lunes, 20 de abril de 2009

Película #176



La Clase
23 y 24 de Abril
Sala Avenida - Jaraíz
21:30 hrs


Director: Laurent Cantet
Intérpretes: François Bégaudeau, Frédéric Faujas, Patrick Dureuil, Olivier Dupeyron, Vincent Caire
Título en VO: Entre les murs
País: Francia
Año: 2008
Fecha de estreno: 16-01-2009
Duración: 128 min.
Género: Drama
Color o en B/N: Color
Guión: Laurent Cantet, François Bégaudeau, Robin Campillo
Montaje: Robin CampilloFotografía: Pierre Milon

Palma de Oro Festival de Cannes 2008




Sinopsis argumental
François (François Bégaudeau) es un joven profesor de Lengua que empieza un nuevo curso en el instituto de un barrio multicultural de París. Sus métodos, un ejemplo de pedagogía abierta, serán puestos en duda por una clase difícil.





Alpiste
"El escritor y profesor de Secundaria François Bégaudeau escribió una novela ('Entre les murs') sobre su experiencia con alumnos parisinos y periféricos que se convirtió en uno de los libros más leídos en Francia. Laurent Cantet la ha trasformado en la mejor película sobre la situación actual en las aulas con que uno puede encontrarse hoy en día y probablemente con una de las mejores de cualquier época sobre el asunto. Es una obra maestra, por entendernos, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2008, no sin polémica. Se grabó con alumnos de verdad, sin merma de ningún conflicto cotidiano y estructural, y con el propio Bégaudeau haciendo de profe, tal vez por catarsis y finalmente para mayor desánimo."

"Muchos han visto La clase como un espejo en el que no querían reflejarse."
Laurent Cantet
"Precisión en los diálogos (nada sobra en lo que se dice, ningún diálogo encubre manifiestos, propuestas o proclamas), precisión en la actuación (jóvenes interpretándose a sí mismos con tal elocuencia y credibilidad que es la propia interpretación la que parece ausente, y profesores tan reales como débiles y llenos de conflictos), precisión, también, en la elección de las escenas, los personajes y los temas…
Y la película muestra una cosa más, esta vez para el cine y los que lo hacen: cuando se tiene algo que contar (y cada vez ocurre con menos frecuencia), cuando se tiene claro por qué y para qué contarlo, cuando, en resumen, hay una verdadera necesidad narrativa, el cómo (la actuación, la dirección, los diálogos y demás elementos narrativos)… simplemente funcionan como el mecanismo de un reloj."

"Lo que me interesa no es mostrar las soluciones cuando no existen, sino la complejidad de un sistema."

Laurent Cantet

El gallo pía Laurent Cantet: director de cine, guionista y director de fotografía francés, autor de Entre les murs (La clase, 2008), Vers le sud (Bienvenidas al paraíso, 2005), L'Emploi du temps (El empleo del tiempo, 2001) y Ressources humaines (Recursos humanos, 1999), además de Les Sanguinaires (película para televisión, 1998) y de los cortometrajes Jeux de plage y Tous à la manif.
Sus padres eran profesores en Ardilleux. Obtuvo un Master en audiovisuales en Marsella y, a continuación, entró en el Institut des hautes études cinématographiques en 1984.
Cantet impartió un taller de arte dramático en el Instituto Françoise Dolto, de la periferia de París, donde conoció a François Bégaudeau, profesor de francés, que alcanzó el éxito en 2006 con la publicación de su novela Entre les murs. La película, que se rodó en el verano de 2007 es ese mismo instituto está basado en su novela homónima.
La clase fue galardonada con la Palma de Oro en la 61.ª edición del Festival de Cannes. Hacía 22 años que no se le concedía a una película francesa.

"Cuando los chicos vieron la película, durante los diez primeros minutos se rieron mucho. Y después realmente la escucharon, la descubrieron, y al final dijeron Guau, es una película de verdad. No tenían conciencia cuando la estaban haciendo. Yo estaba de muy buen humor durante el rodaje, el ambiente era muy distendido, creo que nunca tuvieron la sensación de estar trabajando realmente. Aunque hicieron un trabajo enorme. Eran capaces de quedarse concentrados en una escena durante seis horas, recordar lo que habían improvisado para poder interpretarlo de nuevo, integrar todas las preguntas que yo les hacía, todo lo que les pedía. Los profesores estaban sorprendidos y casi celosos al ver que lográbamos sostenerlos así en la clase encerrados durante seis horas. Ellos no los pueden hacer concentrar más de dos minutos en algo. Eso para mí fue un gran descubrimiento."


Gallináceas


El cine lleva años tratando el tema de los conflictos escolares, ya sea en institutos de extrarradio con alumnos problemáticos, en colegios de élite, en las universidades o en la enseñanza primaria. Se han rodado películas para todos los gustos pero muy pocas han sabido captar tan bien lo que pasa en las aulas como La clase, la espléndida cinta del francés Laurent Cantet. Y puede que, sin desmerecer en absoluto el trabajo de realización del director de El empleo del tiempo, la razón principal de ese impecable acercamiento a la realidad proceda de François Bégaudeau, argumentista, co-guionista e intérprete de la película.


Bégaudeau, que ha sido músico, periodista, crítico de cine en Cahiers du Cinéma y novelista, ha trabajado también en la enseñanza. De su labor como profesor en un instituto problemático surgió su novela La clase, en la que reflexiona sobre el papel del profesor, la relación con sus colegas de profesión y con los alumnos, el autoritarismo y las mejores formas para solucionar los conflictos inherentes en cualquier microcosmos como en de un centro de enseñanza, repleto de gente procedente de clases sociales, razas y culturas tan distintas; sobre todo si estamos hablando del ámbito francés.
Lo más destacable es que la novela (editada por El Aleph en castellano y Empúries en catalán) no pretende documentar la dialéctica entre profesor y alumno, que en general es la base de todas las películas que en Hollywood se han hecho sobre el tema. Bégaudeau repasa en su libro un año escolar sin una estructura narrativa clara, acumulando incidentes e incidencias.
A Cantet se le hizo la luz. Según sus declaraciones, antes de realizar Hacia el sur, su anterior película, tenía muchas ganas de dirigir un filme cuya acción transcurriera íntegramente en el interior de un instituto. Su idea era demostrar que un colegio es como una caja de resonancia de todo lo que pasa en la sociedad. Necesitaba documentarse, hablar con profesores y pasar unas semanas en un centro escolar para empezar a escribir el guión. Dejó parado el proyecto, rodó Hacia el sur con Charlotte Rampling y descubrió poco después el libro de Bégaudeau. Cada página le supuso una solución, y el protagonista, el propio escritor, condensaba en una sola figura a todos los posibles profesores que Cantet había imaginado para su película.
Que Bégaudeau interprete al profesor de La clase, en realidad él mismo, certifica la importancia que ha tenido en el desarrollo de el filme, ya que escenifica ante la cámara de Cantet todo aquello que vivió en primera persona. De este modo, La clase puede verse también como un documento en torno al autor de la novela con todas las licencias del terreno de la ficción que Cantet ha querido introducir.
Hoy es uno de los títulos más rutilantes del cine francés de la temporada, aunque su definitiva arrancada a punto estuvo de ser traumática. La clase estaba en lista de espera para la sección oficial del Festival de Cannes del pasado año. A los seleccionadores les gustaba, pero no habían tomado una decisión. El tiempo apremiaba y Cantet empezó a ponerse nervioso. El mismo día en que se cerraba la selección a competición, obtuvo la respuesta afirmativa.
Pero el director se quedó con la mosca detrás de la oreja. ¿Por qué tanta tardanza? ¿Se estaban planteando la posibilidad de escoger otra película francesa y desechar la suya? Se le puso muy mala cara –lo demostró en público durante el festival– cuando supo que su obra se presentaba el penúltimo día del certamen, es decir, cuando los jurados están ya cansados, saturados de pasarse el día en el cine y lo único que desean es deliberar, dar el premio e irse de fiesta; siempre se ha dicho que las películas proyectadas ese día pasan sin pena ni gloria. Pero contra todo pronóstico, y después de que Cantet aireara su malestar con el festival, La clase ganó la Palma de Oro. Otra historia empezó entonces para la película y para su director.


"Todo pasa por la escuela y todo empieza en ella"
Laurent Cantet


Estilos de canto

"Una astuta e inteligente película sobre la identidad moderna de Francia y sobre el intento de transformar a los jóvenes en ciudadanos a través del diálogo."
Manohla Dargis - The New York Times

"Hace didactismo del bueno con un estilo cercano al docudrama. (...) Una película que respira autenticidad"
Carlos Boyero - Diario El País

"Sincera y honesta"
Luis Martínez - Diario El Mundo

"Tiene mucha miga dentro, y un cine fragante, cálido y a la vez fresco (...) El debate es completo (...) Igual que la película"
E. Rodríguez Marchante - Diario ABC

"Todo un prodigio de montaje que recoge con elegante precisión los pormenores de una batalla dialéctica y vital sin solución (...) una propuesta verdaderamente atípica, formalmente valiente, dramáticamente hipnótica y temáticamente imprescindible.
Alberto Bermejo - Diario El Mundo

"Sigue su impronta de cine social, utilizando el formato de falso documental (...) merece figurar en el grupo de películas con aspiraciones de figurar en el palmarés de Cannes."
Lluís Bonet Mojica - Diario La Vanguardia


CACAREOS


TOÑI


No había cumplido aún los cinco años. Saltando charcos y patinando sobre las piedras mojadas se dirigía a la escuela. Toñi era un buen niño, tímido, de ojos grandes y sonrisa balsámica. Su abuela le había asentado el “peo” del flequillo con fijador de saliva pero la crin hirsuta había recuperado su lozanía despejando su frente, ampliando la luz que irradiaba su inocente faz. Se cruzó con la cabra mocha del tío Juan que amenazó con embestir y con la tía Oliverata que le embistió de veras, dejando, tras catorce besos y siete “que me le como”, su carita sonrosada y untuosa, que limpió con la manga del jersey al girar la esquina.
El aire frío de la mañana le atravesaba limpiando su cuerpo de fatigas, haciéndole ligero y transparente. La escuela de los parvulitos estaba lo suficientemente lejos como para que Toñi aprovechara, en diez minutos, para cortar no menos de treinta y tres cabezas a todos los monstruos que querían cerrarle el acceso al colegio. En uno de los embates, su cartera paró una garra mortífera y la pizarra se hizo añicos.
Cuando tras las oraciones y el examen rutinario de oídos, uñas y piojos se atrevió, temeroso, a contarle a la señorita lo que había sucedido, pasó en cuestión de segundos de ángel a demonio y arrodillado, en la esquina del frío aula sufrió el escarnio de sus compañeros coronado con orejas de burro. Entre temblores, hipo y lágrimas, decidió que en adelante, su brazo justiciero dejaría en paz a los dragones y se alinearía con causas más necesarias y razonables que tenían que ver con los maestros y la iniquidad, pero no se lo diría a nadie.
Jaht



Y me parece a mi

1+1=Ciudadanos

Disección, en dos horas, del sistema educativo francés, en lo que se refiere a la educación especial, en un instituto multicultural de la periferia de París. La palabra como fórmula de acercamiento y como arma (a veces florete, a veces mortero) para romper el cerco.

Reflexión necesaria para profesores, padres y alumnos (de todo el mundo) que quieran profundizar en sus responsabilidades y posturas. Muchos, como ya aventuraba Laurent Cantet, huirán de la imagen reflejada en el espejo. La historia de estos educadores, un buen equipo de profesionales, y de los muchachos (africanos, chinos, marroquíes, antillanos,...) trasciende el hecho cinematográfico para convertirse en documento antropológico.

Es una de esas lecciones de ética y coherencia que disgustan y cabrean, sin pretenderlo, a quienes no están a la altura o no creen en el éxito de la tolerancia y la paciencia elástica.

François Bégaudeau, autor de la novela (Entre les murs), co-guionista y protagonista y Laurent Cantet -director-, creen en su proyecto y eso se hace patente, aportando tal dosis de credibilidad, que a veces te hacen dudar de si estás viendo una película o siguiendo una clase en directo.
spoiler:
Tras analizar con pormenor los órganos del cuerpo educativo, no se encuentran las causas de la enfermedad. Pero con rutina científica los doctores, inmunes al desaliento, cosen y prometen seguir investigando.
Jaht




Picoteando en corral ajeno

1 comentario:

  1. Disección, en dos horas, del sistema educativo francés, en lo que se refiere a la educación especial, en un instituto multicultural de la periferia de París. La palabra como fórmula de acercamiento y como arma (a veces florete, a veces mortero) para romper el cerco.

    Reflexión necesaria para profesores, padres y alumnos (de todo el mundo) que quieran profundizar en sus responsabilidades y posturas. Muchos, como ya aventuraba Laurent Cantet, huirán de la imagen reflejada en el espejo. La historia de estos educadores, un buen equipo de profesionales, y de los muchachos (africanos, chinos, marroquíes, antillanos,...) trasciende el hecho cinematográfico para convertirse en documento antropológico.

    Es una de esas lecciones de ética y coherencia que disgustan y cabrean, sin pretenderlo, a quienes no están a la altura o no creen en el éxito de la tolerancia y la paciencia elástica.

    François Bégaudeau, autor de la novela (Entre les murs), co-guionista y protagonista y Laurent Cantet -director-, creen en su proyecto y eso se hace patente, aportando tal dosis de credibilidad, que a veces te hacen dudar de si estás viendo una película o siguiendo una clase en directo.

    Tras analizar con pormenor los órganos del cuerpo educativo, no se encuentran las causas de la enfermedad. Pero con rutina científica, los doctores cosen y prometen seguir investigando.

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