LAS MANOS EN EL AIRE
22 y 23 de Marzo
Sala Avenida - Jaraíz
21:00 Horas
DIRECTOR
Romain Goupil
GUIÓN Romain Goupil
FOTOGRAFÍA Irina Lubtchansky
REPARTO Valeria Bruni Tedeschi, Linda Doudaeva, Jules Ritmanic, Louna Klanit, Louka Masset, Jérémie Yousaf, Dramane Sarambounou, Hippolyte Girardot, Romain Goupil, Malika Doudaeva, Sissi Duparc
GÉNERO Drama | Amistad. Inmigración. Infancia
DURACIÓN 90 Min.
NACIONALIDAD Francia
SINOPSIS
El 22 de marzo de 2067, Milana, una mujer de origen checheno, recuerda hechos ocurridos 60 años antes. En 2009, en Paris, cuando era alumna de quinto curso de secundaria, tenía una pandilla de amigos: Blaise, Alice, Claudio, Alí y Yousseff. Un día, Yousseff, cuyos padres eran inmigrantes ilegales, fue deportado; desde entonces, Milana vivió con el temor de ser la próxima de la lista. Sus amigos juraron entonces que permanecerían siempre unidos y harían todo lo posible para salvarla del destierro.
¿Quién es quién?
Romain Goupil es un hombre de cine francés (director, actor, guionista...) nacido en París en 1951 y poco conocido en España ya que su carrera como autor ha tenido más incursiones en el cortometraje, el documental y la televisión, que en el largometraje de ficción al que pertenece esta entrega del 2010.
Es un prototípico representante de los idealistas revolucionarios del Mayo del 68 y su obra más conocida es Morir a los treinta años, documental que relata, a modo de diario, la amistad y aventuras de Goupil con su mejor amigo, Michael Recanati que se suicidó en 1978. La película fue cámara de Oro en Cannes 1982.
Valeria Bruni Tedeschi, la mujer protagonista de Les mains en l'air, hermana de la modelo y actual Primera Dama de Francia Carla Bruni, nació en una familia rica de Turín en 1964, que tuvo que trasladarse a París (cuando Valeria tenía nueve años). Entre sus muchos papeles cinematográficos podríamos destacar los que la pusieron al servicio de directores como: Alain Tanner (El hombre que perdió su sombra), Marco Bellocchio (La balia), Claude Chabrol (En el corazón de la mentira), François Ozon (El tiempo que queda), Steven Spielberg (Munich).....Y en las dos películas que ella misma dirigió: Es más fácil para un camello....y Actrices.
Y me parece a mi
¡Manos arriba, pobretones!
La reacción de unos niños contra las políticas de expulsión de las
autoridades francesas, allá por el 2009, son recordadas por una de las
protagonistas sesenta años después de los hechos.
Romain Goupil, con la inestimable ayuda de Valeria Bruni Tedeschi, consigue dirigir con total naturalidad, tarea nada fácil, a unos niños que representan la pluralidad de pueblos que habitan la nación francesa.
Los supuestos hechos ficticios son reflejo de los acontecimientos que, justamente por esas fechas, tuvieron lugar en la patria de la "fraternité", que siempre había presumido de cobijar y hacer franceses a todos los desplazados. Una de las consignas de la Revolución saltaba así por los aires, y el dinamitero principal fue un tío resentido, de escasa estatura, que casualmente descendía de húngaros, judíos y griegos. Sí hombre, le recordaréis, se llamaba Nicolás, más conocido por Sarkozy; y en aquel momento era Presidente de la República Francesa. Y, cosas del destino, cuñado de la valiosa Valeria Bruni, a la que no veo al lado del enano mental en las cenas navideñas. ¡Ah, el mundo es un pañuelo!, lleno de mocos, por cierto.
Lo triste, no obstante, es que cuando tomó aquellas decisiones que tenían que ver con la expulsión de gitanos, pobretones y gentes de mal vivir, ganó en popularidad y aunque las manos en el aire de los niños desprejuiciados son, en la película, un canto a la esperanza, la realidad está llevando a los franceses a esa sociedad distópica de la que reniega la inocencia infantil.
Romain Goupil, con la inestimable ayuda de Valeria Bruni Tedeschi, consigue dirigir con total naturalidad, tarea nada fácil, a unos niños que representan la pluralidad de pueblos que habitan la nación francesa.
Los supuestos hechos ficticios son reflejo de los acontecimientos que, justamente por esas fechas, tuvieron lugar en la patria de la "fraternité", que siempre había presumido de cobijar y hacer franceses a todos los desplazados. Una de las consignas de la Revolución saltaba así por los aires, y el dinamitero principal fue un tío resentido, de escasa estatura, que casualmente descendía de húngaros, judíos y griegos. Sí hombre, le recordaréis, se llamaba Nicolás, más conocido por Sarkozy; y en aquel momento era Presidente de la República Francesa. Y, cosas del destino, cuñado de la valiosa Valeria Bruni, a la que no veo al lado del enano mental en las cenas navideñas. ¡Ah, el mundo es un pañuelo!, lleno de mocos, por cierto.
Lo triste, no obstante, es que cuando tomó aquellas decisiones que tenían que ver con la expulsión de gitanos, pobretones y gentes de mal vivir, ganó en popularidad y aunque las manos en el aire de los niños desprejuiciados son, en la película, un canto a la esperanza, la realidad está llevando a los franceses a esa sociedad distópica de la que reniega la inocencia infantil.
Jaht
Las Manos en el Aire fue vista por 58 espectadores
La nota media de esta película, según puntuación de nuestros seguidores, fue: 6,60
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