sábado, 2 de octubre de 2021

Película 555 # Año XIX

 Annette

Jueves 7 de Octubre/2021

Sala Avenida/Jaraíz

20:30 Horas
 


DIRECTOR

Leos Carax

GUIÓN: Ron Mael, Russell Mael
 
MÚSICA: Ron Mael, Russell Mael, Sparks 
 
FOTOGRAFÍA: Caroline Champetier
 
REPARTO: Adam Driver, Marion Cotillard, Simon Helberg, Dominique Dauwe, Kait Tenison, Latoya Rafaela, Rebecca Dyson-Smith, Timur Gabriel, Kevin Van Doorslaer, Devyn McDowell, Ornella Perl, Christian Skibinski, Marina Bohlen...
 
GÉNERO: Musical. Romance. Drama 
 
DURACIÓN: 140 Min.   PAÍS: Francia
 
 
 
SINOPSIS 

Henry es un monologuista cómico de humor incisivo. Ann, una cantante de renombre internacional. Centro de todas las miradas, juntos forman una pareja feliz rodeada de glamur. El nacimiento de su primogénita, Annette, una niña misteriosa con un destino excepcional, les cambiará la vida.
 

 ¿Quién es quién?
 
Léos Carax (nombre artístico de Alexandre Cristoph Dupont, Suresnes-1960) es un cineasta francés. Carax es conocido por su estilo poético y el carácter torturado que adquiere el amor en sus películas. Su primera gran incursión en el cine fue la película Chico conoce chica, que realizó en 1984, a los veinticuatro años de edad. Otras de sus más notables obras son: Malasangre (1986),  Los amantes del Pont Neuf (1991), Pola X (1999) y Holy Motors (2012). 
 
Sus ídolos del rock son David Bowie e Iggy Pop.
 
Trece años después de Pola X, en 2012, presentó Holy Motors,​ protagonizada otra vez por Denis Lavant, su actor fetiche, se presentó ese año en la sección oficial del Festival de Cannes, pero, a pesar de ser considerada por muchos una de las mejores obras presentadas al certamen, no ganó ningún premio (las reticencias son debidas a que se considera original y novedosa en exceso).​ Sin embargo, fue el gran ganador del Festival de Cine de Sitges ya que obtuvo los premios a la Mejor Película, la Mejor Dirección, el Premio José Luis Guarner de la crítica y el Méliès d'Argent al mejor filme europeo. 
 
En la temporada X, Leos Carax estuvo en el Gallinero para traernos la surrealista y experimental Holy Motors, obra que dejó al personal estrujándose las meninges; sin que, a día de hoy, la mayoría, haya extraído una sola gota sustancial. Ese tipo de cine nos gusta, tal vez porque los que amamos este maravilloso invento abrazamos también la vertiente masoca y morbosa que hay tras la negra cortina del dolor. 

Adam Douglas Driver (San Diego-USA-1983), resultará muy reconocible para los seguidores del Cineclub por sus papeles en A propósito de Llewyn Davis (Hnos Coen), que pusimos en la XI temporada y sobre todo por el tierno rol, en su papel de conductor de autobuses y poeta,  de Paterson (Jim Jarmusch) de nuestra campaña XIV.

Más próxima aún os resultará Marion Cotillard (París-1975), actriz, modelo, compositora y cantautora francesa; a la par que ambientalista y portavoz de Greenpeace, que nos visita por cuarta vez. Nos cautivó en Enemigos Públicos (Michael Mann-USA) (Pel. 196); y nos emocionó con De óxido y hueso (Jacques Audiard-Francia) (Pel. 304) y Dos días, una noche (Hnos Dardenne-Bélgica) (Pel. 358).

Y por último Simon Maxwell Helberg (Los Ángeles-1980), sí, el de The Big Bang Theory; habrán averiguado los más sagaces, que aparecía en Un tipo serio (Hnos Coen) (Pel. 215)
 
 

Como lágrimas en la lluvia
 
Mi más sincera bienvenida a esta XIX temporada, que ya iniciamos la semana pasada con La Camarista, en comandita con la Filmoteca de Extremadura. En Febrero del 2002 hará veinte años que se puso en marcha de forma muy anárquica (en el mejor sentido de la palabra) esta atípica Asociación de Cine que, ni por asomo, aparecía en la lista de apuestas en el apartado de durabilidad, los jugadores más avezados hablaban de meses... Y, hete aquí, que dos décadas después está más viva que nunca, e incluso, y esto sí que no lo esperábamos ni buscábamos, recibiendo reconocimientos: acabamos de recoger el XIII Premio Avuelapluma en el apartado de Cine.
 
Pero, ¡cuidado con los cantos de sirena! 
El objetivo prioritario, que percibo desde mi atalaya de socio fundador, debería seguir siendo la inexcusable presencia de, al menos, una película semanal en la Sala Avenida y el compromiso, a ser posible cada vez mayor, que tendría que cristalizar en un número de socios acorde con la importancia de nuestro proyecto. Sería de gran interés la participación más estrecha de la comunidad cinéfila: en la selección de películas, decisiones directivas, colaboraciones...; en definitiva, dando apoyo a quienes encabezan la Junta que desafortunadamente son cada vez menos. Corremos el riesgo de que se carguen de responsabilidades y abandonen por cansancio.

Tras el receso, obligado para algunos por la amenaza pandémica, deseo que este sea el año de vuelta al corral; saquemos lo mejor de nosotros y olvidemos viejas cuitas; podamos volver a discrepar, en paz y armonía; y recuperar aquellas pequeñas cosas que tanto nos gustaban: la cálida oscuridad, iluminada tan solo por círculos oculares (ante el mágico misterio, todos volvemos a la curiosidad y la inocencia); el reencuentro con gente que merece la pena; aquellos ronquidos de la prensa especializada; los samurais que se destripaban en medio del pasillo; el cervezorum a posteriori... 
Razones no faltan y ganas de ver cine tampoco.
El Gallinero es la casa común. 
¡Larga vida al Cineclub!

Jaht
 
 
Y me parece a mi
 
La muda voz de la conciencia

Espectáculo denso y excesivo el que, de la mano y libreto de los geniales Ron y Russell Mael (Sparks), explota en nuestras caras el epatante, o tal vez no, Leos Carax; dejando durante un tiempo noqueado al espectador, que acaba levantándose para aplaudir o para protestar por lo que considera un golpe antideportivo.

Annette, es uno de esos films que por su ambiciosa estructura parece estar diseñado para aventajados en cuestiones cinéfilas y musicales, dejando al espectador medio atareado en el encaje de piezas y al público americano pidiendo directamente cita con su psicólogo.

El periplo amoroso del monologuista y la diva es, una vez más, eterno mientras dura. Los padres de Henry equivocaron el nombre, ya lo decía la abuela: "...este niño tiene que llamarse Narciso, lo canta su cara"

Al drama, que se desarrolla siempre, haya o no agua, en medio de una tormenta marítima, no le falta de nada: celos, provocación, apariciones fantasmagóricas, prensa del corazón, épica lírica, hijos que se rebelan contra su condición de monigotes, amantes sin sexo y sexo sin ardor... Y todo a un ritmo y velocidad endiablados; como si la placidez y el sueño fueran cualidades fútiles, existiendo la guerra y las pesadillas.

El cine de Leos no hace rehenes, y entre la clasificación de géneros con la que los críticos se estrujan las meninges, además de: experimental, surrealista, neo-noir, película de culto, drama psicológico, stand-up...; harían bien en escribir sucintamente: "Cosas de Carax, pase o quédese. NB: al Boyero no le cobréis la entrada".
Jaht
 
 

 
 

1 comentario:

  1. Sócrates Daquí4/10/21, 15:14

    Percibo diferentes grados de amor hacia el Cineclub: incondicional, interesado, pasional, curioso, apático, crítico y autocrítico (que no es lo mismo la crítica desde dentro o desde fuera); e incluso, a algunos les embarga la vaga tristeza del desamor... Mientras haya un granzón de estima todo suma.

    El postureo y la habladuría no merecen siquiera comentario.

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