Ciclo de la Mujer / 2023
Vasil
Jueves 23 de Marzo/2023
Sala Avenida/Jaraíz
20:30 Horas
DIRECTORA
Avelina Prat
GUION: Avelina Prat
MÚSICA: Vincent Barrière
FOTOGRAFÍA: Santiago Racaj
REPARTO: Ivan Barnev, Karra Elejalde, Alexandra Jiménez, Sue Flack, Susi Sánchez, Lorena López, Pepo Blasco
GÉNERO: Drama | Inmigración. Juego. Ajedrez
DURACIÓN: 93 Min.
PAÍS: España
SINOPSIS
Vasil es inteligente, carismático y un número uno jugando al bridge y al
ajedrez, pero duerme en la calle desde que llegó de Bulgaria. Alfredo,
un arquitecto jubilado, lo acoge en su casa durante un tiempo ante la
mirada atónita de su hija Luisa. Los dos hombres no tienen nada en
común, excepto su pasión por el ajedrez. A pesar de sus diferencias,
poco a poco Vasil conseguirá romper las barreras construidas por
Alfredo. Y es que Vasil tiene un don: transformar para siempre a
aquellas personas con las que se relaciona.
¿Quién es quién?
La valenciana Avelina Prat (1972) es arquitecta, profesión que ejerció unos años antes de dedicarse al cine. Desde 2004 trabaja como script (colaboradora del realizador de una película o de una emisión de televisión que se responsabiliza de que el proyecto tenga una continuidad argumental y visual), ha participado en más de treinta largometrajes, con directores como Fernando Trueba, Cesc Gay, Manuel Martín Cuenca, Javier Rebollo, David Trueba o Lucile Hadzihalilovic. También es programadora en el Festival Internacional Cinema Jove de Valencia.
Ha escrito y dirigido un documental y varios cortometrajes ("208 palabras", "Puerta 6", "El abrigo rojo" , "La fábrica de luz...". El último de ellos, 3/105 , codirigido con Diego Opazo, fue seleccionado en el Festival de Venecia.
Ivan Barnev -Dobrich, Bulgaria 1973-. Es conocido por su interpretación estelar en Yo serví al Rey de Inglaterra (Jirí Menzel), que pasó por nuestro Cineclub hace 15 años; así como por sus frecuentes colaboraciones con los cineastas Kristina Grozeva y Petar Valchanov en películas como The Lesson, The Father y Triumph.
Carlos Elejalde Garay, más conocido como Karra Elejalde (Vitoria, Álava- 1960), es un actor, director de cine y guionista español, con más de setenta películas a sus espaldas, reconocido como el Miguel de Unamuno de Mientras dure las guerra (Alejandro Amenábar).
A la actriz Alexandra Jiménez Arrechea (Zaragoza- 1980) la recordaréis por su participación en Las distancias (Elena Trapé)
Y tampoco habréis olvidado a la Susi Sánchez (Xirivella, Valencia-1955) de Truman (Cesc Gay) y La enfermedad del Domingo (Ramón Salazar)
Y me parece a mi
Yo también tengo un amigo forastero
La desconfianza, la excesiva precaución,
la incomodidad del acercamiento (más cuando el idioma se convierte en
barrera)..., nos hacen perder la oportunidad de conocer gente
interesante que, casi siempre, dan más de lo que reciben. Vasil, al que
las circunstancias han convertido en emigrante irregular y, por tanto,
en individuo sospechoso, sobre todo por su obligada necesidad de dormir y
vivir en la calle, no acaba de conseguir ayuda de las instituciones,
que suelen tender a protocolos y formulismos ridículos cuando la
necesidad de ayuda es imperante. Terminará por encontrar asilo
momentáneo en casa de Alfredo, jubilado cascarrabias, con el que solo
comparte la afición por el ajedrez.
Entre dimes y diretes, partidas de bridge, misterios sin resolver, intentos por materializar los derechos que supuestamente le corresponden por ser ciudadano del mundo..., transcurren plácidos y monótonos los días de nuestro amigo búlgaro que, sin proponérselo en exceso, despierta curiosidades, enciende debates y hasta consigue cambiar comportamientos y puntos de vista.
El objetivo de la novel, en labores de dirección, Avelina Prat, de mostrar desde fuera, sin tomar demasiado partido, la reacción tanto de la sociedad civil como la de los organismos políticos que debieran velar para que se respete la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se cumple de forma satisfactoria y sin grandes énfasis. La directora valenciana, con el criterio de quien no considera tonto al espectador, se limita a apuntar reflexiones sobre posturas cotidianas e irreales peligros, que sitúan el parecer individualista de una buena parte de la opinión pública en unos niveles más próximos a la xenofobia (entendiendo siempre por inquietante extranjero a quien viaja sin un duro), que a la solidaridad, que debía suponérsenos por la condición de seres sociales.
Nadie, o muy pocos, reconocerán abiertamente estar en el colectivo de quienes miran a Vasil por el rabillo del ojo. Todavía es políticamente incorrecto. Las conducta, luego, son otra cosa.
Entre dimes y diretes, partidas de bridge, misterios sin resolver, intentos por materializar los derechos que supuestamente le corresponden por ser ciudadano del mundo..., transcurren plácidos y monótonos los días de nuestro amigo búlgaro que, sin proponérselo en exceso, despierta curiosidades, enciende debates y hasta consigue cambiar comportamientos y puntos de vista.
El objetivo de la novel, en labores de dirección, Avelina Prat, de mostrar desde fuera, sin tomar demasiado partido, la reacción tanto de la sociedad civil como la de los organismos políticos que debieran velar para que se respete la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se cumple de forma satisfactoria y sin grandes énfasis. La directora valenciana, con el criterio de quien no considera tonto al espectador, se limita a apuntar reflexiones sobre posturas cotidianas e irreales peligros, que sitúan el parecer individualista de una buena parte de la opinión pública en unos niveles más próximos a la xenofobia (entendiendo siempre por inquietante extranjero a quien viaja sin un duro), que a la solidaridad, que debía suponérsenos por la condición de seres sociales.
Nadie, o muy pocos, reconocerán abiertamente estar en el colectivo de quienes miran a Vasil por el rabillo del ojo. Todavía es políticamente incorrecto. Las conducta, luego, son otra cosa.
Jaht
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