miércoles, 2 de abril de 2008

Película 141 # Año 5

LA SOLEDAD
2 y 3 de Abril del 2008
Sala Avenida
Jaraíz de la Vera




Reparto
Sonia Almarcha, Petra Martinez, Miriam Correa, Nuria Mencia, María Bazán, Jesús Cracio Director Jaime Rosales Productor Jose Morales, Jaime Rosales, Ricard Figueras Duración 02:10:00 Estreno 1 junio 2007 Género Drama País España Distribuidora Nirvana Films Guionista Jaime Rosales, Enric Rufas

Sinopsis

La historia de dos mujeres. Una es Adela, que se traslada desde un pequeño pueblo a Madrid, donde inicia una nueva vida junto a su hijito de año y medio. Allí encuentra trabajo y entabla nuevas amistades, hasta que algo sucede... La otra protagonista es Antonia, la proprietaria de un pequeño supermercado de barrio, cuya sosegada vida se ve alterada por los problemas de sus hijas...

Adela
Inconformista en busqueda permanente. La mayoría de las veces huye de sí misma. Madre, amiga.

Antonia
Mujer balsámica. Eje invisible que aguanta el peso y la fuerza centrífuga de cuanto la gravita. Madre, amiga.

El director

Jaime Rosales
Barcelona-1 de Enero de 1970-

Licenciado en Ciencias Empresariales, pasó en Cuba tres años, estudiando cine en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) de La Habana, y estudió luego en la Australian Film Television and Radio School (AFTRS) de Sydney (Australia).

Autor de varios cortos de éxito, su primer largometraje, Las horas del día obtuvo el Premio de la Crítica Internacional en la Quincena de Realizadores en el Festival de Cannes. En 2007 estrenó su segundo largometraje, La soledad.

El cine de Rosales, muy influido por cineastas como Robert Bresson o Yasujiro Ozu, intenta mostrar fragmentos de la vida cotidiana de forma ascética y mediante planos fijos.

Obtuvo el Premio Goya al mejor director por La soledad, película premiada también como la mejor película en la XXII edición de los Premios Goya.

Filmografía

* Tiro en la cabeza (2008) Director, Guionista, Producción
* La soledad (2007) Producción, Director, Guionista
* La línea recta (2007) Producción
* Las horas del día (2003) Producción, Director, Guionista

Estaba pasando

Aún se hablaba de lo sorprendente que había resultado, dos meses antes, la entrega de los Goya, al recibir tanto La Soledad como su director los dos premios más importantes. Una película diferente, minoritaria (30.000, si acaso) y sin concesiones, sacaba a la palestra una vez más el discurso sobre lo bueno y lo comercial.
El Gallinero no quiso dejar pasar la ocasión y jugándonos la pérdida de algún espectador invitamos a Jaime Rosales a nuestra casa, no sería la última vez; lo de la invitación del "director raro" y lo de ganarnos disconformidades.
Aquellos inicios de primavera no traían buenos presagios. En las hojas informativas del Cineclub podíamos leer: "La situación del Gallinero sigue siendo delicada. Pon al día tus cuotas, convence a tus amigos para que vengan al cine, haz publicidad, pon velas a San Pancracio..¡Haz algo!, este proyecto está en peligro"

¿Y qué pasaba en el resto del mundo?:


  • Francia lanza una misión humanitaria para llegar a Betancourt. Operación contra reloj para la liberación de la ex candidata. El hijo de la rehén cree que su madre está en peligro de muerte.
  • Hillary Clinton se compara con Rocky Balboa. La senadora insiste en que no tirará la toalla en la carrera hacia la Casa Blanca. Los pesos pesados del Partido Demócrata piden el fin de la guerra Obama-Clinton.
  • Bono, elegido con el rechazo nacionalista. El nuevo presidente del Congreso es el primero que no logra la mayoría absoluta.
  • Zapatero asume que será presidente sólo con los votos del PSOE. Los socialistas eluden compromisos con los minoritarios, que no le apoyarán.
  • Muere el director de cine Jules Dassin. El cineasta americano fallece a los 96 años, entre sus obras se encuentra 'Nunca en domingo' y 'Rififi'.
  • 35 años de la primera llamada de móvil. Martin Cooper, ingeniero de Motorola, llamó a su rival de AT&T desde las calles de Nueva York en 1973.

SENSACIONES DE LA SOLEDAD

Campos de León
Se me ha quedado el pueblo pequeño. Me asfixio en este campo estéril y en estas montañas que son muros de contención. Aquí la angustia se agiganta. Nos vamos a ir ¡mi niño!, ya es hora, hay que abandonar el nido. Si no huimos de esta paz, calma y sosiego nos invadirá el cementerio y no distinguiremos dónde está la tapia de separación.

Partir es morir un poco
No sé si acierto o me equivoco. Sé que tengo que hacerlo. Ir a Madrid es una decisión catártica. No tengo demasiada ilusión pero el conformismo me está anquilosando. Tú no me entiendes pero me quieres, confía en mí.

¿El trabajo redime?
Me acostumbraré a llevar zapatos de tacón y a sonreír. Me adaptaré a las prisas y al tráfico ensordecedor. Los compañeros de piso, Inés y Carlos, son muy agradables, he tenido suerte. Miguelito tendrá aquí más oportunidades; sólo el hecho de alejarle de su inutil progenitor será algo positivo en su vida. Es cierto que a veces me acuerdo de mi padre y los silencios compartidos, le invitaré algún día a que nos visite.

La rutina y el azarEste autobús empieza a parecer un puente entre mi casa y el exterior. Todos los días nos cruzamos con los mismos. En la próxima parada subirá ese chico tan fresco y sonriente que hace carantoñas a Miguel, no sé si le gustan los niños o le gusto yo. Me va a costar creer en un hombre tras la triste experiencia vivida. Este ajetreo me resulta ya tan familiar como el canto de los grillos del pueblo; si no fuera por el niño me quedaría dormida.

¿Por qué?
¿Dónde me escondo?. La tierra no quiere tragarme. ¿Quién puede comer cucharones de hiel?. Cada hora que pasa, una bandada negra de preguntas revolotea sobre mi cabeza: ¿Por qué?, ¿cuando?, ¿cómo?, ¿es una pesadilla?. Sí, es una pesadilla pero estoy despierta; nadie me contesta, estoy sola.

La madre de Inés
Inés es mi hija más independiente, la menos conflictiva, no me da problemas pero tampoco alegrías. Ahora me ha contado que vive con una chica separada que iba en el autobús que hicieron estallar el otro día, ¡la pobre!, ella se recupera pero perdió su hijito de poco más de un año. Eso sí es dramático, lo nuestro, esas cosillas que nos están pasando: enfermedades, discusiones, temas económicos, son superables.
Todo pasará, volverá la tranquilidad y Manolo volverá a dormirse en el sofá después de comer.

La madre de Helena
¡Esta Helena!, la mayor y la más caprichosa. Siempre implicando a todos en sus tejemanejes pero fijaos que nietecita tan bonita nos ha dado. A mí no me importa ayudarla, yo ya no necesito nada; con Manolo, el comercio y la jubilación llamando a la puerta, pero entiendo que sus hermanas se enfaden. En fin, lo cierto es que los problemas me mantienen más viva, la calma es lo típico en los mares muertos.

Y me parece a mí:
Que esta película española es una muy buena representación del, casi extinto, buen cine hecho para durar. Difícil, claro que sí, distinto, por supuesto; personal, arriesgado e innovador (planos nunca vistos, algunos desde Ozu). Pero no por desconocer el lenguaje hemos de abandonar la oportunidad de comunicarnos y compartir. Yo ví esta película hace más de un año y la tengo fresca. Algunos de sus momentos no los olvidaré jamás y cuando alguien me diga que el cine español es malo y que por eso no llena las salas le remitiré a una de las películas menos vista (la Soledad) para que argumente con más solidez y se busque otro razonamiento menos tópico.

Jaht

La nota media de La Soledad, según puntuación de nuestros seguidores fue: 8



1 comentario:

  1. Emocionante película. Es de las que te dejan tocada. Algún día me haré una camiseta que ponga: yo ví La Soledad. La Soledad sólo puede verse una vez. Duele demasiado.

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