sábado, 22 de octubre de 2016

Desde Pucela





61 años desde que la Semana Internacional de Cine de Valladolid inició su andadura. Cita obligada todos los otoños para quienes consideramos al Cine de Autor uno de los puntales de la CULTURA; esa cosa que revuelve las tripas de quienes gobiernan pueblos sumisos nostálgicos del pasodoble, de "...la letra con sangre entra" y del "...asina ha sido siempre, y asina tiene que ser".

Dicen los detractores de este tipo de cine que son películas que no se disfrutan, que no te hacen pasar un buen rato, que requieren gran atención e incluso complicidad; que quienes dicen estar enamorados de él son unos mentirosos, gafapastas, y que tampoco se enteran de nada....... Dicen que ellos intentaron un día ver una cinta de esas y lo pasaron fatal, y que como a ellos no les gustó ni llegaron a ninguna conclusión, está claro que ese tipo de filmes son una porquería, que al director había que ahorcarle, a la protagonista pelarla al cero, al "artista" caparle y a ellos devolverles el importe de la entrada y pedirles perdón.......... ¡Vale!, ¡vale!, ante argumentos tan consistentes no me queda más remedio que ceder y considerar con ellos (y con la raposa) que, efectivamente, las uvas no están maduras.
Las críticas cinematográficas de quienes entienden que el buen cine es, exclusivamente, el que viene de USA y va ligado inevitablemente a la Coca-Cola, la hamburguesa y las palomitas transgénicas, es tan respetable como la opinión que puede tener de un libro alguien que no sabe leer ni escribir.

Que sí, que estoy harto de "expertos" que se envalentonan escondiéndose tras la ignorancia y que basan sus convicciones científicas en el número de gente que consume productos bendecidos por el establishment, o sea, según estos "sabios" las más vistas serán siempre las mejores. Eso ya estaba inventado; ya sabéis, aquello de que un millón de moscas no pueden equivocarse.
De todas formas allá vosotros, dicen que sobre gustos no hay nada escrito (gran mentira, por cierto; ¡anda que no hay libros de cocina!). Yo, por si acaso, quiero dejar bien claro que la mierda no es uno de mis platos favoritos.

Dentro de unas horas comienza la Seminci, con una película española de Miguel del Arco que inaugura la Sección Oficial. Su título es Las Furias y ya os contaré, o te contaré, o me contaré, lo que pienso de ella y de las 18 que la seguirán.
Jaht


SÁBADO 22/10/2016

Las Furias       Miguel del Arco         (España)
Hijas de la castración

En algún momento, de los buenos, esta primera obra cinematográfica de Miguel del Arco te hace recordar a la familia Panero de El desencanto (Jaime Chávarri), o incluso Celebración (Thomas Vinterberg). Durante gran parte del relato la tensión dramática se mantiene y el equilibrio entre las difíciles situaciones existenciales de la familia y el escudo intelectual, y con cierto humor, ante las adversidades, te hace creer que nos encaminamos hacia un desenlace, cuanto menos, interesante. Pero hete aquí que al realizador se le apaga la luz en el último cuarto de hora y, bajo mi humilde punto de vista, estropea un buen trabajo actoral y un guión que, partiendo de un arranque mitológico y teatral estaba defendiendo con dignidad.

La maldición que parece acechar a este singular grupo humano desde que Leo, el padre/abuelo actor, preconizara años atrás que las hijas de Urano no cejan en su venganza hasta haber castigado a los responsables de destrozar las familias, se està desencadenando de manera imparable. Las relaciones envenenadas y los secretos pútridos irán mostrándose de forma catártica en una reunión que lleva en el lote: una boda inesperada, la venta de la mansión de los Alegre, ajustes de cuentas, el reencuentro con la apolillada memoria y la sanitaria necesidad del definitivo olvido.

En la acumulación de hechos incontrolados que afectan, de manera vital, a cada uno de los personajes es donde el realizador/escritor pierde la brújula, se pierde él y hace que se pierdan los intérpretes. A menos que el perdido sea yo y no haya sido capaz de encontrar, en la maraña, el oculto atajo capaz de conducirme a una pradera luminosa.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10 

DOMINGO 23/10/2016
Eshtebak (Clash)    Mohamed Diab         (Egipto)

Nadie tiene razón

El Egipto actual conviviendo dentro de un furgón militar un día de manifestación del 2013. Periodistas, partidarios de los Hermanos Musulmanes, defensores de la acción del ejèrcito, soldados, vagabundos........, hombres, mujeres, niños, ancianos. Toda la población cairota movilizada, sin saber muy bien hacia dónde y porqué.
Un retrato minucioso de Mohamed Diab sobre la violencia y las inexplicables razones que conducen a los desacuerdos, a la falta de expectativas y al absolutismo de que: "el que no está conmigo está contra mí".

Las relaciones de unos y otros en una situación límite, nos hablan del caos más profundo, pero también de lo contagiosa que pueden resultar la solidaridad y el compañerismo en cuanto quedan fuera las consignas, los miedos, las religiones y los prejuicios. El diálogo no estaría tan lejos si hablaran los corazones; la apocalíptica realidad, según el director, fue derrotada en el 2011 por los valores de la llamada primavera árabe. No obstante, hasta que lleguen tiempos mejores y la paz vuelva a sonreír tras los nubarrones, los egipcios seguirán embarrancados en el ojo por ojo y en los conflictos de odio alimentados por facciones irreconciliables.

¿Cuándo se darán cuenta las víctimas civiles de que los políticos corruptos, las religiones y el ejército no forman parte de la solución, si no que son los hacedores máximos del problema?

MI CALIFICACIÓN   7 SOBRE 10

El Ciudadano Ilustre Mariano Cohn, Gastón Duprat (Argentina)
De lo que fué y pudo no haber sido y de lo que pudo haber sido y no fué

Más profunda de lo que pueda parecer esta reflexión de los directores argentinos sobre la cultura y sus, no pocos, inconvenientes. Utilizando un humor no carente de carga dramática y existencialista, de la mano de un Oscar Martínez más que convincente en su liderazgo intelectual y unos secundarios sin complejos que, aunque deformados en algunos momentos para subrayar lo grotesco de las posiciones enquistadas, nos hacen avanzar a través de la realidad y la ficción sin saber con claridad qué terreno pisamos exactamente, pero sin importarnos en absoluto.

La obra, que fluye mansamente a pesar de las situaciones rayanas en lo estrambótico, está apoyada en un guión muy ágil y que conduce a una resolución más que compleja sobre las diferencias entre los seres novelados y los que habitan las pesadillas del día a día. Todo ello a pesar de que el protagonista de esta historia se encarga en explicitar en un par de ocasiones, a lo largo de la película, que él escribe sobre Salas, un pueblo del que sus personajes no pueden salir y en el que él no puede entrar; pero deja claro que mientras existan la imaginación y la libertad intelectual siempre se podrá luchar contra el aislamiento absoluto y la intransigencia, aunque no se consiga nada.

El transcendentalismo que pueda trasladar mi comentario no se ve tan solidificado, afortunadamente, en la pantalla. De forma que usted, si aún no la ha visto, disfrutará de frases ingeniosas; se reirá con lo aparatosidad del cambio de vida de un Premio Nobel convertido en estatua, pero al que despierta la curiosidad; y saldrá de la sala con una sonrisa enigmática, producida tal vez por el cosquilleo de alguna antigua cicatriz.

MI CALIFICACIÓN   8 SOBRE 10


Las Inocentes Anne Fontaine (Francia)

Había también un lobito bueno

Bien realizada, con oficio, con ese contraste entre el color crepuscular que invade los claustros, a través de los ventanucos, y el blanco de los campos nevados que en este caso es un albo amenazador.
Nos trasladó su directora, presente en la presentación de la película en la 61 Semana Internacional de Cine de Valladolid, que está basada en unos diarios de una enfermera de la Cruz Roja francesa, destinada al final de la 2ª Guerra Mundial en una región próxima a Varsovia donde atendían los residuos humanos de los liberados campos de concentración. La vida de dicha enfermera fue breve, y aunque el guión mama directamente de sus escritos existe una parte de ficción, imprescindible para imaginar el resto de la odisea de unas monjas polacas en medio de ninguna parte y a merced de los últimos coletazos de la contienda; que incluye, en este caso, el abusivo peaje de la "liberación".

El enfrentamiento entre lo científico y lo religioso; entre la contundencia de la inmediatez de salvar vidas y la temeridad de salvar almas; entre esa especie de fe de los ateos en la redención de los cuerpos y la duda permanente de los creyentes, alimentada por la llamita de la esperanza ...... Este choque de mentalidades, decía, puede llegar, según Mathilde (la inspiradora) y la propia Anne Fontaine (la realizadora) a diluirse en el bien común y defender los mismos objetivos.

No obstante siempre nos quedará la fundada sospecha de que en situaciones regulares, las aguas volverán al aburrido cauce de los preceptos y las consignas; y las buenas intenciones se ahogarán entre rezos inútiles y monolíticas burocracias.
En fin, que ese buen rollo entre ateos irredentos y hermanas transparentes y entregadas, aquí, más que nunca, será tan solo una historia de película en el sentido más peyorativo de la expresión; para eso están las jerarquías, las instituciones y "las cosas bien hechas"

Es de destacar el equilibrio del guión, en el que colabora la propia Anne, que consigue que la balanza no se incline, partidístamente, del lado de ninguna de las creencias vitales y filosóficas de las y los protagonistas; aunque tal vez la nacionalidad de los asaltantes podría habersela ahorrado. 

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10

LUNES  24/10/2016

Anatomía de un asesinato  Deepa Metha  (Canadá)

Los animales no se ensañan

La realizadora india, afincada en Canadá, país donde se producen sus películas, y autora de la exitosa trilogía: Fuego, Tierra, Agua; cambia de registro pero no de víctimas habituales: las mujeres de su patria originaria.
Echando mano de un criminal hecho reciente, en el que una joven fue violada por seis hombres en un autobús; acto bestial que le costó la vida días después de la agresión, la directora hace un original relato, entre teatro y documental, en el que buceando en las posibles causas de la violencia, obliga a los personajes a buscar en su infancia los orígenes de su bloqueo intelectual que en la mayoría de los casos tiene que ver con traumas, falta de afecto y abandonos.
No pretende Deepa Mehta justificar lo sucedido, solo se pregunta sobre las razones que convierten a los seres masculinos en monstruos capaces de actos semejantes. Una de las conclusiones es que la sociedad no es ajena a este tipo de comportamientos y que la falta de conciencia y de respeto son fracasos colectivos que, en este caso, tienen que ver con una inexistente educación y taras psíquicas que acaban desembocando en el embrutecimiento.

La película es un planteamiento militante que busca enlazar con la lucha por la dignidad de las mujeres, en un país que acumula condenas más que justificadas por el trato que, por motivos religiosos y tradicionalistas, dispensa a hijas, madres y esposas.
La sensibilidad extrema de Deepa, para con la víctima, evita recrear los momentos más escabrosos y los espectadores agradecen la acertada decisión.

Los realizadores de la Quinta estación (Peter Brosens y Jessica Woodworth) premiada hace cuatro años en la Seminci, pero sin distribución en España, han vuelto a Valladolid con otra obra singular, un cuento de nuestros días con aroma de otros tiempos. Es lo que tienen instituciones tan atemporales y demodés como las monarquías.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10

 
El rey de los belgas  Peter Brosens/Jessicca Woodworth  (Bélgica)

El rey de los republicanos

Los realizadores de la Quinta estación (Peter Brosens y Jessica Woodworth) premiada hace cuatro años en la Seminci, pero sin distribución en España, han vuelto a Valladolid con otra obra singular, un cuento de nuestros días con aroma de otros tiempos. Es lo que tienen instituciones tan atemporales y demodés como las monarquías.
Esta road movie fantástica de Nicolás III y su grupo de confianza, acompañados de un circunstancial documentalista inglés, cámara en ristre, en misión protocolaria por Turquía y con serios problemas para retornar a Bélgica donde está teniendo lugar un intento independentista flamenco.....; decía, que esta aventura por tierra y mar hace viajar también al espectador y le aproxima a un "intocable", a la par que el "intocable" conoce a seres que no habitan palacios o embajadas.

¡Y hete aquí! que quien era una marioneta en manos de expertos monárquicos, por contaminación con los que tienen sangre de otro color, está mutando en un individuo que tal vez haga las delicias de los republicanos, al menos de los de izquierda; y su manifiesta y reverenciada inutilidad es posible que esté tocando a su fin, para disgusto de unos pocos y satisfacción de muchos más.

Y a uno, que es antimonárquico irredento, le gustaría que la fábula no acabara y que el rey comiera perdices. Mérito, sin duda de los directores.

MI CALIFICACIÓN   7 SOBRE 10

 
Tierra de dioses  Goran Paskaljevic  (Serbia)

Volver con la frente marchita

 Goran Paskaljevic que pasea por Valladolid como por su casa tras haber ganado en tres ocasiones la Seminci (La otra América, Optimistas y Honeymoons) ha traído este 2016 una historia para relajar y relajarse él mismo, aunque no exenta de conflictividad, que tiene que ver con la parte oscura de las tradiciones y lleva implícita una denuncia del antidiluviano sistema de castas,

La vuelta de Rahul a su pueblo, en plena cordillera del Himalaya, cuarenta años después de una polémica huida, desencadenará reacciones adversas. En un lugar tan aislado, la introducción de cualquier elemento diferente, sobre todo si contradice preceptos inamovibles, puede causar un desequilibrio difícil de calcular, aunque el recien llegado sea un hombre de paz.

El buen realizador serbio por amistad con Victor Banerjee (que colabora en el guión) se sale de sus habituales registros para visitar el olimpo blanco de Asia; tierra de santones que aprovechan su mayor proximidad con el cielo para atribuirse un contacto privilegiado con la espiritualidad. Cierto es que la grandiosidad de las montañas hace más pequeñas y humildes a las personas, pero también los grandes muros de piedra y de hielo encierran costumbres medievales que no estaría mal estirpar.

El bueno de Goran se ha dado un festín de color y paisaje aprovechando la vuelta de un hijo pródigo y que la morada (alaya) de la nieve (hima) pasa por la India.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10

MARTES 25/10/2016



La ciénaga.Entre el mar y la tierra  Carlos del Castillo  (Colombia)

Encarcelado dentro del mismo cuerpo

Trabajo meritorio de los dos actores principales que consiguieron emocionar a una buena parte de los espectadores del Teatro Calderón en el que se estrenó este drama colombiano en la 61 Seminci. Aún así, dicen los que entienden de esto, que es más fácil hacer llorar que reír; por lo que algunos concluirán en sus análisis que la utilización de la discapacidad severa de Alberto es un recurso fácil para tocar la fibra sensible del espectador.

La publicación de este tipo de dependencias críticas, que agradecen sobre todo las familias y pacientes que soportan estas injustas situaciones, siempre son de agradecer para concienciar a las sociedades de que hay que tomar cartas en el asunto y mejorar la calidad de vida de los enfermos y sus inmediatos responsables que, casi siempre, acaban por ser las madres, las últimas que abandonan.
En este apartado promocional y difusor hay que encajar esta obra que, aunque dirigida por Carlos del Castillo, ha contado con el empeño fundamental de Manolo Cruz, actor principal y guionista, que ha confesado que, de alguna manera, el proyecto se sintió reforzado por sus crencias religiosas.

No sería legítimo presumir de la originalidad de un relato que se ha convertido casi en un género cinematográfico. Ejemplos como: Mi pie izquierdo, Mar adentro, La escafandra y la mariposa..., dan fe de ello.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10


La madre Alberto Morais  (España)
 La responsabilidad de Miguel

La madre puede que sea el bastión fundamental, la lanzadera imprescindible en la vida de un adolescente; el abrazo que mata miedos, el calor que descongela el alma dormida....... Pero la madre también puede ser la ausencia de todo eso. El chico de nuestra crónica no ha tenido suerte.

En esta sociedad inestable que se precipita a velocidades de vértigo, ¡vaya usted a saber dónde!, cada día más gente es arrojada de los vagones, quizás para que la locomotora tenga menos rémora. Los menos cualificados para la supervivencia vagabundean por los callejones del desempleo, la explotación y el desencanto, arrastrando en ocasiones a criaturas inocentes que abandonarán la infancia en sus albores; son los niños viejos, como Miguel, que se verán obligados a competir en la farsa diaria de los mayores para seguir errando por un mundo hostil.

Aún así, nuestro jovencito gallardo y voluntarioso preferirá los palos de la relativa libertad al internamiento en el centro de menores; esperanzado, cada vez menos, en que algún día la madre se reincorporará a la lucha. ¿Conseguirá su objetivo? Si has visto la película ya sabes la respuesta.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10
Doña Clara  Kleber Mendoça Filho  (Brasil)
Más Claras, menos tiburones

Recorrido por los últimos treinta años de doña Clara y, por extensión, del Brasil que le ha tocado vivir. Tres décadas en la existencia de una mujer marcada por la terrible y, a la par, vivificadora experiencia de una enfermedad que dejó atrás.

Ahora, recién jubilada, de su actividad de crítica musical, compartiendo el dulce otoño con sus recuerdos, amigos y familia se dispone a sestear y disfrutar en su casita de siempre, cerca del mar. Una constructora voraz, o sea, una destructora de cálidos rincones, ha puesto sus ojos y garras sobre el bloque de viviendas (Aquarius), donde ella se defendió toda su vida de los embates del tiempo. Pero Clara se encuentra muy a gusto y rechaza la "generosa" oferta de la rapaz empresa.

Kleber Mendonça Filho, que cuenta en la producción con el buen cineasta Walter Salles (Estación central de Brasil, Diarios de motocicleta...), y con la presencia, imprescindible, de Sonia Braga en el papel central, divide en tres entregas la historia: un nostálgico pasado, un inquietante presente y un futuro en el que se vislumbra vacilante una llamita de esperanza, solo posible si existen personas valientes, e incluso arrogantes, que soporten la extorsión de los corruptos y se consideren también protagonistas, sin importar la edad, de los nuevos tiempos.

MI CALIFICACIÓN   7 SOBRE 10

MIÉRCOLES  26/10/2016
 
Dokhtar   Reza Mirkarimi  (Irán)

 La vida de los otros

Justo en el centro de la 61 Seminci, un sedoso miércoles de otoño, nos llega el cine de lo que algunos llaman Oriente Medio y otros Oriente Próximo. Y como un deslumbrante flash, que prácticamente hace desaparecer nuestras pupilas, se impone Dokhtar (Hija), de un realizador iraní que no conocía pero que se incorporará desde ya a mi carpeta de ilustres de aquel país: Kiarostami, Panahi, Makhmalbaf, Majidi, Farhadi, Ghobadi.... Se llama Reza Mirkarimi y nos hace un retrato de gran interés sobre las relaciones familiares, laborales y cívicas, de una sociedad que conocemos totalmente distorsionada a través de la intencionalidad mediática de quienes juzgan todo como si fueran los poseedores de la verdad absoluta; sí, me estoy refiriendo a los peligrosos "inventores" de la libertad, la democracia, el progreso intelectual, las sociedades avanzadas...; los que dicen a los demás lo mal que van y lo bien que les iría si aceptaran nuestras recomendaciones, antes de que se conviertan en "necesarias" imposiciones.

Resulta que estos señores musulmanes, en sus vidas rutinarias, no visten cinturones de explosivos, ni siguen yendo en camello a las mezquitas; y las mujeres, debajo de sus pañuelos tienen actividad cerebral e incluso hacen masters en Canadá. Sufren, como nosotros, problemas de trabajo y sus familias, como las nuestras, también guardan cadáveres en los armarios. Tienen mastodónticas jaulas de 25 pisos y se encabronan, igual que tú y yo, en medio del tráfico infernal.
Y además saben hacer un cine único, sin sobresaltos, y sin una sola línea innecesaria, con una sencillez que apabulla. ¡Pasen y vean cine verité!, y en el caso de Dokhtar una de las joyitas de esta Semana de Cine Internacional .

MI CALIFICACIÓN   8 SOBRE 10


Hedi   Mohamed Ben Attia  (Túnez)
Sé tú e intenta ser feliz, pero ante todo sé tú

Ser comercial de la Peugeot en Túnez, estar a punto de casarse con una chica de "buena familia" y tener una madre que se ocupa hasta del último detalle de su vida; para Hedi es sinónimo de infelicidad y parálisis espiritual.
En la vida del joven, de 25 años, entra de forma casual una mujer sin planes de futuro, agradable, apartada de los convencionalismos y hedonista, que provoca un auténtico cataclismo en su lánguida personalidad.

El primer trabajo del director Mohamed Ben Attia es más que esperanzador y aprovecha una crónica juvenil para establecer un paralelismo con una sociedad desilusionada, en descomposición y que se ahoga entre la tradición, la duda y la incertidumbre; máxime tras haber perdido una oportunidad única y revolucionaria, que empieza a cuestionarse si fue solo un espejismo. Los periódicos la denominaron Primavera Árabe.

Con un final abierto y, bajo mi punto de vista, magistral, el realizador provoca un debate de gran interés sobre la difícil decisión de alguien que nunca había tomado ninguna.

MI CALIFICACIÓN   7 SOBRE 10


The Salesman   Asghar Farhadi  (Irán)

Cuando el remedio puede ser peor que la enfermedad

Uno de los grandes maestros actuales en el arte de introducir el suspense y la duda, que provocan situaciones pequeñas y casuales, y que hacen temblar los más sólidos cimientos de las relaciones humanas, es Asghar Farhadi (A propósito de Elly, Nader y Simin...). Lo ha vuelto a hacer en esta entrega que ha introducido en España a través del portón de la 61 Seminci.

Una pareja, que se quiere y se complementa, tendrá que replantearse toda su vida en común a raíz de un episodio desafortunado, que se va convirtiendo en un cúmulo de sospechas que ruedan sin control hacia el abismo.
Este desencadenamiento imparable me evoca una parte del cine de los Coen; aunque con mayor carga dramática la obra del iraní, al resultar más creíble que las complicadas carambolas del destino de las que se valen los Hnos.

La alusión insistente a La muerte de un viajante (Arthur Miller) es algo más que un homenaje al dramaturgo estadounidense, es la constatación de que los personajes de la obra de teatro son universales y que el fracaso y la destrucción de la paz y los sueños son consecuencia del abandono de los principios éticos.
MI CALIFICACIÓN   8 SOBRE 10

JUEVES  27/10/2016

Maravillosa familia de Tokio  Yoji Yamada  (Japón)

Cuando la muda habla

Cuando entramos al cine a ver una japonesa, cosa cada vez menos habitual, curiosamente desde que algunos nos machacan con lo de la globalización, lo último que esperamos es encontrarnos con una comedia. El veterano Yôji Yamada recupera aquí el tono de la saga Tora-san, que mantuvo durante 48 episodios cinematográficos, a lo largo de 25 años ( ....y porque murió el protagonista); para desdramatizar la carga existencialista de sus otros proyectos, en ocasiones muy influenciados por el gran Yasujiro Ozu. La última visita, por cierto, le supuso una Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid (2013) por Una familia de Tokio, revisando el clásico del maestro: Cuentos de tokio.
Es esta ocasión aprovecha la reciente jubilación del abuelo para hacer saltar por los aires la supuesta seriedad protocolaria de los nipones y poner en solfa sus tradiciones y su correctísima educación milenaria. Cuando la abuela, en su cumpleaños, le pide un regalo barato e inusual al hombre con quien ha compartido los últimos cincuenta años de su vida, todos los miembros de la comunidad familiar resultarán afectados y tratarán de convencerla para que desista.

Agradable historieta con situaciones divertidas que huye, a propósito, del trascendentalismo y que promete convertirse en serie para dulcificar y aliviar los últimos años (tiene 85), del prolífico creador del país del sol naciente.
MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10


Madre solo hay una  Anna Muylaert  (Brasil)

El "accidente" biológico

Hace unos 20 años tuvo lugar en Brasil un suceso del que se habló mucho por aquellos días. Era el desenmascaramiento, y detención, de una mujer que tiempo atrás había robado, en fechas muy diferentes, dos recien nacidos de sus cunas hospitalarias. La directora Anna Muylaert retoma aquella noticia, escribe un guión y se plantea las cosas que podrían estar detrás de los titulares de prensa; que es, ni más ni menos, la vida de los niños víctimas de este desaguisado.

Pierre, al que la Muylaert sitúa ya con diecisiete años, sufrirá de manera especial el desenraizamiento. A la separación brusca de la madre y posteriormente de la hermana, se unirá el alejamiento del barrio, de sus amigos y de una vida que poco a poco, sin traumas, iba orientando hacia sus tendencias y hábitos sexuales, para nada convencionales.

El impacto emocional que el joven adolescente recibe tras la ruptura de lo que considera su verdadero hogar, le llevará a acentuar su grado de rebeldía, sincera y sin anestesia, que pondrá en un brete a su nueva familia, empeñada en reconvertirlo en Felipe.

En la Seminci 61, Madre sólo hay una recibió dos espigas importantes: Mejor dirección y mejor actor, este último para el primer trabajo de un muchacho que se hace llamar Naomi y que abre una puerta más a la normalización de los otros géneros; no hace mucho perseguidos y vilipendiados.
MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10

 
Tormenta de arena  Elite Zexer  (Israel)

La sumisión, dicen ellos, debe ser la principal virtud de la mujer

La directora hebrea construye su ópera prima en el desierto y para ello echa mano de las mujeres beduinas que penan su condición femenina en las miserables comunidades que han quedado ancladas entre el nomadismo y la ciudad. En Israel esta población árabe está formada por unos 170.000 individuos, asentados en su mayor parte en la región del Néguev, en siete ciudades construidas para que abandonaran sus hábitos errantes; aún cuando la mitad, al menos, rechaza la limosna de unas tierras que consideran suyas.

El denigrante trato que tradicionalmente se dispensa a las personas de "segunda categoría", que se ven obligadas a matrimoniarse con quien disponga el cabeza de familia, a veces incluso aceptando ser la segunda esposa, tiene más proximidad con el medievalismo que con los tiempos actuales; pero tampoco existe la voluntad de cambiar nada por parte de los poderes politico-sociales que prefieren mantener a estos grupos en la ignorancia y sujetos a religiones machistas, alejados muchas veces de los derechos humanos más elementales, que revestirles de dignidad y libertad. Por eso la falta de crítica de la realizadora hacia el gobierno de su país, por todas las carencias que sufre el pueblo beduino es, cuanto menos, sospechosa;  y condiciona negativamente el alegato a favor de las pobres mujeres que habitan las tierras estériles.
Más que una denuncia pudiera parecer un documental sobre las rarezas de estos pueblos antiguos que nunca abandonarán sus extravagantes costumbres y que castigan cualquier brote de rebeldía con doble dosis de sumisión.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10

VIERNES  28/10/2016


Locas de alegría Paolo Virzì  (Italia)

Defender la alegría como una trinchera

Triunfadora en la 61 Seminci esta buena película de Paolo Virzì, con dos fantásticas interpretaciones, se ha visto favorecida por un Jurado proclive, encabezado por una gran mujer (Silvia Munt), y por un vendaval de simpatías por las féminas y sus trabajos en la industria del cine. Ellas han sido merecidas protagonistas: directoras, actrices, presentadoras, guiones en su honor.... y han acumulado premios y aplausos, a los que me sumo; no sin reseñar que, según mi criterio, las dos películas iraníes han sido víctimas colaterales de este influyente tornado temático: madres e hijas, como principal fuente de inspiración.

La obra que realiza y co-escribe el italiano nos cuenta la huida hacia adelante de dos damas de estrato social muy diferente pero con un cuadro maníaco-depresivo similar, que las une en la aventura de rescatar un mínimo de la autoestima que han dejado fuera de la residencia psiquiátrica en la que se encuentran.
Con unas notables dosis de humanismo y un blanco sentido del humor que desdramatiza una compleja situación, en la que el realizador hubiera estado legitimado para cargar las tintas, traslada al espectador un sentimiento de cariño por las criaturas en fuga, y enfrenta la estúpida "normalidad" de los sanos a las verdades sin complejos de los internos del hospital.

Fundamental la lectura que hacen las dos protagonistas de sus personajes, consiguiendo un difícil equilibrio de dos seres desequilibrados, hasta el punto de hacerlas muy creíbles y hasta envidiables en su brava defensa de la alegría.

MI CALIFICACIÓN   7 SOBRE 10


Reparar a los vivos Katell Quillévéré  (Francia)


¡Adiós y hola!

Réparer les vivants es un canto de amor a la posibilidad de que un órgano, que nada tiene que hacer en un cuerpo con muerte cerebral, salve la vida de un ser enfermo sin ninguna otra alternativa.
Todo el proceso, desde el accidente que pondrá en marcha toda la maquinaria, está contado meticulosamente. Cada uno de los profesionales, ungidos por una sensibilidad humana cada vez más extraordinaria, actuará como una pieza fundamental en un engranaje de relojería en el que nada puede fallar: información a las partes, coordinación de los distintos equipos, viajes, dobles operaciones.......
Y en medio las vidas de unos y otros: empleados de centros hospitalarios, familiares, enfermos, transportistas, cirujanos...... con sus miserias diarias, con sus expectativas, con sus borbotones de amor y sus carencias afectivas.

La directora francesa, nacida en Costa de Marfil hace 36 años, adapta la novela de Maylis De Kerangal con un cuidado y respeto exquisito, explicitando algunos aspectos de la operación de trasplante que al espectador le eran menos conocidos.
La música y el, a la vez, sedoso y áspero paso del tiempo, crean una atmósfera propicia para acompañar esta historia, que podría parecer una hagiografía pero que está sucediendo de manera bastante parecida, todos los días del año en cientos de lugares.
Debería servir al menos para crear conciencia de lo importante que es regalar vida, cuando la nuestra o la de nuestros seres queridos está ya al otro lado del túnel.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10


Le fils de Jean Philippe Lioret  (Francia)

El padre de Mathieu

En el mundo tranquilo, casi monótono, de Mathieu, joven parisino, padre y separado que trabaja en el consejo de administración de una multinacional que vende pienso para animales de compañía, aunque su verdadera vocación es la novela negra; una llamada desde el Canadá va a significar un antes y un después en su vida. Al parecer su padre, del que lo desconoce todo, por ser una aventura pasajera según su madre ya muerta, acaba de fallecer dejando para él un paquete. Curioso, decide viajar y encontrarse con el hombre que le ha hecho la llamada, empeñado en contactar con dos hermanos cuya existencia acaba de conocer.

El guión, bien trenzado, nos irá descubriendo aspectos que, al igual que al protagonista, nos resultarán al principio extraños para terminar siendo emotivos.
El hallazgo de una familia que ha resultado invisible durante más de treinta años, no puede dejar a nadie indiferente y, sobre todo, cuando las soledades te cercan es el momento de caer en el vaivén de las cosas que pudieron haber sido y no fueron; y es la hora también de intentar la búsqueda del tiempo perdido.

El realizador francés, sin grandes alardes, redondea una historia que sorprende al espectador en el último tramo; y nos habla de la importancia de las relaciones familiares y de la necesidad del cariño y los abrazos en un mundo cada día más gélido.

MI CALIFICACIÓN   6 SOBRE 10

lunes, 17 de octubre de 2016

CONVOCATORIA


Sin palabras

martes, 11 de octubre de 2016

Relatos de Don Wayne LI: Jack Elam

Eran años en los que las películas norteamericanas desembarcaban en tromba en las salas españolas para consumo de un público ávido de encontrar el lenitivo con el que aliviar la traumática epidemia de intolerancia, autoritarismo y clerigalla que arrasaba el país. Poco podía imaginar el actor norteamericano que aquí, en España, tenía un doble, un sosias cuyo parecido con el original era tan asombroso que parecían hermanos gemelos.