jueves, 15 de febrero de 2007

Película 101 # Año 4


La escurridiza, o cómo esquivar el amor
Jueves 15/Viernes 16 -Febrero 2007
Sala Avenida/Jaraíz
21:00 Horas



DIRECTOR

Abdellatif Kechiche

GUIÓN: Abdellatif Kechiche, Ghalya Lacroix

MÚSICA: Varios

FOTOGRAFÍA: Lubomir Bakchev

REPARTO: Osman Elkharraz, Sara Forestier, Sabrina Ouazani, Hajar Hamlili, Rachid Hami, Nanou Benahmou, Carole Franck 

GÉNERO:   Romance. Drama | Drama romántico. Adolescencia 

DURACIÓN: 117 Min.

PAÍS: Francia 




SINOPSIS

En un suburbio de París con viviendas de protección oficial, la cámara de Kechiche sigue a un grupo de chicos que viven las batallas típicas de la edad. Se trata de una mirada nueva y fresca de los suburbios franceses que han protagonizado recientemente unas violentas revueltas que han puesto en jaque a la sociedad francesa.



¿Quién es quién?

   Abdellatif Kechiche (Túnez, 17 de diciembre de 1960) es un actor, director de cine y guionista franco-tunecino. Su ópera prima como director fue La culpa la tiene Voltaire (La Faute à Voltaire), del 2000. También ha dirigido La escurridiza (L'Esquive), que obtuvo los premios César al mejor director y al mejor filme.

Sara Forestier (nacida el 4 de octubre de 1986) es una actriz, directora de cine y guionista francesa, de origen danés (Copenhague), que se estrenó con esta película, consiguiendo el César 2004 a la actriz más prometedora.



Y me parece a mi 

Otros Romeos y otras Julietas

En una comunidad de barrios parisinos con olor a cuscús y legumbres, alejados del "Chanel" y los "Louis Vuitton", un grupo de adolescentes viven sus días más inciertos y dubitativos con el amor de fondo y el teatro de excusa.

El tunecino Abdel Kechiche se introduce por las grietas suburbiales para presenciar en primera fila el deambular de los jóvenes residentes, escupidos a la calle por la poca confortabilidad de sus pisos-jaula y por la escasa relación familiar (separaciones, horarios de trabajo...).
Interesante el planteamiento del director al colocar el amor, como si de un pañuelo rojo se tratase, en el centro de la soga de la que tironean los dos jóvenes protagonistas. El objetivo de él es aprehenderlo, como única solución, para rellenar su vacío existencial; el de ella es considerarlo un objeto valioso, atractivo, pero más peligroso que eficiente y, sin duda, un freno para sus futuras libertades.
Krimo es instinto y corazón. Lydia, una elegante y reflexiva gacela.
Jaht 





jueves, 8 de febrero de 2007

Película 100 # Año 4

 Alatriste

(El Capitán Alatriste)

Jueves 8/Viernes 9 - Febrero/2007

Sala Avenida / Jaraíz 

21:00 Horas


DIRECTOR

Agustín Díaz Yanes
 
GUIÓN: Agustín Díaz Yanes (Nov.: Arturo Pérez-Reverte)
 
MÚSICA: Roque Baños
 
FOTOGRAFÍA: Paco Femenía
 
REPARTO: Viggo Mortensen, Elena Anaya, Unax Ugalde, Eduard Fernández, Enrico Lo Verso, Eduardo Noriega, Juan Echanove, Ariadna Gil, Antonio Dechent, Javier Cámara, Blanca Portillo, Pilar López de Ayala, Pilar Bardem, Cristina Marcos, Francesc Garrido, Nadia de Santiago, Álex O'Dogherty, Carlos Bardem, Nicolás Belmonte, Nacho Pérez, Paco Tous
 
GÉNERO: Aventuras. Acción. Drama | Histórico. Siglo XVII. Capa y espada
 DURACIÓN: 140 Min.  PAÍS: España 
 
 
 
SINOPSIS 
 
España Imperial, siglo XVII. Diego Alatriste, valeroso soldado al servicio de su majestad, combate en la guerra de Flandes. En una emboscada de los holandeses, Balboa, su amigo y compañero de armas, cae herido de muerte y le hace una petición que Alatriste promete cumplir: cuidar de su hijo Íñigo y alejarlo del oficio de las armas. Posteriormente, Alatriste, que malvive alquilando su espada, es contratado junto a otro mercenario, el italiano Gualterio Malatesta, para dar muerte a dos misteriosos personajes que viajan de incógnito a Madrid.
 
 

¿Quién es quién?

Agustín Díaz Yanes (Madrid-1950) es un director de cine, guionista y novelista español.
Su reputación como guionista y las amistades que cultivó le permitieron rodar la película Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto en 1995, que le valió dos Premios Goya: por el guion y la dirección. Después del éxito de su primera película preparó el guion de Madrid Sur, un filme de ciencia-ficción que no pudo ser rodado por falta de financiación.


En 2001 juntó a Penélope Cruz y a Victoria Abril en su película Sin noticias de Dios, que fue nominada a once Goyas. 




Y me parece a mi

Mejor Don Diego que Don Arturo

Posiblemente, los mismos que consideran que compendiar cinco tomos (ya son ocho) en 140 minutos es misión imposible, hubieran pedido un esfuerzo mayor de concreción a Díaz Yanes si hubiera decidido contar la historia del capitán en dos o tres entregas, argumentando que se servía de la paja para rellenar, y que buscaba el fácil negocio de las sagas. Es cierto que nos volvemos muy exquisitos, en este país, cuando el proyecto cinematográfico es obra de los nuestros; y yo, que estoy muy a favor de la autocrítica, también veo que apuntamos toda la fusilería a un solo lugar, dejando desguarnecidos tantos flancos que nos interesaría más apuntalar: mayor apoyo a la cultura, desde todos los ámbitos; menos veneno socio-político (ahora lo denominan crispación) contra quienes se resisten al pensamiento único y piensan diferente; cultivar más la benevolencia y menos el convencimiento de que hay intencionalidades malévolas tras cualquier intento de libre expresión...
Esta reflexión, que no es la primera vez que hago en voz alta, viene tras leer un gran número de críticas vertidas en Filmaffinity, un lugar acogedor en el que afortunadamente abundan más las yerbabuenas y la educación.

La novela histórica de Pérez Reverte, que cuenta los sucesos que acontecen en la vida de Diego Alatriste, allá por el denominado Siglo de Oro (XVII) es adaptada por el director madrileño, poniendo énfasis en las intrigas palaciegas, la guerra de Flandes y la corrupción y decadencia que se respiraba por las calles de la capital.
Pasaban muchas cosas, sí, y el realizador las ordena, para algunos, de forma precipitada. Los acontecimientos, no obstante, acaban inundando hasta las vidas más tranquilas, y el oficio de un mercenario en los tercios es de todo menos sosegado y prudente.
Y hablando de templanza, tal vez habría de pedir algo más de esta cualidad al padre de Don Diego, que no es otro que el miembro cartagenero de la Real Academia Española. Si algo nos sobra en este país, es mala leche y desvergüenza.
Jaht





jueves, 1 de febrero de 2007

Película 99 # Año IV

 El Arco

[The Bow (Hwal)]

 Jueves 1/Viernes 2-Febrero 2007

Sala Avenida-Jaraíz

21:00 Horas



 
DIRECTOR

Kim Ki-duk

GUION: Kim Ki-duk

MÚSICA: Kang Eun-il
 
FOTOGRAFÍA: Jang Seung-baek
 
REPARTO: Jeon Seong-hwan, Han Yeo-reum, Jeon Kuk-Hwan, Jo Seok-Hyeon, Seo Ji-suk
 
GÉNERO: Drama
 
DURACIÓN: 90 Min.
 
PAÍS: Corea del Sur 



SINOPSIS

Un viejo pescador vive en medio del mar con una muchacha a la que recogió cuando era niña. El viejo pescador espera que ella cumpla 17 años para desposarla. Mientras tanto, prepara la dote, la protege contra los hombres que vienen a pescar a su barco e intentan propasarse con ella. Su única forma de protegerla es disparando con el arco, un arco que también le sirve para adivinar el futuro y como instrumento musical. Un buen día, un grupo de pescadores desconocidos sube al barco, entre los que se encuentra un joven universitario. El chico y la muchacha se enamoran. El viejo pescador sabe que su sueño ha llegado a su fin... 

 

 

¿Quién es quién?

Segunda entrega para el Cineclub del singular director coreano Kim Ki-duk (Bonghwa-1960- Gyeongsang del Norte-Corea del Sur)

Kim nació en el seno de una familia rural. Trasladados a Seúl cuando el cineasta tenía nueve años, se educó para trabajar en agricultura, pero abandonó su formación para trabajar como obrero fabril a los diecisiete años. Se alistó en la infantería de marina del ejército surcoreano a los veinte años y prestó servicio como suboficial hasta los veinticinco; a su baja se dedicó a la pintura —una afición desde niño—, ganándose la vida como acólito en un templo budista.

Con este curriculum tan particular decidió dedicarse al cine y contar historias a su manera, libre de las contaminaciones academicistas. Esta independencia le granjeó tantas simpatías como rechazos; pero lo cierto es que el creador de: La isla (2000), Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera (2003), Samaritan girl  y Hierro 3 (ambas en el 2004)... sigue siendo un referente para quienes consideran que la imaginación y la poesía deben ser motores fundamentales para la concepción cinematográfica.

Tal como éramos


 

Cuando decidimos programar El Arco, estos fueron los títulos que la acompañaron en aquel invierno, que buscaba la primavera del 2007. El paquete iba desde la proyección 96 a la 103.

Aunque es cierto que Kim Ki-duk presentó El Arco en el 2005, sus propuestas tardaban en aparecer en España, y además nunca pudimos ni quisimos competir en los rabiosos estrenos.





Y me parece a mi

La hermosa rutina

Como ya es habitual, Kim Ki-duk no deja a nadie indiferente; a unos les encandila y ahuyenta a otros con su parsimonia oriental y sus originales lecturas de las realidades paralelas. El arco, como toda la obra del surcoreano, rebosa de simbolismos y situaciones entre lo onírico y lo "prohibido". No podemos aplicar nuestra occidental vara de medir, y menos juzgar situaciones que nos pueden resultar, cuanto menos, atemporales; siendo además esa fugacidad lumínica de la felicidad, la belleza y el amor una de las señas de identidad del creador de esos mundos inaprensibles e incomparables.

Esas capciosas preguntas que nos hacemos sobre la moral del viejo protagonista y los intereses varios del resto, creo que están fuera de lugar. Es tanto como mirar al dedo que señala el sol. Precisamente la licencia poética, que ensancha el aura de las grandes obras artísticas (literarias, pictóricas...), irrumpe en nuevas dimensiones donde las leyes aún no están escritas. No se puede condenar con nuestras discutibles normas terrenales a personajes de ficción que se esconden, a conciencia o involuntariamente, más allá de unas sociedades que no predican precisamente con la ejemplaridad. La corrección política no creo que nos haga avanzar, más bien nos inmovilizará.

De todas formas son ganas de complicarse la vida, indagando en las posibles malvadas intencionalidades del autor, cuando lo que se nos ofrece es una curiosa historia en la que abundan espléndidos momentos de paz, libertad y sosiego, donde lo único que perturba es la aparición de seres humanos dispuestos a romper el silencio. La contemplación, en su vertiente espiritual, solo nos pide relajarnos y disfrutar, sin acusaciones, sin culpas, sin valoraciones severas...
Jaht