sábado, 20 de enero de 2018

Caer en la cuenta...


Desde hace meses dos personas muy jóvenes nos acompañan cada jueves en las sesiones del gallinero. Cito sus nombres: Clara García y Mario Mateos, dos discretos adolescentes cuya cresta apenas despunta por encima de las filas de butacas. Acuden al cine en compañía de sus padres, cualquier otro chico o chica de su edad habría desistido ya, el pienso que se sirve en la Sala Avenida esos días no es fácil de digerir, sin embargo, ellos, se han convertido en asiduos.

Habrá quién argumente que “ese no es cine para chavales” (¿alguien se ha molestado alguna vez en indagar lo que ven las chicas y chicos en los parques cuando se agrupan en torno a los teléfonos móviles que indiscriminadamente les regalan sus abuelos?). Discrepo, impugno ese tipo de opiniones. Verdad es que a menudo se proyectan películas “duras”, con argumentos enrevesados, en las que no se escatiman escenas “fuertes”. Estoy seguro que en su contumaz costumbre por asistir al CineClub crecerán, están creciendo ya, como personas capaces de conocer y comprender mejor la realidad que les ha tocado vivir, se abrirán sus ojos, desarrollarán un bagaje cultural, un blindaje de incalculable valor que contribuirá a que entiendan mejor que, en este mundo que tan torpemente construimos los humanos, no existe un único horizonte, que les ayudará a combatir estereotipos, a mantenerse alejados de las telarañas, de los piojos y la caspa.
   
Recuerdo la huella imborrable que, siendo crío, dejaron en mí cintas como “Dos mujeres”, “Roma ciudad abierta” o “Cuerno de cabra” (por citar alguna). Gracias a películas como aquellas creo poder decir que, hoy, soy mejor persona.


Quizás mañana, si ellos quieren, sean el relevo. Felicito a Mario y Clara. Y les envío un cálido abrazo. 
                                                                                                                 G.G.R.
                                    
       

2 comentarios:

  1. Muy acertada la reflexión haciendonos caer en la cuenta de este hermoso suceso. Otra «bella anomalía» que está ocurriendo en las últimas temporadas de proyeccion del Cineclub. Ahora recuerdo a estas dos avecillas el día de la Fiesta de las Cuatrocientas... Tan lindas, tan discretas, pero con un brillo en su mirada que emitía fuerza y decisión... Sí, felicito a Clara y a Mario por haber tomado la decisión de implicarse en La Cultura Cinematográfica a una edad tan temprana. Felicidades también,a sus familiares por apoyar esta iniciativa. !!Hay esperanza!!!

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  2. Pues estos dos rapaces, que esperan con ganas que llegue el jueves, para acudir a la sala Avenida, para ver cine de autor. Que sepáis, que no hubieran tenido ninguna opción, sin el tesón de todos los que un día os planteasteis tomar las riendas de este proyecto, y que aún seguís apostando por llevar a cabo. ¿Os habéis fijado que casi tienen la misma edad que nuestro querido Gallinero?
    Gracias por seguir en la brecha.

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