jueves, 17 de octubre de 2002

Película 19 # Año II

BOLIVIA
17 y 18 de Octubre de 2002
Sala Avenida
Jaraíz de la Vera




Dirección: Adrián Caetano.
País: Argentina.
Año: 2001.
Duración: 80 min.
Interpretación: Freddy Flores (Freddy), Rosa Sánchez (Rosa), Óscar Bertea (Oso), Enrique Liporace (Enrique), Marcelo Videla (Marcelo), Héctor Anglada (Héctor), Alberto Mercado (Mercado).
Guión: Adrián Caetano; basado en un argumento de Romina Lafranchini.
Producción: Adrián Caetano..
Música: Los Kjarkas.
Fotografía en B/N: Julián Apezteguia.
Montaje: Santiago Ricci y Lucas Scavino.
Diseño de producción: María Eva Duarte.
Vestuario: María Eva Duarte.

El Director

Adrián Caetano
Nombre completo: Israel Adrián Caetano
Fecha de Nacimiento: 1969
Lugar: Montevideo, Uruguay
Nacionalidad: Uruguaya

Crónica de una fuga (2006) [Argentina]

Un oso rojo (2002) [Argentina]

Bolivia (2001) [Argentina]

Pizza, birra, Faso (1997) [Argentina]


SINOPSIS DE BOLIVIA

Freddy (Freddy Florez) es un boliviano sin documentos que trabaja en Buenos Aires como parrillero en un bar. Su caso, como miles de otros, muestra la incomunicación, la pobreza, el racismo, y sobretodo la natural aceptación de la tragedia. Se relaciona con Rosa, la moza paraguaya (Rosa Sanchez, que en las carpetas de prensa cuentan que durante el rodaje trabajaba como empleada doméstica) y con su jefe, Enrique (Enrique Liporace, en muy buen reencuentro con el cine). También están los parroquianos, el taxista, apodado "El Oso" (Oscar Bertea), Marcelo (Marcelo Videla), Mercado, otro taxista, y un vendedor ambulante compuesto por el recientemente desaparecido Hector Anglada.

Un film cotidiano, chiquito, potente y un nuevo exponente del cine argentino de exportación..
Fuente: Fotogramas




Estaba Pasando

En el otoño del 2002 llegó Bolivia, nuestra tercera película del segundo ciclo. Se proyectó en Jueves y Viernes y el número total de asistentes fue de 68 (57 socios y 11 no socios). Hacía, como podéis ver en el encabezamiento la número 19. Es importante reseñar que la amarga obra de Caetano estalló en la pantalla de nuestra Sala Avenida en un sucio y granujiento blanco y negro por decisión incontestable del autor.
En Jaraíz de la Vera la vida transcurría lenta y plácida como corresponde a un mes de transición, ¿pero qué pasaba allende nuestros valles y montañas?:

  • Sadam, dispuesto a la guerra antes que a abandonar el poder. El presidente iraquí, Sadam Husein, aseguró, -tras el exitoso referéndum del pasado martes- que su pueblo está más preparado que nunca para el combate.
  • Bush firma la resolución parlamentaria que autoriza el uso de la fuerza. El líder norteamericano aprovechó para reclamar un respaldo similar por parte de las Naciones Unidas para compartir «el deber de defender la paz».
  • El PSOE estudia reprobar a Cascos por el encarecimiento de la vivienda y el PP acusa a los socialistas de demagogia.
  • Berlanga: «No he dejado huella en el cine, sino en la gente». Guadalix de la Sierra, el pueblo que hace medio siglo recibió con alegría a los americanos, celebra esta semana el cincuentenario del rodaje de «Bienvenido Mr. Marshall». Luis García Berlanga, su director, recuerda la película que satirizó la apertura del régimen franquista al exterior.
  • Más de un millón de firmas apoyan la investigación con células embrionarias. El Defensor del Pueblo admitió la petición, apoyada por más de un millón de firmantes, presentada por la Federación de Diabéticos para autorizar estos estudios.
  • El estreno (17-10-2002) de la última película de Álex de la Iglesia, «800 balas», convirtió la Gran Vía madrileña en lo más parecido al «Lejano Oeste».

Y ME PARECE A MI

Freddy, el boliviano



Y Freddy aparece en Buenos Aires para comenzar el primer día del resto de su vida. Una vida que aspira a mejorar. Es joven, tiene fuerzas y ganas de luchar por los suyos, los que quedaron allá en aquella tierra ingrata y estéril que no da pan a sus hijos.
No importa que su primera aproximación al extrarradio bonaerense sea una triste incursión en un garito en el que la grasa está instalada como elemento arquitectónico. No importa que arrastre los grilletes de la ilegalidad que le condenan a ser persona de categoría inferior. Cuentan que algunos paisanos suyos hicieron plata, y mucha, en Buenos Aires. El será uno de ellos. El alcanzará la meta de la dignidad y cuando reclame a su familia habitarán un adosado y a su mujer la llamarán doña Charito.

El Bar de Enrique


La vida es dura, también para Enrique, el jefe. Amarrado a su parrilla, aguantando los salivazos de bilis de parte de la clientela. Está cansado, tiene ganas de salir corriendo pero aún le quedan unos años para poderse retirar y la situación de emergencia de la nación no invita a heroicidades. Sabe muy bien lo que está pasando, se veía venir. Algunas cigarras flotan ya calle abajo, las hormiguitas como él guardaron para un invierno largo y nadie va a arrebatarle lo que es suyo.


Rosa, la paraguaya


Y entre los embates del mar embravecido, caminando sobre las aguas, viene Rosa, la frágil mujer de pétalos de acero. También sobrenada las inmundicias, los desamores, la soledad....pero todo deja marcas, algunas forman pulseras en sus muñecas.
Ejerce de todo lo que no es: madre, amante, amiga...Demasiado equipaje para un alma transida.

"El Oso", taxista

Atraídos por el olor de la fritanga, como polillas suicidas, no se despegan del bar clientes como "El Oso", taxista pendenciero que manotea desesperadamente para no hundirse, para siempre, en una crisis económica y personal. Huraño y desesperado, El Oso no encuentra salida a su situación, dentro de nada será uno de esos insectos cantarines que Enrique ve bajar calle abajo. Paga su mal humor con todos y su crédito se ha agotado.

La Cárcel
Sólo hay algo más inquietante que el propio antro, recinto convertido en reloj de arena, es la cárcel de la calle donde se desgranan los perdedores cuando baja el cierre el local de la parrilla.

Lo que dice Adrián Caetano sobre su obra:




Cuando escribí el guión me interesaba la historia. No quise hacer una radiografía de la sociedad, simplemente quise contar una historia de un bar con siete personajes. El tema del racismo no estaba muy presente, pero inevitablemente hay una serie de temas que al hablar de esos personajes, y ambientarlos en ese estrato social, aparecen solos y se imponen.

Creo que el tema central es el enfrentamiento entre la gente de la misma clase social, trabajadores que están a punto de ser desclasados, y que son intolerantes lo unos con los otros. Un retrato de la gente laburante de este país, de personas que pudieron tener un futuro y no lo tienen, de gente vencida. Son presa de una situación de la cual no pueden escapar, y los personajes no parecen darse cuenta de lo que están haciendo, o lo que está pasando. No eligen su destino, el destino los elige a ellos para protagonizar lo que se cuenta.

"Bolivia" es un cuentito pequeño, en blanco y negro, de un tipo que se viene a laburar a Argentina para que las cosas le vayan un poco mejor. Hay historias de personajes, hay una película que cuenta algo y no habla de cosas que no sabe, está narrada de manera sencilla, no pretende ser más de lo que es, "Bolivia" es honesta.

PREMIOS

Premio de la Crítica
Festival de Cannes.

Mejor Película Latinoamericana
Festival de San Sebastián.

Mención del Jurado
Festival de Huelva

Premio de la Crítica
Festival de Rótterdam

Premio Fipresci
Festival de Londres



1 comentario:

  1. Una historia mínima (que diría Carlos Sorín)la de Bolivia. Llega muy profunda, precisamente por no estar hecha con afán trascendental.

    La fotografía es otra apuesta interesante. Al ser un viaje por el interior visceral de la pobreza, el blanco y negro, con esa óptica sucia, nos habla de irremediable amargura.

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