Elle
2 de Marzo/2017
Sala Avenida - Jaraíz -
21:00 Horas
DIRECTOR
Paul Verhoeven
GUIÓN: David Birke (Novela: Philippe Djian)
MÚSICA: Anne Dudley
FOTOGRAFÍA: Stéphane Fontaine
REPARTO: Isabelle Huppert, Laurent Lafitte, Anne Consigny, Charles Berling, Virginie Efira, Judith Magre, Christian Berkel, Jonas Bloquet, Alice Isaaz, Vimala Pons, Raphaël Lenglet, Arthur Mazet, Lucas Prisor, Hugo Conzelmann, Stéphane Bak
GÉNERO: Thriller. Drama | Thriller psicológico. Abusos sexuales
DURACIÓN: 130 Min. PAÍS: Francia
SINOPSIS
Michèle (Isabelle Huppert) una mujer indestructible. Dirige una gran compañía de videojuegos, y maneja con mano de hierro tanto los negocios como su vida sentimental. Su vida cambia para siempre cuando es violada por un misterioso enmascarado en su propia casa.
Pero después de ser atacada, Michèle no llama a la policía ni derrama una sola lágrima. Simplemente, limpia el lugar de los hechos, se da un baño y trama una venganza. Decidida, de forma implacable y dispuesta a salirse con la suya, Michèle buscará a su agresor. Será entonces cuando comience un peligroso juego que amenaza con salirse de control.
¿Quién es quién?
Para el realizador holandés Paul Verhoeven (Ámsterdam, 18 de julio de 1938) esta es la segunda visita al Cineclub le tuvimos al frente de El Libro Negro (una de sus mejores obras) hace casi nueve años.
No obstante Paul será más reconocible para el gran público por películas como: Delicias turcas (1973), El cuarto hombre (1983), Los señores del acero (1985), Robocop (1987), Desafío total (1990), Instinto básico (1992)..., entre otras.
Si hubiese que definir el estilo de Verhoeven (dejando de lado el hecho de haber utilizado la ciencia ficción como tema principal en sus películas más taquilleras), sería quizás la forma en la que es capaz de retratarnos una sociedad (del pasado, del presente o del futuro) polarizada en una clase alta, elitista, incluso esnob, por un lado, y una clase baja, humilde y enfrentada al problema de sobrevivir al día a día, por otro, y lograr situar una al lado de otra, equilibrarlas, a través de una orgía de sangre y del lema La muerte nos hace a todos iguales.
La parisina Isabelle Huppert (1953) ha convivido más con los fantasmas, e incubadoras, de la Sala Avenida, donde a lo largo de los años depositó hermosos huevos: La pianista y Amor (Michael Haneke), Borrachera de poder (Claude Chabrol) y 8 Mujeres (François Ozon).
Obras inmortales de una actriz, a la altura de la gran Jeanne Moreau o Catherine Deneuve, son también: El juez y el asesino (Tavernier-1975), Salve quien pueda (la vida) (Godard-1980), La puerta del cielo (Michael Cimino-1980), Un asunto de mujeres (Chabrol-1988), La ceremonia (Chabrol-1995), La desaparición de Eleanor Rigby (Ned Benson-2013), La comunidad de los corazones rotos (Samuel Benchetrit-2015) ..., entre más de un centenar. Para hacernos una idea de su ritmo de trabajo, decir que este año, 2017, estrenará 6 nuevos filmes.
Mención especial para Charles Berling que apareció en la que tal vez sea la mejor comedia francesa que hemos proyectado: El nombre (Alexandre de La Patellière, Matthieu Delaporte)
Y me parece a mi
La imposibilidad de ser burgués, a secas
La imposibilidad de ser burgués, a secas
Ella es un témpano, una mujer fascinante, un
ser terrorífico, una triunfadora, un escombro humano, un ejemplo de
superación, un desastre en las relaciones ..., ella es el resultado de
una memoria imborrable y, quién sabe, si la involuntaria víctima de un
adn defectuoso.
Michèle sufre un episodio violento que, aunque de forma lenta y progresiva, hará que algunos baremos de su vida se descompensen. La búsqueda del causante de este nuevo desasosiego conseguirá introducir algo de interés en su rutinaria y vacua existencia.
Una de las mejores obras del valiente Paul Verhoeven que transita por senderos más que polémicos y sale indemne, si acaso con algún arañazo fruto de la aventura. Es cierto, no obstante, que la imprescindible y deslumbradora presencia de Isabelle Huppert, deja en penumbra algunas cuestiones de sumo interés que tienen que ver con el individualismo, la parafilia, los escasos principios que acompañan a las nuevas tecnologías y los impredecibles resultados de cualquier shock infantil.
Michèle sufre un episodio violento que, aunque de forma lenta y progresiva, hará que algunos baremos de su vida se descompensen. La búsqueda del causante de este nuevo desasosiego conseguirá introducir algo de interés en su rutinaria y vacua existencia.
Una de las mejores obras del valiente Paul Verhoeven que transita por senderos más que polémicos y sale indemne, si acaso con algún arañazo fruto de la aventura. Es cierto, no obstante, que la imprescindible y deslumbradora presencia de Isabelle Huppert, deja en penumbra algunas cuestiones de sumo interés que tienen que ver con el individualismo, la parafilia, los escasos principios que acompañan a las nuevas tecnologías y los impredecibles resultados de cualquier shock infantil.
spoiler:
Interesante comprobar que el
grupo humano y los aledaños de Michèle forman también parte de una
pestilente burguesía, cuya clara percepción aplaudirían con gran énfasis
Luis Buñuel y Claude Chabrol, expertos en estos menesteres de poner a
cada clase en su sitio.
Jaht
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