertidas en Filmaffinity, un lugar
acogedor en el que afortunadamente abundan más las yerbabuenas y la
educación.
La novela histórica de Pérez Reverte, que cuenta los sucesos que
acontecen en la vida de Diego Alatriste, allá por el denominado Siglo de
Oro (XVII) es adaptada por el director madrileño, poniendo énfasis en
las intrigas palaciegas, la guerra de Flandes y la corrupción y
decadencia que se respiraba por las calles de la capital.
Pasaban muchas cosas, sí, y el realizador las ordena, para algunos, de
forma precipitada. Los acontecimientos, no obstante, acaban inundando
hasta las vidas más tranquilas, y el oficio de un mercenario en los
tercios es de todo menos sosegado y prudente.
Y hablando de templanza, tal vez habría de pedir algo más de esta
cualidad al padre de Don Diego, que no es otro que el miembro
cartagenero de la Real Academia Española. Si algo nos sobra en este
país, es mala leche y desvergüenza.
REPARTO:Jeon Seong-hwan, Han Yeo-reum, Jeon Kuk-Hwan, Jo Seok-Hyeon, Seo Ji-suk
GÉNERO:Drama
DURACIÓN: 90 Min.
PAÍS:Corea del Sur
SINOPSIS
Un viejo pescador vive en medio del mar con una muchacha a la que
recogió cuando era niña. El viejo pescador espera que ella cumpla 17
años para desposarla. Mientras tanto, prepara la dote, la protege contra
los hombres que vienen a pescar a su barco e intentan propasarse con
ella. Su única forma de protegerla es disparando con el arco, un arco
que también le sirve para adivinar el futuro y como instrumento musical.
Un buen día, un grupo de pescadores desconocidos sube al barco, entre
los que se encuentra un joven universitario. El chico y la muchacha se
enamoran. El viejo pescador sabe que su sueño ha llegado a su fin...
¿Quién es quién?
Segunda entrega para el Cineclub del singular director coreano Kim Ki-duk (Bonghwa-1960- Gyeongsang del Norte-Corea del Sur)
Kim nació en el seno de una familia rural. Trasladados a Seúl cuando el cineasta tenía nueve años, se educó para trabajar en agricultura, pero abandonó su formación para trabajar como obrero fabril a los diecisiete años. Se alistó en la infantería de marina del ejército surcoreano a los veinte años y prestó servicio como suboficial hasta los veinticinco; a su baja se dedicó a la pintura —una afición desde niño—, ganándose la vida como acólito en un templo budista.
Con este curriculum tan particular decidió dedicarse al cine y contar historias a su manera, libre de las contaminaciones academicistas. Esta independencia le granjeó tantas simpatías como rechazos; pero lo cierto es que el creador de: La isla (2000), Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera (2003), Samaritan girl y Hierro 3 (ambas en el 2004)... sigue siendo un referente para quienes consideran que la imaginación y la poesía deben ser motores fundamentales para la concepción cinematográfica.
Tal como éramos
Cuando decidimos programar El Arco, estos fueron los títulos que la acompañaron en aquel invierno, que buscaba la primavera del 2007. El paquete iba desde la proyección 96 a la 103.
Aunque es cierto que Kim Ki-duk presentó El Arco en el 2005, sus propuestas tardaban en aparecer en España, y además nunca pudimos ni quisimos competir en los rabiosos estrenos.
Y me parece a mi
La hermosa rutina
Como ya es habitual, Kim Ki-duk no deja a
nadie indiferente; a unos les encandila y ahuyenta a otros con su
parsimonia oriental y sus originales lecturas de las realidades
paralelas. El arco, como toda la obra del surcoreano, rebosa de
simbolismos y situaciones entre lo onírico y lo "prohibido". No podemos
aplicar nuestra occidental vara de medir, y menos juzgar situaciones que
nos pueden resultar, cuanto menos, atemporales; siendo además esa
fugacidad lumínica de la felicidad, la belleza y el amor una de las
señas de identidad del creador de esos mundos inaprensibles e
incomparables.
Esas capciosas preguntas que nos hacemos sobre la moral del viejo
protagonista y los intereses varios del resto, creo que están fuera de
lugar. Es tanto como mirar al dedo que señala el sol. Precisamente la
licencia poética, que ensancha el aura de las grandes obras artísticas
(literarias, pictóricas...), irrumpe en nuevas dimensiones donde las
leyes aún no están escritas. No se puede condenar con nuestras
discutibles normas terrenales a personajes de ficción que se esconden, a
conciencia o involuntariamente, más allá de unas sociedades que no
predican precisamente con la ejemplaridad. La corrección política no
creo que nos haga avanzar, más bien nos inmovilizará.
De todas formas son ganas de complicarse la vida, indagando en las
posibles malvadas intencionalidades del autor, cuando lo que se nos
ofrece es una curiosa historia en la que abundan espléndidos momentos de
paz, libertad y sosiego, donde lo único que perturba es la aparición de
seres humanos dispuestos a romper el silencio. La contemplación, en su
vertiente espiritual, solo nos pide relajarnos y disfrutar, sin
acusaciones, sin culpas, sin valoraciones severas...