César Debe Morir
7 y 8 de Marzo
Sala Avenida-Jaraíz de la Vera
21 : 00 Horas
DIRECTOR
Hnos Taviani
GUIÓN: Paolo Taviani, Vittorio Taviani (Historia: William Shakespeare)
MÚSICA: Giuliano Taviani, Carmelo Travia
FOTOGRAFÍA: Simone Zampagni
REPARTO: Fabio Cavalli, Salvatore Striano, Giovanni Arcuri, Antonio Frasca, Juan Dario Bonetti, Vincenzo Gallo, Rosario Majorana, Francesco De Masi, Gennaro Solito, Vittorio Parrella, Pasquale Crapetti, Francesco Carusone, Fabio Rizzuto, Fabio Cavalli, Maurilio Giaffreda
GÉNERO: Drama | Drama carcelario. Teatro
PAÍS: Italia DURACIÓN: 76 Min.
SINOPSIS
El teatro de la cárcel Rebibbia de Roma. Acaba de terminar la representación de “Julio César”, de Shakespeare; el público aplaude, entusiasmado. Las luces se apagan y los actores vuelven a su condición de presos camino de las celdas.
Seis meses antes:
El director de la cárcel y un director de teatro se dirigen a los presos para hablarles de un nuevo proyecto, la escenificación de la obra “Julio César” en la cárcel. El primer paso es el reparto. El segundo, el estudio del texto. El idioma universal de Shakespeare ayuda a los presos a identificarse con los personajes. Es un camino largo, difícil, plagado de ansiedad y de esperanza. Estos suelen ser los sentimientos que invaden a los presos en sus celdas, después de los ensayos.
¿Quién es Giovanni, el hombre que encarna a César? ¿Y quién es Salvatore, convertido en Bruto? ¿Qué han hecho para estar condenados al encarcelamiento? La película no intenta esconder sus crímenes.
Pero el orgullo y la pasión que sienten por la obra no siempre libera a los presos de la exasperación que produce la cárcel. Sus violentos enfrentamientos incluso hacen peligrar la representación. Cuando llega el tan esperado día, los temores se recrudecen. El público es numeroso y muy diversificado: presos, actores, estudiantes, directores…
Julio César vuelve a la vida en el escenario de una prisión. El éxito es total.
Los presos regresan a sus celdas. “Casio” está entre ellos. Es uno de los personajes principales y también uno de los mejores actores. Hace muchos años que ingresó en la prisión Rebibbia, pero esta noche su celda no parece la misma, se siente en un entorno hostil. Se queda inmóvil un momento antes de girarse y mirar a cámara: “Desde que he conocido el arte, mi celda se ha convertido en una cárcel”.
Seis meses antes:
El director de la cárcel y un director de teatro se dirigen a los presos para hablarles de un nuevo proyecto, la escenificación de la obra “Julio César” en la cárcel. El primer paso es el reparto. El segundo, el estudio del texto. El idioma universal de Shakespeare ayuda a los presos a identificarse con los personajes. Es un camino largo, difícil, plagado de ansiedad y de esperanza. Estos suelen ser los sentimientos que invaden a los presos en sus celdas, después de los ensayos.
¿Quién es Giovanni, el hombre que encarna a César? ¿Y quién es Salvatore, convertido en Bruto? ¿Qué han hecho para estar condenados al encarcelamiento? La película no intenta esconder sus crímenes.
Pero el orgullo y la pasión que sienten por la obra no siempre libera a los presos de la exasperación que produce la cárcel. Sus violentos enfrentamientos incluso hacen peligrar la representación. Cuando llega el tan esperado día, los temores se recrudecen. El público es numeroso y muy diversificado: presos, actores, estudiantes, directores…
Julio César vuelve a la vida en el escenario de una prisión. El éxito es total.
Los presos regresan a sus celdas. “Casio” está entre ellos. Es uno de los personajes principales y también uno de los mejores actores. Hace muchos años que ingresó en la prisión Rebibbia, pero esta noche su celda no parece la misma, se siente en un entorno hostil. Se queda inmóvil un momento antes de girarse y mirar a cámara: “Desde que he conocido el arte, mi celda se ha convertido en una cárcel”.
¿Quién
es quién?:
Vittorio
Taviani (20 de septiembre de 1929) y Paolo Taviani (8 de noviembre de 1931) nacidos en
San Miniato di Pisa, Italia, son dos directores de cine italianos. Autores de
cine fuertemente politizados, influidos sobre todo por Roberto Rossellini,
llevan trabajando toda su vida como escritores, directores y productores de
todas sus obras:
San Miniato, luglio '44 (1954), L'Italia
non è un paese povero (Documental-1960), Hay que quemar a un hombre (1962), I
fuorilegge del matrimonio (1963), I sovversivi (1967), Sotto il segno dello
scorpione (1969), No estoy solo (1972), Allonsanfan (1973), Padre padrone
(1977), El Prado (1979), La noche de San Lorenzo (1982), Kaos (1984), Good
Morning, Babilonia (Buenos días, Babilonia) (1987), El sol también sale de
noche (1990), Fiorile (1993), Las afinidades electivas (1996), Tú ríes (1998),
Otro mundo es posible (2001), Resurrección (2001), para TV, Luisa Sanfelice
(2004), para TV, El destino de Nunik (2007).
Con
una producción cada dos o tres años, realizadas siempre de manera conjunta
donde alternan el rol de director, dejando una escena para cada uno, y sin
interferir en la dirección del otro, han continuado trabajando hasta bien
entrada su octava década. Con su relevancia como autores bien establecida, son
una presencia sistemática en festivales de cine, aunque no con el gran público.
Las notas de Avefría
“Cuentan los hermanos Taviani que durante el rodaje de “César debe morir”, cuando los compositores Giuliano Taviani y Carmelo Travia visitaron la cárcel de Rebibbia y conocieron a sus presos, vislumbraron a la perfección cómo debía ser la banda sonora. Al captar su soledad y ansias de libertad decidieron que en la película la doble interpretación sería lo más importante y que la música debía humanizar aún más a los personajes reales, ensalzando sus expresiones y miradas. Así acabaron componiendo una banda sonora muy impactante pero minimalista, con pocos instrumentos: una orquesta de sonidos electrónicos y algunos duros como la trompa o el saxo, para transmitir el desánimo; algo que consiguen plenamente en una versión del tema principal, interpretado únicamente con este instrumento…”
“…En “César debe morir”, el sobrino de los veteranos directores, Giuliano Taviani, continua su fructífera colaboración con el talentoso pianista Carmelo Travia. Un tándem de lujo que no han dejado de complementarse desde que se conocieron. En este caso ponen el contrapunto a una trama densa y triste, a la vez que intensifican el drama dentro del drama de esta historia sobre cómo el espíritu humano se eleva, incluso, ante las circunstancias más adversas. (www.loqueyotediga.net)”
César debe morir, fue vista por 55 espectadores
La nota media de esta película, según puntuación de nuestros seguidores, fue: 8,80
La nota media de esta película, según puntuación de nuestros seguidores, fue: 8,80
Los muros de esa cárcel son del mismo color que las paredes de la habitación en la que duermo...
ResponderEliminarEl jueves, al terminar la sesión, se escucharon aplausos por la platea. ¡Que buena costumbre!
ResponderEliminarMuchos ruedan películas. Unos cuantos hacen cine. Sólo unos pocos hacen arte. Vittorio y Paolo pertenecen a este último grupo. ¡Los Taviani, qué buenos han salido estos paisanos!
ResponderEliminar¿Pueden hablar de la libertad unos presos? ¿Puede entenderse el arte sin cultura? ¿Podemos ser mejores personas después de contemplar un drama e involucrarnos en un conflicto trágico? ¿Es esto catarsis? A tales preguntas ha contestado esta preciosa película. Y no copio la frase final para no estropearle la fiesta a quien la vea hoy.
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