miércoles, 13 de mayo de 2015

CARTA AL DIRECTOR DE LA FILMOTECA

A mediados del mes pasado nos dirigimos al Sr. D. Antonio Gil Aparicio en estos términos: 


CINE, CULTURA Y MUNDO RURAL

Marian, 48 años, enfermera; Pilar, 53 años, administrativa; Julio, 70 años, jubilado; Rocío, 58 años, cocinera; Kike, 46 años, informático; Adrián, 26 años, universitario; Lourdes, 50 años, maestra; Clara, 13 años, estudiante de Secundaria; Juan Carlos, 38 años, empleado de banca; Isabel, 63 años, ama de casa; Mario, 32 años, profesor de música; Eduardo, 54 años, librero; Clotilde, 60 años, agente turístico; Antonio, 55 años, mecánico; Urbano, 40 años, joyero; Óscar, 10 años, escolar; José Antonio, 61 años, camarero… Es una lista larga; incluye a más de sesenta personas. Son vecinos de la Comarca de la Vera. Todos aman la cultura. Buena parte son socios o colaboran habitualmente con el CineClub “El Gallinero”, otros se limitan a disfrutar, cuando pueden, de la programación que semanalmente propone esta Asociación Cultural”.

EL CineClub “El Gallinero” nació en Jaraíz de la Vera hace más de trece años. A base de grandes dosis de constancia, altruismo, esfuerzo colectivo y pasión por el cine, durante casi década y media de labor ininterrumpida esta Asociación Cultural ha conseguido programar más de 365 películas (un año entero de cine). La mayoría de estas cintas pertenecen al llamado cine de autor, pero por la Sala Avenida de Jaraíz ha pasado también cine comercial, documentales y películas dirigidas al público infantil.

Con tenacidad y una capacidad de resistencia numantina, desarrollan su actividad en un contexto apartado y difícil: el mundo rural de la ladera sur de Gredos. Su esfuerzo fue recientemente reconocido por el “Festival de Cine Inédito” de Mérida. que concedió a la Asociación “El Gallinero” uno de los Premios Miradas 2014 en agradecimiento por su “destacado trabajo en la difusión de la actividad cinematográfica en la Comunidad Autónoma de Extremadura”.

El Ayuntamiento de Jaraíz cede las instalaciones y pone a su disposición a la proyeccionista en virtud de un acuerdo con la Concejalía de Cultura. Ellos y ellas hacen todo lo demás: deciden colectivamente qué películas ver, negocian y contratan con las distribuidoras, gestionan el transporte, diseñan y fijan los carteles, redactan las sinopsis, mantienen activo un blog y, naturalmente, corren con todos los gastos. Un trabajo encomiable en un escenario socioeconómico en el que la oferta  cultural es de todo menos gloriosa. 

Cualquier habitante de las grandes ciudades extremeñas (Badajoz, Cáceres, Mérida o Plasencia), además de la programación de la salas de cine comerciales, tiene acceso a espectáculos de notable calidad: teatro, danza, conciertos, museos, exposiciones artísticas, carísimas instalaciones deportivas…, además de la excelente programación que la Filmoteca de Extremadura ofrece a la ciudadanía urbana. Sin embargo el vecindario de las zonas rurales carece de estos servicios. De tal modo que la Asociación Cultural CineClub “El Gallinero” viene a llenar un hueco en una comarca caracterizada por la carencia de oferta cultural.  Con el agravante de que para poder gozar de una programación similar a la que oferta la Filmoteca, un vecino de esta comarca se ve obligado a pagar ocho veces más, que un  ciudadano urbano. 

Resulta un agravio inadmisible que con los impuestos que pagamos religiosamente entre todos se pongan ciertos servicios solo al alcance de unos pocos.  El agravio es tan evidente y escandaloso que debiera ser causa de sonrojo para nuestros responsables en las Instituciones Culturales. 
   
Las personas citadas al principio de este escrito tienen a veces la sensación de ser tratados como ciudadanos de segunda, entienden que la Cultura en nuestros pueblos no debe quedar resumida al fomento de actividades orientadas en mirar al pasado (recuperar tradiciones, folclore, festejos religiosos o taurinos, rememorar acontecimientos o personajes históricos), piensan que se debe también mirar hacia adelante mediante propuestas de futuro, iniciativas que abran ventanas al mundo actual, que propongan horizontes nuevos, espacios que inviten al conocimiento y a la reflexión, que cuestionen valores e ideas. Saben que el cine de calidad, más allá de su función de entretenimiento, es un poderoso medio de progreso y desarrollo. 

Parece heroico que a estas alturas de la situación económica, tras varios años durísima crisis económica, estas gentes sigan adelante con su proyecto sin apenas ayuda por parte de las Instituciones. Lo cierto es que en la situación actual, El CineClub “El Gallinero” corre el peligro de desparecer. Sería un hecho lamentable que de ningún modo es achacable al azar del destino sino al desinterés, la desidia o la racanería de quienes gestionan nuestras instituciones y el erario público. No aspiran a ver películas gratis o a precios irrisorios, pero sí al menos a contar con alguna ayuda que contribuya a sostener su actividad, que les permita subsistir en condiciones dignas e igualitarias.

Bastaría con muy poco, apenas un gesto, una mínima parte de esos recursos que tan generosamente se dedican a otros eventos culturales. Solo así se podrá garantizar la continuidad de este proyecto necesario. Aunque contribuya poco a la propaganda y al boato. Aunque no se esté prestando ayuda a un inmenso granero de votos.

Apelando al espíritu de cooperación que anima a la Filmoteca desde sus orígenes, nos dirigimos a Vd. en su calidad de Director para que considere los argumentos expuestos y busque la fórmula de prestar apoyo y contribuir a dar continuidad a este veterano proyecto de difusión cinematográfica, manifestándole, además, nuestro deseo de mantener una entrevista con Vd. (en la fecha que Vd. determine), para poder expresarle personalmente nuestras inquietudes.  


Reciba un atento saludo.

Ha pasado un mes. Seguimos esperando una respuesta...






domingo, 10 de mayo de 2015

Una película...



UNA PELÍCULA

Una película escrita como se escribe un libro.
Una película de la que poder hablar en corro
como hablan los campesinos de la sabia de los árboles.
Una película que se exhiba desnuda
mientras da conversación a quién la mira.

Una película que te conozca bien,
que sepa quién eres, con quién andas.
Una película que no se resigne
a que todo siga tan bien ordenadito.
Una película imposible de corregir,
que te deje alguna marca en el rostro;
que te invite a pensar en ese otro que pudiste haber sido.
Una película que te haga soñar y que te quite el sueño. 

Una película que sea raro que no existiese.
Una película que deje tras de sí una estela alargada y blanca
como los chemtrails de las modernas aeronaves.
Una película que ladre a los indolentes y a los apáticos. 
Una película que pueda pasar a formar parte
de mí, de ti, de nosotros.

Una película-guijarro con la que apedrear el cristal de la rutina.
Una película para huir de la soledad y el desamparo.
Una película que nos exponga a la intemperie.
Una película para arroparnos y protegernos
del intenso y deprimente frío que hace afuera.
Una película con la que llenar todo ese vacío.
Una película que te explique la forma de las cosas;
que te tome por los hombros y te sacuda con fuerza.

Una película con forma de maleta
para  alejarnos de los territorios comunes.
Una película con forma de espejo
para tener donde mirarse.
Una película con forma de pregunta.
Una película con forma de frío aguacero
para sacudirnos la modorra.
Una película con forma de escudo, con forma de mapa,
con forma de insecto, con forma de rama.
Una película con forma de caballo,
con forma de labios
con forma de grieta en la muralla.
Una película con sabor cítrico.

Una película vagabunda como esos perros de la calle.
Una película vapor de agua que te humedezca y empape.
Una película contra el olvido y la penuria.
Una película amorosa como aquella maestra.
Una película-motor que te que te saque en la noche de casa 
y te obligue a desconectar los aparatos electrónicos. 

Una película como ese camarero
que te sirve su inconformismo en bandeja de plata. 
Una película para ver en un cine, más de una vez.
Una película para disfrutar contigo.

Una película…
                                                                                   
                                                                                 Ella Ladel Garbo


lunes, 4 de mayo de 2015

Película 367 # Año 12


Meteora
7 y 8 de Mayo
Sala Avenida - Jaraíz -
21 : 00 Horas


DIRECTOR 

Spiros Stathoulopoulos

GUIÓN:  Spiros Stathoulopoulos, Asimakis Alfa Pagidas

MÚSICA: Ullrich Scheideler

FOTOGRAFÍA: Spiros Stathoulopoulos

REPARTO: Theo Alexander, Tamila Koulieva-Karantinaki, Adonis Kapsalis, Giorgos Karakantas, Dimitris Hristidis, Stelios Mavroudakos, Zoe Stathoulopoulou, Aleksandra Siafkou

GÉNERO: Drama/Animación

DURACIÓN: 82 Min.

PAÍS: Grecia



SINOPSIS

Con una fotografía que nos muestra los impactantes monasterios construidos por monjes ortodoxos del siglo XIV sobre imponentes rocas, la película, que es una producción grecoalemana filmada en Meteora, Grecia central (región que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), investiga el cuestionamiento de la dinámica entre la espiritualidad y el deseo humano, y es narrada a través de la relación entre un joven monje ortodoxo griego (Theo Alexander, también coproductor) y una monja ortodoxa rusa (Tamila Koulieva).


¿Quién es quién?

El director greco/colombiano, Spiros Stathoulopoulos, nacido en 1978, nos presenta personalmente su segunda película, tras la producida en Colombia en 2007, PVC-1 (una película sin cortes y sin banda sonora), que cerrará esta decimosegunda temporada de Cineclub.



Y no podíamos dejar pasar la ocasión para hacer una reseña especial y afectuosa del cine griego en el Gallinero que ha sido representado por directores como Theo Angelopoulos: Eleni; Giorgos Lanthimos: Canino y el gran Costa Gavras, aunque las películas de este último: Amén, Arcadia, Edén al Oeste y El Capital,  hayan venido bajo bandera francesa.

Y me parece a mi



Meteora, fue vista por 50
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