viernes, 8 de enero de 2010

Película #196


Enemigos Públicos
7 y 8 de Enero
Sala Avenida - Jaraíz
21:00 hrs

Director: Michael Mann
Intérpretes: Johnny DeppChristian BaleMarion CotillardBilly CrudupChanning Tatum
Título en VO: Public Enemies
País: EE.UU.
Año: 2009
Fecha de estreno: 14-08-2009
Duración: 143 min
Género: Acción, Drama
Color o en B/N: Color
Guión: Michael MannRonan BennettAnn Biderman, basado en la novela de Bryan Burrough.
Montaje: Paul Rubell y Jeffrey Ford
Fotografía: Dante Spinotti
Presupuesto: 80.000.000 $



Sinopsis argumental
Biopic sobre John Dillinger, legendario y carismático atracador de bancos en la época de la Gran Depresión que se convirtió en el objetivo número uno del recién creado FBI de J. Edgar Hoover y de su mejor agente, Melvin Purvis, y en un héroe popular para el sufrido pueblo.

Cacareos
No es habitual que un director como Michael Mann aparezca por el Gallinero, y no es porque no nos interese su obra; lo cierto es que su pienso nos sale más caro. Pero como andamos metidos en festejos y además ya tocaba una de gangsters, hemos tirado la casa por la ventana, queridas volátiles.
Por si no os suena mucho, sabed que este hombre nació en Chicago en 1943, hijo de inmigrante ruso, y que su mayor éxito fue la serie televisiva “Corrupción en Miami” (“Miami Vice”, para quienes desconocen la lengua cervantina). Pero también ha hecho cosas mejores para el cine:  Corrupción en Miami (2006), Collateral (2004), Ali (2002), El dilema (1999), Heat (1995), El último mohicano (1992), Corrupción en Los Ángeles (1989), Hunter (1986) La fortaleza (1983)…En muchas de sus películas ha sido el guionista y la producción también la ha ejercido en sus propios films y en otros como El Aviador o La Sombra del Reino.

El Parte del Corral:
Tras el trasiego cinematográfico navideño los granjeros informan de que las existencias de pienso, cereal y otras gramíneas; amortizada ya la voracidad de las Galliformes; nos darán para pasar el invierno,  siempre que su transcurrir sea benévolo y las bajas temperaturas (taquillas) no nos obliguen a recurrir a las grasas, reservadas para situaciones catastróficas. A buen entendedor….



Alpiste
Auge y caída de John Dillinger,
el Enemigo Público Número 1.

Me di cuenta mientras me documentaba para construir el personaje. Necesitaba ver sus gestos, oír su voz... y entonces todo hizo click: Dillinger era mi abuelo. De hecho, mi abuelo era de Kentucky, como yo, y Dillinger de Indiana. Solo les separaba el río Ohio y poco más de 200 kilómetros. Puede decirse que fueron típicos hombres de los años 30. Mi abuelo incluso llegó a pasar aguardiente de contrabando durante la Ley Seca. Además, los dos veían las mismas películas y hablaban igual. "Dillinger me fascina desde que tenía 10 años. J. Depp
"Billie y Dillinger no eran Bonnie y Clyde. De haber podido, habrían vivido de otra manera"
Marion Cotillard
(trabajando en ello)
basada en el libro Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933–34 (Enemigos públicos: la gran oleada criminal en américa y el nacimiento del FBI, 1933-34) de Bryan Burrough.
incluyendo el conocido edificio Little Bohemia Lodge en Manitowish Waters, Wisconsin, lugar de la épica batalla campal entre Dillinger y el FBI en 1934. También se rodaron escenas en Crown Point, Indiana, en cuya cárcel Dillinger fue recluido para posteriormente escapar.

Cómo atracar un banco: la técnica Barón Lamm
      Algunas notas de Johnny Depp como Dillinger en Enemigos públicos recuerdan al James Caan de Ladrón y al Robert De Niro de Heat, todos thrillers de Michael Mann. "Se parecen porque los tres son ladrones de bancos profesionales. Y esa profesionalidad se basa en un hecho histórico", comenta el cineasta.
      La metodología de estos robos procede de un único tipo: Herman K. Lamm, considerado el ladrón de bancos más brillante y eficiente que ha existido, y reconocido como el "padre de la metodología criminal moderna", cuyas técnicas han sido estudiadas e imitadas. Su biografía es, como tantas otras, corta pero digna de otra película.
      Aunque las informaciones acerca de este personaje son confusas, se cree que era un alemán nacido hacia 1880-90. Emigró a Estados Unidos en su adolescencia (1893), donde durante varios años se le vincula -aunque no está verificado (1)- intermitentemente en la Hole in the Wall Gang, la famosa banda de Butch Cassidy y The Sundance Kid, iniciándose como proveedor de caballos de reserva (2). Después de varios robos y atracos a trenes y de una fuga de prisión en Utah, en 1906 se dirige a suramérica, donde se reagrupa con Cassidy y The Sundance Kid y participa en varios robos históricos de trenes que que llevó a cabo la banda en Chile y Argentina. Volvió a Alemania justo antes de la I Guerra Mundial (1912) y se alistó en el ejército prusiano; a los cuatro años de servicio fue expulsado de su regimiento por hacer trampas en las cartas y pasó parte del conflicto en una prisión militar. Pronto regresó a Estados Unidos, y en 1916 ya se le relaciona en numerosos golpes en bancos en el área de Utah. En 1917 le trincaron en un robo frustrado y fue sentenciado a prisión en el mismo estado; en su permanencia en la cárcel desarrolló lo que se dio a conocer como "The Lamm Technique", o técnica de robos Barón Lamm, pionera en las tareas de reconocimiento y estrategia en el atraco de bancos. Adaptando su entrenamiento militar, el estudio de tácticas y la disciplina prusiana al arte del crimen, pronto se convirtiría en un profesional resolutivo y exitoso. Teorizó sobre la necesidad de planificación para dar un golpe como si de una operación militar se tratara, incluyendo medidas de contención para imprevistos, algo absolutamente innovador en comparación con los improvisados robos al uso de la época, que se resolvían con resultados fortuitos de éxito o fracaso. El sistema contemplaba estudios meticulosos previos del banco-objetivo -vigilándolo durante horas-, elaboración de planos de situación y del interior del banco en el que se anotava la localización de las cajas fuertes y establecimiento de varias rutas de escape.
Lamm introdujo el trabajo en equipo: había que desarrollar un plan en el que cada miembro de la banda tenía asignada una tarea -coger el dinero, vigilar a los rehenes...-, además de una zona de supervisión a su cargo y un horario estricto para completar su fase del plan. Entre los trabajos encomendados a cada hombre estaba el de vigilante en el exterior, el de conductor para la huida, el lobby man (hombre en el vestíbulo) y el encargado de la caja de caudales (vault man (3))
(en construcción)-------------------

, tener un coche en marcha a la salida, dos vías de escape, ayuda médica por si las moscas... Salió de la cárcel, y hasta 1930, cuando le mató la policía, su banda se convirtió en una maquinaria perfectamente engrasada de desvalijar bancos. "Uno de sus secuaces, Walter Dietrich, acabó en la cárcel de Indiana donde estaba... un joven Dillinger, y éste absorbió el saber de Lamm". Menudo árbol genealógico.
Determinó


1- Burrough, Bryan (2004). Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-34
2- Outlaw History: Baron Herman K. Lamm
3- No deja de ser peculiar vault=salto




Los pollos en la ficción

  • Johnny Depp - John Dillinger: asaltante de bancos estadounidense, idealizado por la prensa que lo bautizó como el enemigo público número uno en la "era de los enemigos públicos" (1931-1935).
  • Christian Bale - Melvin Purvis: agente del FBI, al que J. Edgar Hoover encargó dar caza a John Dillinger.
  • Marion Cotillard - Billie Frechette: cantante y pareja de Dillinger.
  • Channing Tatum - Pretty Boy Floyd: atracador y, presuntamente, asesino estadounidense.
  • Giovanni Ribisi - Alvin Karpis: conocido criminal estadounidense, conocido por su alianza con la banda Barker-Karpis en los años 30. Fue el último enemigo público en ser arrestado.
  • Stephen Dorff - Homer Van Meter: criminal y ladrón de bancos de principios del siglo veinte, más conocido por asociarse con Dillinger y Baby Face Nelson.
  • Billy Crudup - J. Edgar Hoover: el primer director del Federal Bureau of Investigation (FBI) de los Estados Unidos.
  • Leelee Sobieski - Polly Hamilton: última pareja conocida de Dillinger; desconocía la verdadera identidad del atracador.
  • Jason Clarke - John "Red" Hamilton: criminal y ladrón de bancos canadiense de principios del siglo veinte, más conocido por asociarse con Dillinger.
  • John Ortiz - Frank Nitti: uno de los principales secuaces de Al Capone y más tarde el nuevo jefe de la organización creada por Capone, la organización de Chicago (Chicago Outfit).
  • Stephen Graham - "Baby Face" Nelson: asaltante de bancos, llamado así por su apariencia juvenil y su baja estatura. Tras la muerte de Dillinger en julio de 1934, pasó a ser el enemigo público número uno.
  • Richard Short - Samuel P. Cowley: agente del FBI que acabó con la vida de "Baby Face" Nelson en el tiroteo de Barrington, Illinois, aunque murió en el mismo tiroteo.
  • Christian Stolte - Charles Makley: conocido asociado de Dillinger, al que ayudó a a escapar de la cárcel en 1933. A finales de ese año apareció como cuarto en la lista de enemigos públicos de Illinois, tras Dillinger, Pierpont, y Hamilton.
  • Branka Katic - Anna Sage: la tristemente célebre "Mujer de rojo", relacionada románticamente con Dillinger en el momento de su asesinato.
  • James Russo - Walter Dietrich: personaje que Dillinger conoció en la penitenciaría de Michigan. Le enseñó a Dillinger, entre otros, los "métodos de Herman 'Baron' K. Lamm, un oficial prusiano reconvertido en un conocido, y muy exitoso, ladrón de bancos.



Gallináceas
      Dillinger (1945), de Max Nosseck, se abría en una platea, donde el público, tras contemplar un noticiario sobre el atracador, escuchaba el relato oral del padre del forajido: recreación (comprimida) de la exagerada vida de quien, bajo el rostro de Lawrence Tierney, se revelaba gélida bestia parda en movimiento unidireccional hacia su destrucción. Ese prólogo cerraba en círculo una historia que hallaba su desenlace, precisamente, a la salida de un cine y sugería que John Dillinger fue un pionero bandido mediático, autoconsciente de su propia leyenda, idea que ahora es el fundamento de la extraordinaria Enemigos públicos.
Entre una y otra película, el Dillinger (1973) de John Milius, funcionaba como perfecta película-puente, entre la herencia crepuscular del western y esa vocación de (eso sí, impuro) realismo que Nosseck desestimó para que la verdad no diluyera los trazos de su aguafuerte.
Tradición modernizada, Gomorra (2008), de Matteo Garrone, marcó una ruptura con la tradición del cine de gánsters al abolir toda épica con mirada hiperrealista y un relato ramificado en múltiples direcciones. Enemigos públicos dialoga con la tradición de manera no menos radical, aunque Mann aboga por refundar un mito (inflamando su dimensión romántica) y volver, pues, a una cierta épica. Su planteamiento formal (agresivo, virtuoso) pulveriza la nostalgia y proporciona al espectador una inédita experiencia inmersiva en un universo noir que deja de ser artificio para afirmarse eficaz simulacro de su referente real (el Chicago de los 30: en el fondo, otro artificio, otra estilización).
En un arriesgado eco de Heat (1995), Enemigos públicos describe el viaje interior de dos polos opuestos (Dillinger y su perseguidor, Melvin Purvis) que son, a la vez, imágenes especulares, buscándose en ese laberinto donde se desintegra lo viejo (la figura romántica del héroe forajido, los principios éticos del defensor de la ley) para dar paso a lo nuevo (la asepsia: el crimen organizado de las redes de apuestas; el control científico del orden). Mann ha firmado uno de los títulos mayores de su carrera, lleno de inagotables estímulos para el análisis: un clásico instantáneo tan susceptible de ser discutido como llamado a permanecer.
Jordi Costa - Fotogramas

      Mann, renovador del thriller policiaco con las llamativas Heat y Collateral, emprende aquí un viaje a las fuentes mismas del género. Su retrato del gangsterismo durante la Gran Depresión combina sabiamente la lectura en clave actual (como demuestra el genial retrato de un Hoover pro-fascista y pre-Guantánamo; estupendo Billy Crudup) como su inmersión en la tradición cinematográfica más clásica (evidente en la asombrosa ambientación o en el gusto por los diálogos brillantes), recreada además, en un brillante ejercicio de cajas chinas, en la fascinante secuencia en la que Dillinger ve en un cine El enemigo público nº 1 (G. Cukor, 1934). Lástima que la dirección enturbie en ocasiones el magnífico guión con unos movimientos de cámara y un montaje excesivamente rápidos y no siempre justificados, especialmente -aunque no sólo- en las secuencias de menor acción. Ello aplana el ritmo de la película, y quizá por eso, aunque intensa y rica en matices, está lejos de ser una obra maestra. Depp y Bale están más que correctos, pero los secundarios, desde la banda de Nitti a los "intocables" de Texas (impagable Stephen Lang) se comen a ambos en cada secuencia.
Daniel Andreas - FILMAFFINITY

      Michael Mann se ha equivocado al abordar la historia de John Dillinger. Exceptuando algunos fogonazos, de realizador experto y hábil, su película es fría, distante, incapaz de sacar todo el partido a un material fascinante.
Mann consigue meter al público en la vida de Dillinger y sus perseguidores, (...) pero esto queda en nada si lo que se cuenta no interesa, si los personajes hablan y no te importa lo que dicen, si hay acción, disparos y muertes, y no sabes del todo qué está pasando, ni quién la ha palmado, ni quien ha escapado, ni si eso es importante o no. Depp convence (...) pero su trabajo queda diluido por el enfoque de Mann, preocupado más por la ambientación y el realismo que por los personajes. Así las cosas, este Dillinger es un criminal ingenioso, violento y prepotente (...) pero no es una figura tan fascinante como otros gángsteres retratados por el séptimo arte, como el Scarface de Paul Muni o el Cody Jarrett de James Cagney. Christian Bale vuelve a demostrar su versatilidad con un personaje posiblemente más complicado que el de Depp, pues es el “bueno” que debe caer mal al público.
   El de Dillinger y Purvis tendría que haber sido un duelo antológico en manos de Michael Mann, (...) la apuesta del cineasta por un formato actual dota a ‘Enemigos públicos’ de un estilo diferente, pero el buen cine se caracteriza por buenas historias y buenos personajes; Mann se queda en la superficie, en rodar cine negro de otra forma, pero se olvida de lo más importante: narrar una historia que interese. Lo mejor: la presentación de Purvis (por supuesto, cazando), la fuga de Dillinger, y la secuencia en torno a Manhattan Melodrama (El enemigo público número uno), lo más emocionante de una película que dura demasiado. Poco más destaca aquí; la impresionante Camino a la perdición, por poner un ejemplo reciente, la deja en pañales. Una gran oportunidad perdida.
J.L. Caviaro - Blogdecine

Estilos de canto
"Una seria y bella obra de arte."
Manohla Dargis - The New York Times

"Public Enemies te asalta como lo hacía Dillinger: de repente. Es una película explosiva." Peter Travers - Rolling Stone

"Esta es una muy buena película, con unas interpretaciones de Depp y Bale de brutal claridad. Intento averiguar por qué no es una 'gran' película. Creo que puede ser porque me priva de mi rotunda necesidad de que se cierre, de que resulte redonda."
Roger Ebert - Chicago Sun-Times

"El error fatal de reparto de Johnny Depp -con una interpretación menor- como el afamado gángster es el fallo central de la decepcionante y -curiosamente- poco apasionante 'Public Enemies'."
Lou Lumenick - New York Post

"Inteligente y desafiante: este épico drama criminal de Mann puede que necesite dos visiones para asimilarlo completamente, pero merece la pena cada devoto minuto."
Ian Nathan - Empire

"Posee la capacidad narrativa que acredita a los maestros. (...) una sucesión de imágenes magnéticas y rodadas digitalmente, diálogos sin desperdicio, una ambientación y una atmósfera que otorgan credibilidad absoluta a la época."
Carlos Boyero - El País

"Una película extraordinaria (...) Mann ha confeccionado una obra inmensa sobre la mitología popular."
Javier Ocaña - Diario El País

"No es una obra maestra, aunque tiene trazas de gran cine. Cabe achacarle la ausencia de magia, tensión (...). Es paradójico lo satisfecho que sale uno de verla y lo pronto que los detalles empiezan a diluirse en la memoria."
Federico Marín Bellón - ABC

"Mann ha firmado uno de los títulos mayores de su carrera, lleno de inagotables estímulos para el análisis: un clásico instantáneo tan susceptible de ser discutido como llamado a permanecer."
Jordi Costa - Fotogramas

"Deslumbrante película, sin duda una de las mejores del año, que resucita y reinventa el género en casi todos sus aspectos."
Alberto Bermejo - El Mundo

"Por todo lo dicho, maldigo a todo aquel que haya participado en la creación, producción y distribución de semejante atentado contra la sensibilidad humana."
La Captura Increíble

"Su película es fría, distante, incapaz de sacar todo el partido a un material fascinante."
J.L. Caviaro - Blogdecine

Y me parece a mí: 
Una de gángsters. Bien hecha, bien ambientada y bien interpretada; que si bien, es cierto, que añade poco a la historia del cine negro en su vertiente mafiosilla, no lo es menos que es una digna aportación al cine de este género.
Los últimos tres años de la vida del atracador de bancos John Dillinger, que elige como centro de trabajo Chicago, permiten a Michael Mann biografiar a un hombre, a un profesional del crimen organizado, que tiene, como mínimo, tantos escrúpulos como parte de sus perseguidores; y posiblemente más principios que la mayoría de cargos políticos e institucionales que pretenden medrar con su captura.
Como es habitual en este tipo de películas, el director nos hace cómplices de las facetas más humanas del acorralado Dillinger: simpatía, equidad, amor, terrible infancia, lealtad.... El día que el cine sea interactivo, la policía no podrá echar el guante a los que violan ciertas leyes porque, estos últimos, contarán con el apoyo de todos los espectadores: zancadillas y engaños a los cazadores, asilo a los huidos, chivatazos de las emboscadas, etc....
En el fondo esto demuestra que no afeamos ciertos comportamientos cuando las víctimas son banqueros usureros (o sea, banqueros), políticos trepas (o sea, políticos) y policías corruptos. Por eso que la titulación de Enemigos Públicos que se da a quienes roban a los poderosos todos sabemos que es exagerada y más si la cara del ejecutor del escarnio es la de Johnny Depp.
Buena la interpretación de Christian Bale en su papel del agente del FBI: Melvin Purvis porque, apenas sin palabras, transmite inseguridad y muchas dudas en las actuaciones policiales y porque transmite lo grisáceo, poco ético y desagradable de sus misiones.
Jaht
La nota media de Enemigos Públicos, según puntuación de nuestros seguidores fue: 6,20

Picoteando en corral ajeno
Entrada en Wikipedia
Crítica en Blogdecine por J.L. Caviaro
Crítica en Las Horas Perdidas por J.M. Rubio
Entrevista a Michael Mann en Fotogramas
Entrevista a Michael Mann en La Butaca
El FBI, wikipedia
Archivos policiales sobre Dillinger, web oficial del FBI
Atracografía de Dillinger por JDJ en Historias de España

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