miércoles, 15 de marzo de 2006

Película 72 # Año 3

 El Sabor de la Sandía

Tian bian yi duo yun

 (The Wayward Cloud)

 

Miércoles 15/Jueves 16 de Marzo/2006

Sala Avenida/Jaraíz

21:00 Horas 





 
 DIRECTOR
 
 Tsai Ming-liang
 
GUIÓN: Tsai Ming-liang
 
FOTOGRAFÍA: Liao Pen-jung 
 
REPARTO: Lee Kang-sheng, Chen Shiang-chyi, Lu Yi-ching, Yang Kuei-mei, Sumomo Yozakura 
 
GÉNERO: Comedia. Drama. Musical | Erótico. Cine dentro del cine. Película de culto
 
DURACIÓN: 112 Min.
 
PAÍS: Taiwán 
 
 
 
SINOPSIS
 
Taiwán sufre una terrible sequía. En televisión se dan instrucciones para ahorrar agua al mismo tiempo que se promueve el consumo de zumo de sandía. Sin embargo, cada uno tiene sus propios métodos para encontrar agua. 
 
 
 
¿Quién es quién?
 
 Tsai Ming-liang  (1957) es un cineasta de origen chino-malayo. Tsai es uno de los directores de cine más célebres de la "Segunda Ola" de directores de cine taiwanés. Sus películas han sido aclamadas en todo el mundo y han ganado numerosos premios en festivales de cine. 
El primer largometraje de Tsai fue Rebeldes del Dios del Neón (1992). Una película sobre jóvenes con problemas en Taipéi, protagonizada por Lee Kang-sheng como el personaje de Hsiao-Kang. La segunda producción de Tsai, Vive L'Amour (1994), se trata de tres personas que sin saberlo comparten un departamento. La película tiene un ritmo lento, pocos diálogos y es sobre alienación; todas estas características se convirtieron en la marca de Tsai. Vive L'Amour fue aclamado por la crítica y ganó el Golden Horse Awards a la mejor película y mejor director.
La siguiente película de Tsai fue El Río (1997), en la que una familia tiene que lidiar con el dolor de cuello de su hijo. La familia es similar a la que aparece en Rebeldes del Dios de Neón y es interpretada por los mismos actores. El Agujero (1998) trata de dos vecinos en un apartamento. Cuenta con varios números musicales.

 En la película de Tsai, ¿Qué Hora Es Allí? (2001), un hombre y una mujer se encuentran en Taipéi antes de que la mujer viaja a París. Este fue el primer largometraje de Tsai donde Chen Shiang-chyi participó, sería la estrella de sus siguientes películas junto a Lee.
 Adiós, Dragon Inn (2003) es acerca de la gente en el interior de un antiguo cine que está por cerrar. Para esta película, Tsai utilizó tomas aún más largas y menos diálogos que en las anteriores, una tendencia que continuó en sus trabajos posteriores. El Caprichoso en la Nube [El sabor de la sandía] (2005) es una secuela de ¿Qué Hora Es Allí? en la que Hsiao-Kang y Shiang-chyi se ven de nuevo y empiezan una relación, mientras que Hsiao-Kang trabaja como actor de cine pornográfico.
 
 
Es la primera obra de Tsai Ming-liang y la primera película taiwanesa que llega al Cineclub. Bueno es que sepamos algo más de este país:

La isla de Taiwán, también conocida en el pasado como Formosa (del portugués ilha Formosa, «isla Hermosa»), de unos 36 000 km², es una isla controlada y administrada por la República de China que se encuentra frente a las costas de la China continental. Ambos territorios se encuentran separados por el estrecho de Taiwán. Al norte de la isla se encuentra el mar de la China Oriental y al sur el mar de la China Meridional, mientras que la costa oriental de la isla está bañada por el océano Pacífico y el archipiélago de las islas Ryūkyū perteneciente al Japón.

Desde 1945, la isla y otras cercanas han estado bajo el régimen político de la República de China, el estado que gobernaba toda China hasta el final de la guerra civil entre el Kuomintang y el Partido Comunista de China, cuando este último se hizo con el poder en la China continental.

Desde entonces, el antiguo régimen chino se ha mantenido en la isla de Taiwán, dando lugar a una compleja situación jurídica y diplomática, aunque en la práctica es un estado independiente parcialmente reconocido como República de China o Taiwán.
 
Casi todos los taiwaneses son descendientes de emigrantes de China continental, llegados entre los siglos XVII y XIX y, sobre todo, en 1949, cuando los partidarios del Kuomintang se refugiaron en la isla.

De los habitantes originales de la isla (malayo-polinesios), sólo unos 370.000 en las zonas montañosas de la isla todavía conservan las culturas y las lenguas de sus antepasados. Entre un 10% y un 20% de la población de lengua china, según estudios basados en el ADN, tendría en mayor o menor grado ascendencia étnica malayo-polinesia.

La población total asciende a 23.113.090 habitantes (2011). La densidad de población es de 622 habitantes por km², la tercera de Asia Oriental tras Hong Kong y Japón. Taipéi, la capital, es la ciudad con mayor población (2.800.000 habitantes) seguida de Kaohsiung (1.500.000) y Taichung (850.000).El país se adaptó bien a la crisis de 1973, reconvirtiendo sus industrias al sector de las altas tecnologías, siendo hoy uno de los primeros fabricantes mundiales de microprocesadores.
 


Y me parece a mi
Ahora me sacian mejor

A mi, las películas que no me gustan, no me provocan tantos efectos secundarios como a algunos de mis ilustres colegas de filmaffinity les ha causado esta curiosa y peculiar comedia taiwanesa. Fobia a las cucurbitáceas, ansiedades perpetuas, aburrimientos imperdonables, ascos denunciables, silencios asesinos... ¡No será para tanto!. Puedo entender que les haya decepcionado; que la llamativa perturbación que precedía a la obra de Tsai Ming-liang les haya fustigado en la cara, no en vano el morbo (que llevó a muchos a la sala o al salón) significa precisamente: "Atracción hacia acontecimientos desagradables" ; por lo tanto no debieran sentirse tan engañados.

Los enamoramientos en Taipei, un verano caliente y con restricciones de agua, no funcionan como si la pareja viviera en Alcorcón o en Baños de Montemayor. Tampoco los asiáticos que habitan una isla a tiro de piedra de China son tan locuaces como los andaluces. ¡Qué se le va a hacer! Las culturas son ricas en matices y los seres humanos, aunque nos parecemos en muchas cosas, somos, afortunadamente, muy diversos. No hay que considerar raro al que no actúa, piensa u obra como los "civilizados occidentales"; simplemente, ellos se lo montan de otra manera.
Los directores de la "Segunda Ola" del cine chino tampoco cuentan las cosas como los academicistas estadounidenses o europeos. Por eso precisamente son muy apreciables los puntos de vista de los creadores de otras latitudes, y si somos los de aquí quienes queremos acercarnos a sus universos únicos y originales, tal vez deberíamos ser un poco más respetuosos con sus propuestas, o pasar cortesmente de su oferta para no dañar la sensibilidad de nuestros estómagos, no preparados para exquisitos guisos con insectos fritos.

Yo no desprecio un buen plato de saltamontes, serpientes o blancos y suculentos gusanos de la madera. Tal vez por eso me ha llamado poderosamente la atención esta historia singular con múltiples hilos de donde jalar: amores de verano, soledades institucionalizadas, deshumanización tecnológica, ridículos gobernantes, sueños que alguna vez no lo fueron, discreción silente...Un drama que se convierte en cáustica comedia si la ves alejado; y, para más inri, sin agua en el cubo.
Jaht




Cacareos 

El sabor de la sandía será sin duda una de las pelis que pasará a la historia del Cineclub, no solo por su extraña aportación estilística, que a más de uno le dejó turulato; también por la polémica que desató el cartel-póster, pues al no contar en sus inicios con el original, se confeccionó uno con los fotogramas más llamativos, lo que significó un escándalo para las Amas de Casa Jaraiceñas que presentaron una queja al Ayuntamiento por lo que las pareció una obscenidad. Ni cortos ni perezosos, los responsables municipales retiraron el afiche sin contar para nada con la Asociación Cultural El Gallinero. Con posterioridad recapacitaron y lo volvieron a colocar, pero el intento censor ya había tenido lugar y aquello dio pie entre otras cosas a las coplillas que se muestran a continuación: 

 

¡ Por fin!, tras cientos de proyecciones

Se habla en el pueblo entero

Del Cineclub Gallinero

Y no por nuestros desvelos

Si no por unos pezones.

 

Así habló Doña Censura

Bien oiréis lo que decía:

Guerra al disfraz y a las tetas

Y a los bailes como orgías.

Tápenme todas las rajas

Aunque sean de sandía.

 

 

¡Que no señora, que no!

Que el mal no vive en el Cine

Ni en las carteleras

Que no es culpable Resines

Ni es pecado el ardor de primavera.

 

La moral en la entrepierna

El escándalo en la piel

Y la dignidad humana

En tiendas de Todo a Cien.

 

Y a lo nuestro que ya es hora:

 

Cuando me dijiste ven

A la “fila de los mancos”

No sabía que querías

¡ Vaya chasco!

Ver: El Sabor de la Sandía.

Tal como éramos

 





93 espectadores


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