viernes, 27 de septiembre de 2013

BIENVENIDA

Para los que beben el vino sin prisa.
Para los que saludan el paso de las grullas. 
Para los insatisfechos y los nudistas disidentes.
Para los que indagan, para los curiosos, para los inconformistas.
Para los jubilados, los miopes, los ecologistas y los niños.
Para los para que ven madurar al limonero.
Para los que van por la vida sin alabarda ni espuelas.
Para las que dicen no. Para las rebeldes.
Para los raros, los que enloquecieron.
Para los cansados y los hartos.
Para los que objetaron de las ceremonias tribales.
Para los que medraron en las laderas.
Para los mosqueteros, los tarzanes, los detectives y los exploradores.
Para los de piel azul, los de piel roja y los pelicanos.
Para los Centauros, las Emperatrices y los Guardianes del Espacio.
Para las canadienses, las rumanas, las escocesas, las argentinas, las coreanas y las libias.
Para los que soportan su musical instrumento con el pabellón de la oreja.
Para los que traducen a imágenes las lenguas extranjeras.
Para los que se conocieron mejor en otras vidas.
Para los que festejaron sus primeros 300 pasos.
Para los que decidieron que lo mejor era huir a pie de las ciudades.
Para las que iluminan la noche.
Para los tumultuosos y para las que experimentaron el picotazo de la soledad.
Para los que emergen de entre la niebla en las noches del invierno.
Para los portadores de paraguas.
Para los que entienden de anfibios, los aficionados a la micología y los estomatólogos.
Para los de las fincas, los suburbiales y los pobladores del centro.
Para los conventuales y los que tienen una casa en la pradera.
Para las que amamantan sueños en el interior de su mochila. 
Para los que entretienen su mirada en una melena suelta o sobre el hombro desnudo.
Para la mujer del saco y el trizador de papelillos.
Para los que nunca llevan tabaco.
Para los que siempre tienen la petaca a mano.
Para los repartidores de pasquines.
Para las administrativas, los funcionarios públicos y los grandes simios.
Para los reorganizadores de semillas.
Para los mecánicos, los libreros y los repartidores de pizza.
Para los que cosieron su bandera sobre un delantal de cocina.
Para los cómicos, los dramáticos, los intelectuales y los inocentes.
Para Angelote.
Para los náufragos.
Para los combatientes, las adiestradoras de orcas, los reclusos, las enamoradas, los sindicalistas y los que viajan al Norte.
Para los hartos y los que nunca se cansan.
Para los resistentes.
Para los necesarios, los eventuales, los volátiles y los bienvenidos.
Para los que forjan catavientos con la figura de un gallo.
Feliz XI Temporada de Cine.

1 comentario:

  1. Bienvenidos todos, bien abrazados y bien besados y besadas. No hay límites para el gallinero.

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