Un asunto de familia (Manbiki kazoku)
31 de Enero/2019
Sala Avenida/Jaraíz
20:30 Horas
DIRECTOR
Hirokazu Koreeda
GUIÓN: Hirokazu Koreeda
MÚSICA: Haruomi Hosono
FOTOGRAFÍA: Ryûto Kondô
REPARTO: Kirin Kiki, Sôsuke Ikematsu, Lily Franky, Moemi Katayama, Sakura Ando, Mayu Matsuoka
GÉNERO: Drama | Pobreza. Familia
DURACIÓN: 121 Min.
PAÍS: Japón
SINOPSIS
Osamu y su hijo se encuentran con una niña en mitad de un frío glacial. Al principio, y después de ser reacia a albergar a la niña, la esposa de Osamu aceptará cuidarla cuando se entere de las dificultades que afronta. Aunque la familia es pobre y apenas gana suficiente dinero para sobrevivir a través de pequeños delitos, parecen vivir felices juntos, hasta que un accidente imprevisto revela secretos ocultos, poniendo a prueba los lazos que les unen.
¿Quién es quién?
Hirokazu Koreeda (是枝裕和 Kore'eda Hirokazu, n. 1962, Tokio) es un director de cine japonés. Sus películas exploran temas tales como la memoria, la muerte y asumir la pérdida.
Koreeda quiso ser novelista, pero tras graduarse de la Universidad de Waseda trabajó como asistente de dirección de documentales para TV Man Union. En 1991 dirigió su primera película.
Koreeda quiso ser novelista, pero tras graduarse de la Universidad de Waseda trabajó como asistente de dirección de documentales para TV Man Union. En 1991 dirigió su primera película.
Esta es la séptima vez que el mejor cineasta japonés de nuestros días visita la Sala Avenida. Digno sucesor del inmenso Yasujiro Ozu (Primavera tardía, Las hermanas Munekata,Cuentos de Tokio, El sabor del sake...), tenía un año cuando murió el gran maestro que, aún así, impregnó la obra de Koreeda de paciencia, sosiego y sabiduría. Por orden de aparición en nuestra sala: Nadie sabe (2004), Hana (2006), Still Walking (2008), Kiseki (2011), De tal padre tal hijo (2013) y Nuestra hermana pequeña (2015). Sus seguidores más incondicionales también le recordarán por: After life (1998), Air doll (2009), Después de la tormenta (2016) o El tercer asesinato ( 2017).
Y entre los actores tal vez reconozcáis a la recientemente fallecida Kirin Kiki (Ciudad de Tokio/ Enero/1943-Shibuya/ Septiembre/2018) por: Still Walking, Kiseki, Nuestra hermana pequeña y, fuera del Avenida por Una pastelería en Tokio. Y a Lily Franky (Kokura/Noviembre/1963) por De tal
padre tal hijo y Nuestra hermana pequeña.
padre tal hijo y Nuestra hermana pequeña.
Y me parece a mi
Dejadme decidir si quiero llorar o reír
Si yo fuera japonés influyente propondría
para un ministerio de nueva formación, suponiendo que no exista, al
hombre que posiblemente haya investigado más el hábitat convivencial,
padres e hijos, de aquel país. País que, aunque parezca increíble,
tampoco es tan diferente al nuestro, o a los que se sobrenadan la nata
del "capitalismo democrático". Este Departamento de Gobierno se
denominaría: De La Familia y Sus Menesteres. Su titular no sería otro
que Hirokazu Koreeda, hábil e incombustible indagador de las complejas
relaciones consanguíneas y sus múltiples derivadas. Su maestría
académica está más que contrastada: Nadie sabe, Still Walking, Kiseki,
De tal padre tal hijo, Nuestra hermana pequeña, Después de la
tormenta...; y sus conclusiones, casi científicas, conducen a un modelo
que nada tiene que ver con el convencional ni tampoco con el
ordenamiento contemporáneo, que sigue estando basado jurídicamente en
algo tan arcaico como los derechos de sangre.
Koreeda sienta cátedra en esta preciosa disertación sobre los lazos afectivos. "Un asunto de familia" ("Ladrones de tiendas" para los angloparlantes) es, en el fondo, una elegante denuncia contra un sistema que basa todos sus esfuerzos en la cuadratura macroeconómica y olvida que el objetivo primigenio de los seres inteligentes debería ser la búsqueda de la felicidad. Sentirse bien tiene mucho que ver con las decisiones libres, y el corsé del vínculo parental constriñe el vuelo.
Koreeda sienta cátedra en esta preciosa disertación sobre los lazos afectivos. "Un asunto de familia" ("Ladrones de tiendas" para los angloparlantes) es, en el fondo, una elegante denuncia contra un sistema que basa todos sus esfuerzos en la cuadratura macroeconómica y olvida que el objetivo primigenio de los seres inteligentes debería ser la búsqueda de la felicidad. Sentirse bien tiene mucho que ver con las decisiones libres, y el corsé del vínculo parental constriñe el vuelo.
spoiler:
Las normativas estatales,
según el mejor director japonés del momento, persiguen a quienes basan
sus acciones en el amor y el instinto, poniendo en peligro esa cacareada
y falsa estabilidad que dicen salvaguardar. Las instituciones, lejos de
aportar soluciones o alternativas a los problemas cotidianos
(conciliación, pobreza, vivienda, maltrato...), crean una red insalvable
para el sentido común, que sigue afirmando que el índice de la alegría
lo marca la risa y no el Nikkei ni el IBEX 35 ni el Dow Jones.
Esta película invita, con sedosos principios y tozuda voluntad, a recuperar los valores que alguna vez hemos soñado: vivir y morir rodeados de la gente, de la buena gente, que cada uno de nosotros haya elegido, pasando amablemente de todas las imposiciones, aunque tengamos en común con ellas muchas moléculas de ácido desoxirribonucleico.
Esta película invita, con sedosos principios y tozuda voluntad, a recuperar los valores que alguna vez hemos soñado: vivir y morir rodeados de la gente, de la buena gente, que cada uno de nosotros haya elegido, pasando amablemente de todas las imposiciones, aunque tengamos en común con ellas muchas moléculas de ácido desoxirribonucleico.
Jaht
Un asunto de familia, fue vista por 73 espectadores
La nota media, según puntuación de nuestros seguidores, fue: 8,90
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