jueves, 15 de enero de 2009

Película 162 # Año VI


Tropa de Élite

Jueves 15/Viernes 16 - Enero/2009
Sala Avenida/Jaraíz
21:00 Horas

DIRECTOR

José Padilha

GUIÓN:  José Padilha, Braulio Mantovani, Rodrigo Pimentel (Libro: André Batista)

MÚSICA: Pedro Bromfman 

FOTOGRAFÍA: Lula Carvalho 

REPARTO: Wagner Moura, Caio Junqueira, André Ramiro, Fernanda Machado, Milhem Cortaz, Fernanda de Freitas, Thelmo Fernandes, Maria Ribeiro, Paulo Vilela, Marcelo Valle, Fábio Lago, Emerson Gomes

GÉNERO:  Acción. Drama | Policíaco. Crimen  

DURACIÓN: 114 Min.   PAÍS: Brasil  



SINOPSIS

Brasil, 1997. El capitán Nascimento (Wagner Moura) está al mando de un escuadrón del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), un cuerpo de élite de la policía de Río de Janeiro. Su misión es actuar en las favelas, en las que la policía, por miedo o por corrupción, no interviene. Nascimento quiere dejar su puesto, ya que está a punto de ser padre, pero antes necesita encontrar un sustituto adecuado. Con ese fin comienza a instruir a dos policías honestos y amigos desde la infancia: Neto, que es un hombre de acción, y Matías, que estudia Derecho porque cree en la ley. Juntos entrarán en el BOPE y cumplirán sus misiones hasta las últimas consecuencias.



¿Quién es quién? 

    José Bastos Padilha Neto​ (Río de Janeiro- 1967) es un director de cine, documentalista y productor cinematográfico brasileño.
Su primer largometraje como director, Ônibus 174 (2002), reconstruye un violento episodio de Río de Janeiro; el secuestro de un autobús que terminó en tragedia. Fue productor del film Tanga - Deu no New York Times (1987), dirigido por Henfil, y trabajó para hacer viable económicamente Boca de ouro (1990), de Walter Avancini. Escribió y produjo el documental Os carvoeiros (1999), dirigido por Nigel Noble. Dirigió y produjo también el documental para televisión Os pantaneiros. Produjo Estamira, documental dirigido por Marcos Prado sobre una mujer esquizofrénica que trabaja y vive, hace más de dos décadas, en un vertedero de Río de Janeiro.



En 2005 inició la preparación de Fome, documental sobre la trayectoria de una familia minera que muestra de qué forma los individuos lidian con el hambre del día a día. En 2007 lanzó Tropa de élite, su primera película de ficción. El film, que fue pirateado casi dos meses antes del estreno, tuvo una gran repercusión y se estima que 11 millones de personas han visto el DVD pirata. En los cines, la película logró el mayor número de espectadores en el ranking nacional brasileño de 2007. El 15 de febrero de 2008 ganó el Oso de oro, en Berlín, por esta misma película.



Y me parece a mi 

¡Lobotomía, NO, Gracias!

En las favelas brasileñas y su entorno, como en muchas otras partes, se puede "vivir" mejor o peor en función a tu disponibilidad de aceptar las normas, la mayoría de las veces ni siquiera escritas, que dictan los más fuertes. Y los más fuertes no son los más justos, ni los más inteligentes, ni los más escrupulosos; son, por contra: los más corruptos, los que tienen menos principios y más armas. En estas oligarquías (hay muchas barnizadas de democracia) todos los demás han de vivir revoloteando alrededor del basurero.

No sólo los narcotraficantes, ladrones y vendedores de armas viven en el vértice del vertedero, en el castillo que corona la cumbre, a salvo de tempestades, se encuentran los banqueros, políticos, militares y algunos que dicen tener línea directa con Dios. La tropa de élite es un cuerpo especial, que practica la ablación total o parcial de los lóbulos frontales del cerebro (lobotomía) para conseguir excelentes perros de presa que sólo sepan ladrar: ¡señor, sí, señor!.

Esta unidad especializada de choque pierde fuerza y peligra en el momento en que alguno de sus miembros duda y se hace alguna pregunta racional. La alarma es inmediata porque eso quiere decir que los paralizantes sentimientos (amor, paternidad, etc.) están tomando posesión del individuo. ¡Hay que amputar ese miembro y sustituirlo!. ¡Señor, sí, señor!.

A los que tachaban esta película como filofascista afirmarles que yo no encuentro, en la película, esa tentación disciplinaria; a mí, no se me ha pasado por la cabeza apuntarme y si alguien se alinea con esas tácticas reaccionarias no creo que haya que echar las culpas al bueno de José Padilha, cuyo mensaje le sitúa, a mi parecer, justo en la otra orilla.
Jaht 
Tal como éramos

Avisos

62 espectadores 

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