Mandarinas /Mandariinid (Tangerines)
24 y 25 de Febrero
Sala Avenida -Jaraíz-
21:00 Horas
Zaza Urushadze
GUIÓN: Zaza Urushadze
MÚSICA: Niaz Diasamidze
FOTOGRAFÍA: Rein Kotov
REPARTO: Lembit Ulfsak, Giorgi Nakashidze, Misha Meskhi, Elmo Nüganen, Raivo Trass
GÉNERO: Drama. Bélico | Años 90. Vida rural
DURACIÓN: 83 Min.
PAÍS: Estonia
En 1990, estalla la guerra en una provincia georgiana que busca la independencia. Ivo, un estonio, decide quedarse, a diferencia del resto de sus compatriotas, para ayudar a su amigo Margus con la cosecha de mandarinas. Al comenzar el conflicto, dos soldados resultan heridos delante de su casa, e Ivo se ve
obligado a cuidar de ellos.
¿Quién es quién?
Zaza Urushadze (nacido el 30 de octubre de 1965) es georgiano, director de cine y guionista . Se graduó en la Universidad Estatal de Georgia de Teatro y Cine en 1988. Es hijo de Ramaz Urushadze , famoso portero de fútbol soviético. Ha firmado otras cuatro películas: Aquí viene el amanecer (1998), Tres casas (2008), Stay with me (2011) y The guardian (2012).
Esta última está firmada bajo bandera de Estonia, un pequeño país que no llega al millón y medio de habitantes, antigua república soviética situada a 80 kilómetros, por mar, de Finlandia. Su capital es Tallin y pertenece a la Unión Europea.
Este drama sobre la guerra estuvo nominado, en el 2014, para Mejor Película de Habla no Inglesa a la par que Ida, la película polaca que a la postre se llevaría la estatuilla.
Su director (Zaza Urushadze) nos diría: «Quería contar la historia de los miles de compatriotas que desde hace 150 años vivían en Abjasia y tuvieron que huir, y a la vez hablar de los valores humanos que prevalecen a pesar de la guerra. No he hecho ninguna propaganda de ningún bando, sino que les he situado en el mismo punto. En el fondo, la guerra no es más que un escenario y todo lo que sucede en pantalla, una excusa para subrayar el convencimiento de que la guerra es una gran estupidez».
Y me parece a mi
Ivo y las mandarinas amargas
Ivo, es un personaje que los amantes del cine no vamos a olvidar
fácilmente. El viejo estonio, afincado en Georgia en pleno conflicto
entre georgianos y abjasios, decide permanecer neutral y alineado en una
sola convicción: la inutilidad de las guerras. Pero para tomar partido
por la sensatez y la humanidad hay que estar hecho de una pasta
especial. En los tiempos que corren casi podíamos afirmar que se ha roto
el molde que permitió la venturosa existencia de hombres como el
carpintero de las barbas blancas; pero puede que esta matriz solo esté
perdida, enterrada, olvidada en algún desván polvoriento....; tal vez,
pensamos mientras abandonamos el cine con una sonrisa, volverán los
habitantes de este planeta a ser eso: seres humanos; a ser, "....en el
buen sentido de la palabra, buenos" que diría Antonio Machado.
Este tipo de reflexiones me llegan tras haber sido testigo pasivo de un terrible drama más, que tiene que ver con la estupidez de los llamados "seres inteligentes". Las mandarinas, del director georgiano: Zaza Urushadze, no es, aunque también, una denuncia antimilitarista; es un canto a la esperanza y a la reivindicación de la parte racional que vive dentro, muy dentro, cada vez más dentro, de todos nosotros.
Lo que el padre de esta buenísima película parece querernos transmitir, es que la política nos hace peores, que quizás no seamos tan malos, pero que hemos de mejorar mucho nuestro entorno y vigilar mucho a quienes damos responsabilidades de gobierno y poder, ya que la gente con menos escrúpulos son quienes acaban imponiéndonos por la fuerza sus pestilentes convicciones.
Este tipo de reflexiones me llegan tras haber sido testigo pasivo de un terrible drama más, que tiene que ver con la estupidez de los llamados "seres inteligentes". Las mandarinas, del director georgiano: Zaza Urushadze, no es, aunque también, una denuncia antimilitarista; es un canto a la esperanza y a la reivindicación de la parte racional que vive dentro, muy dentro, cada vez más dentro, de todos nosotros.
Lo que el padre de esta buenísima película parece querernos transmitir, es que la política nos hace peores, que quizás no seamos tan malos, pero que hemos de mejorar mucho nuestro entorno y vigilar mucho a quienes damos responsabilidades de gobierno y poder, ya que la gente con menos escrúpulos son quienes acaban imponiéndonos por la fuerza sus pestilentes convicciones.
Jaht
Mandarinas fue vista por 57 espectadores
La nota media, según los seguidores del Gallinero, fue:9,57
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Vista general de las miles de bolsas de basura abandonadas en las calles de Jdeideh, Beirut (Líbano).
REUTERS/Hasan Shaaban
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